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Los papas y el puente: la espectacular historia de Avignon, la ciudad del cuartel general de Los Teros en el Mundial de Rugby
Avignon, la ciudad que Los Teros eligieron como su base general durante el Mundial de Rugby en Francia, es una impresionante muestra de pasado y presente conviviendo a cada paso. La ciudad en la que residieron los papas de la Iglesia Católica entre 1309 y 1377 tiene más de 2 mil años de historia. Hoy tiene 90 mil habitantes, y vive mayormente del turismo.
Una de sus huellas distintivas es la muralla que aún se mantiene, como testigo de la época romana, que divide a la ciudad en dos. Adentro está la zona histórica, con una avenida principal llena de comercios, que comienza en la estación de tren y llega hasta la Plaza de los Relojes, la antesala de la gran atracción de la ciudad, el Palacio de los Papas.
Clemente V, Juan XXII, Benedicto XII, Clemente VI, Inocencio VI, Urbano V y Gregorio XI fueron los papas que vivieron en Avignon, el período previo al gran Cisma de Occidente. La construcción una de las más grandes de estilo gótico de la edad media. Y el tour, que cuesta 12 euros y viene con una tablet con reconstrucciones históricas en 3D, permite recorrer casi todos sus rincones, incluidas las salas donde se realizaban audiencias y banquetes, y hasta la habitación del Papa, la única que no permite fotografías ni videos porque aún conserva pinturas en sus paredes de más de 800 años de antigüedad.
El Palacio también es la sede de uno de los festivales de teatro más prestigiosos del mundo, otro de los eventos que trae miles de turistas durante el verano boreal.
En las afueras, las construcciones de la edad media conviven con las del siglo XVIII y XIX, y algunos vestigios de construcciones romanas de más de mil años de antigüedad. Los locales comerciales se integran a las construcciones históricas, mientras el tren turístico repasa los lugares donde se hospedaron o vivieron Victor Hugo o Napoléon.
El otro llamador turístico de la ciudad, aunque sin tanta trascendencia histórica, es el Puente de Avignon, famoso por la canción que lleva el mismo nombre. Cruza el río Ródano,que recorre Francia de norte a sur. Fue construido entre 1171 y 1185, y según cuenta la leyenda fue idea San Benezét, que está enterrado en una capilla en el medio del puente. Fue clave durante el período en el que la Iglesia Católica se instaló en Avignon, porque era el nexo con las tierras controladas por el reino francés.
Fue destruido por guerras e inundaciones varias veces, pero en 1660 quedó en las condiciones actuales, luego de que una serie de obras en la región alteraran el flujo del río e hicieran derrumbar algunos de los pilotes. Desde entonces llega hasta un poco después de la mitad del río, y no cumple función de paso sino de monumento. Otro puente, ubicado a un par de kilómetros, es el que cumple función de paso a los vehículos, y una a la ciudad con la localidad de Villeneuve de Avignon.
Las audioguías que se compran para subir al puente (5 euros) cuentan que la canción, creada por Pierre Certon en el siglo XVI, no cuenta la historia completa. Los bailes a los que hace referencia no se hacían sobre el puente, sino a sus pies, y sin una forma de relatar la rica historia cultural y teatral de la ciudad.
Los Teros están hospedados el hotel Novotel, ubicado en la calle de enfrente a la muralla, y a unos cinco minutos a pie del Palacio de Los Papas. De hecho, con la tarde libre, muchos integrantes del plantel se dedicaron a recorrer la ciudad, en la que pasan la mayoría de su tiempo en Francia. Desde aquí se irán a Lyon 2 días antes del partido ante Namibia, el miércoles 27 a las 17.45 (12.45 de Uruguay) y lo mismo harán para el último partido, ante Nueva Zelanda (5 de octubre), también en Lyon.
