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Marini, de la charla con Guardiola a pregonar su línea futbolística en la cancha

La particular forma de sentir el fútbol del técnico de Montevideo City Torque que choca con la tradición uruguaya ya que entiende que en la cancha “tratamos de hacer una obra de teatro”
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23 de enero de 2020 a las 05:00

Se sentó en la mesa a escuchar a Guardiola. A pesar de tener más años que Pep, admitió que guardó silencio porque quería aprender. Su carta de presentación dice que convivió un tiempo con Marcelo Bielsa en Newell’s Old Boys y que se nutrió como ayudante técnico de un campeón del mundo como Rubén Américo Gallego. Con el paso del tiempo fue campeón como técnico principal de Puebla en 2015.

Pese a su currículum, hay detalles que pintan en cuerpo y alma a la persona. Apenas finalizado el entrenamiento del miércoles en el Parque Capurro, donde los titulares de Montevideo City Torque le ganaron 2-0 a Fénix y los suplentes golearon 6-0, el argentino Pablo Marini atravesó la cancha. Atrás lo acompañó todo su cuerpo técnico. Fue en busca de su colega Juan Ramón Carrasco que se encontraba sentado en el banco de suplentes del conjunto local.

Marini se saca la gorrita y saluda uno por uno a sus colegas. Respeto y educación. Montevideo City Torque va más allá del juego. Hay una línea, un estilo, una forma de sentir y vivir el juego. Esa que transmite desde hace tres temporadas el argentino Marini.

En la charla con Referí el técnico se sorprendió cuando se le mencionó ese detalle. Y, comenzó la charla agradeciendo. “Le agradezco que lo mencione pero es lo normal. Fénix hizo un esfuerzo grande, estaba en Colonia, estamos en su casa, terminó el partido y lo tomamos como algo natural saludar”, expresó.

Su forma de actuar se transmite al plantel. En la cancha se ve un equipo que hace honor a la palabra en el sentido más amplio. Hay respeto por el juego, por la pelota y por el rival. Ante cada falta había una disculpa.

“Claro que eso se transmite al plantel. Siempre les mencionamos que somos una familia donde lo más importantes es el respeto, la cordialidad, la convivencia. En la cancha también. En todo sentido. Uno se siente orgulloso porque es lo que uno pretende y lo que uno quiere y más viéndolos jugar”.

Vivir en Uruguay y jugar en la B

El año 2018 fue particularmente duro para City Torque. Al finalizar la temporada el equipo perdió la categoría. Se fue a la B. Muchos pensaron que el argentino, vistos sus antecedentes, se iría ante el primer ofrecimiento. Los recibió, pero se quedó.

“¿Por qué me quedé a dirigir en la B? Porque la verdad que me sentí responsable. Cada uno tiene su parte de responsabilidad, pero cuando hacemos una autocrítica sincera uno debe ser honesto y comentar en lo que le erró o acertó. Primero esperamos. Quería saber si el club quería que nosotros siguiéramos, porque no dependía solo de nuestra parte. Y cuando decidieron ofrecernos seguir, no lo dudamos un segundo porque lo estábamos esperando”, admitió.

Marini reveló que desconocía la tranquilidad con la que se vivía en Uruguay pese a la cercanía con su país.

“Me encantó. La verdad. Encontré mucha tranquilidad, un país que me gustó mucho, y no lo conocía. Siempre miré para el oeste o el norte y no venía para acá. Lo conocí en 2018 y me encontré con gente extraordinaria y me da placer vivir acá. Y más allá de todo lo que uno desee encontramos una institución seria que siguió adelante con un proyecto a pesar de haber perdido la categoría y ahora volvimos fortalecidos en todo, en idea de juego, en normas y en convivencia”.

Placer por jugar

Torque regresó a Primera un año después. A fines de 2019 levantó la copa como campeón del ascenso. A pesar del respaldo económico del Grupo City, el club se mantuvo en lo suyo. La base de jugadores que logró el ascenso es la que conforma el plantel.

Pero cuidado. Lejos de parecer un plantel vulnerable, City Torque se presenta como un equipo peligroso, con una idea de juego clara, con chicos veloces y de buen pie.

Ante Fénix sorprendió su forma de jugar. La pelota va siempre por el césped. Uno, dos, tres, 10, 15 toques. No la pierden. Bajan el ritmo cuando es necesario. No tiran centros. Y como premisa salen siempre jugando.

Es un estilo. ¿Qué se corren riesgos? Lógico. Pero Marini los asume.

“Hay que perdonar el error porque ahí soy yo el responsable porque estoy generando un riesgo que para otros es innecesario y para nosotros es una forma de juego”, reconoció.

Marini reveló a Referí que no es complejo en el fútbol uruguayo lograr jugar al estilo que pretende.

“Hay un acostumbramiento del jugador mayor que llega que tiene que borrar ideas tradicionales y meterse en una situación que sorprende. Esto pasa por pregonar, insistir, trabajar mucho y tener al jugador convencido de que es la mejor opción. A pesar de momentos duros se siguió insistiendo, convencidos de que era el camino y hoy lo disfrutamos. Nos sentimos orgullosos de que el equipo juegue con una identidad propia”.

Consultado sobre si era consciente de que estaba instaurando una matriz o una cultura de juego en el club, Marini volvió a responder con humildad.

“No, la verdad que no. Bueno está bien, lo acepto, pero soy consciente de que disfruto lo que estoy haciendo y eso para cualquier trabajador es fundamental”, respondió. Cuando se le dijo que su sucesor se encontraría con esta forma de juego, expresó: “Bueno, tendrá menos trabajo (risas)”.

Marini agregó: “Yo siempre dije lo mismo: A mi me encantó ver el Mundial del 78. Menotti (el extécnico de Argentina campeón del mundo en 1978) tiene una forma de jugar absolutamente Guardiolista. Y luego llegó Bilardo y todos disfrutamos del Mundial del 86. Me parece que esa situación de diferencias es muy característica de los argentinos pero luego nos unimos en un punto y lo mejor es utilizar muchas cosas de todos. Tuve la oportunidad de trabajar con otro campeón del mundo como el Tolo Gallego, Y en el medio lo meto a un entrenador que para mí fue importante como Bielsa que lo tuve. Entonces lo que digo es que de todos se aprende y se sigue aprendiendo”.

Las charlas con Guardiola

Como premio por haber ganado el ascenso, Torque llevó a su plantel a conocer y entrenar en las instalaciones de Manchester City. Para el técnico Marini también resultó una experiencia nueva. Y, entre otras cosas, le permitió sentarse un rato a charlar y escuchar a Pep Guardiola, un técnico que deja una escuela instaurada.

“Con Guardiola hablamos, lógicamente que sí, pero él está muchos escalones por encima de lo nuestro. La promoción de una forma de jugar genera que se tengan muchos adeptos”, expresó Marini.

El entrenador reconoció que cuando se juntó a hablar con Pep, “lo escuché, porque da gusto escucharlo. Ver su exposición es notable. En definitiva lo que hace, porque nosotros tratamos de hacer una obra de teatro para que la gente disfrute y lo que hace Guardiola es maravilloso. La marca que dejó en Barcelona y está haciendo en el City es distinta a todo. Es extraordinario y da gusto verlo jugar. Nosotros coincidimos con esa idea siempre y no en vano tenemos esa línea de juego”.

La frase de Marini representa otra forma de transmitir respeto. Por los espectadores. En Uruguay, cuando un partido es malo, se dice que los que quieran ver espectáculo que vayan al teatro.

“El fútbol es un espectáculo, es el divertimento que genera más ingresos, entonces está bueno que la gente se sienta cómoda, que todos brindemos la posibilidad de que estén mejor, y creo que con buen fútbol se contribuye a que la gente concurra más a la cancha”.

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