La exposición Mary Quant en el Victoria & Albert Museum de Londres, hará un recorrido por el trabajo que esta diseñadora británica de 84 años impulsó entre 1955 y 1975, revolucionando no solo la moda, sino también el estilo de vida de las mujeres de la época.
Se trata de resaltar el trabajo de uno de los íconos de la moda más importantes de la decada de 1960. Porque ella, además de ser pionera en popularizar la mini-falda –en un período donde mostrar las rodillas era inimaginable para las mujeres– innovó en looks, estampados y materiales que marcaron un antes y un después en los oscilantes años 60 o swinging sixties.
En sus orígenes, Mary Quant se dedicaba –sin éxito– a vender en su boutique ropa de otros diseñadores. Luego comenzó a volcar sus propias creaciones en prendas de vestir, accesorios y cosmética, entre los que se destacaban los vestidos cortos, las botas altas, las mallas de colores, los cinturones a la cadera, los tops calados, los pantalones acampanados y el reconocido logotipo de la margarita.
Encargada de “liberar a las mujeres de las reglas que las hacían vestirse como sus madres”, Quant hizo de la alta moda algo accesible, según manifestó una de las mediadoras de la exhibición del Victoria & Albert Museum, Jenny Lister, quien además le atribuyó a esta diseñadora la influencia que la moda británica tiene en el mundo hoy en día.