Leonardo Carreño

Más competencia y menos Estado: la impronta económica del gobierno

El gobierno mostró sus intenciones en la materia pero tuvo que renegociar

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07 de junio de 2020 a las 05:00

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En las diversas apariciones públicas, como candidato y también como presidente, Luis Lacalle utilizó y defendió el concepto de libertad una y otra vez. En todos los rubros, también en la economía. Y más allá de la pandemia, en los primeros 100 días, el gobierno ha intentado imponer una impronta liberal y contraer la presencia del Estado en algunos sectores, aunque ha tenido que frenar y renegociar con otros integrantes de la coalición en algunos temas. 

“La intención, las creencias y el fondo ideológico del gobierno electo creo que se pueden percibir. Ya se empieza advertir una idea de retraer el Estado, de un giro hacia el liberalismo económico”, dijo a El Observador el doctor en Ciencia Política, Adolfo Garcé. 

Si bien el gobierno todavía no logró convertir en leyes sus intenciones, a través del proyecto de ley de urgente consideración –en plena votación- y otras iniciativas que ya están en el Parlamento, mostró su impronta. “No se sostiene más la situación imperante por la cual el ajuste es realizado por el sector privado”, dice en la apertura del capítulo económico de la LUC. 

Y ese proyecto de ley plantea varios temas que muestran las intenciones del gobierno y del presidente. En el capítulo económico del texto se plantea la creación de una regla fiscal, se cambia el régimen jurídico de las unidades reguladoras y se derogan y modifican diversos artículos de la inclusión financiera, entre otras cosas. 

“El proyecto tiene esa orientación de liberalización económica, de favorecer la rentabilidad de las empresas, de reducir el poder sindical, de favorecer el derecho de propiedad, de generar mejores condiciones institucionales para la estabilidad macro con la regla fiscal”, agregó Garcé. 

Y también está la intención de una retracción del Estado respecto al negocio de las empresas públicas. La desmonopolización de los combustibles, que finalmente se discutirá aparte, la apertura del mercado en el negocio de internet –que hasta ahora era de Antel– y con ello la defensa de la libre competencia que ha tenido diversas lecturas. 

Camilo dos Santos

Esa libre competencia ha sido defendida por varios integrantes del gobierno. Uno de ellos fue el ministro de Industria, Omar Paganini, que en el Parlamento aseguró que Ancap no tendría que tenerle miedo a la competencia. “¿Por qué queremos que haya competencia? Porque la competencia genera eficiencias, y la eficiencia hace que podamos bajar los costos. Nuestro planteo no es sacar el Estado sino darle alas para que vuele en la región”, dijo en la comisión del Senado. 

Paganini utilizó argumentos similares para defender la apertura del negocio de Antel de pasar de un monopolio a un “ecosistema de medios” con la telefónica estatal como centro.  Otro de los jerarcas que ha defendido esta postura es el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie. “No creo que la competencia debilite a nadie. La competencia fortalece a todo el mundo. Quedó demostrado que quienes compitieron mejoraron y se tuvieron que profesionalizar”, dijo entrevistado por Búsqueda. 

Diferencias en la coalición

La impronta liberal que el gobierno quiso imponer en los principales proyectos que envió al Parlamento tuvo algunos frenos en la propia coalición de gobierno. Tanto la desmonopolización de los combustibles como los cambios en Antel, que inicialmente iban en la LUC, serán tratados aparte en otros proyectos debido a que no todos piensan de la misma forma entre los partidos que están en el gobierno. 

“En lo económico el que tira más hacia el centro es Cabildo Abierto, es el único que desconfía de la apertura comercial, el más sensible al papel del Estado”, aseguró Garcé. El partido liderado por el excomandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, se opuso desde un primer momento a desmonopolizar el negocio de Ancap dentro de la LUC y propuso estudiarlo más en profundidad.

Esa postura, más estatista comparado con sus socios de gobierno, quedó plasmada en el Parlamento. “¿Quién me asegura a mí que la competencia va a rebajar el precio? Para nosotros que somos legos en la materia nos resulta imprescindible tener certezas. Esto no es como los Juegos Olímpicos, que es competir por espíritu competitivo. No, esto es por plata y el tipo que va a cargar combustible para salir a sembrar una chacra tiene que tener certeza de que eso va a salir más económico”, apuntó el legislador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech.

Con el tema de Antel, fue el Partido Colorado el integrante de la coalición que plantó cara. El dirigente colorado y subsecretario de Industria, Walter Verri, fue de los que festejó que el gobierno decidiera sacar el tema de la LUC y estudiarlo más en profundidad. “Los artículos referidos a Antel fueron desglosados de la Ley de urgencia. Celebramos la decisión, no los respaldamos y nos parecen inconvenientes”, escribió en Twitter el 11 de mayo. 

El gobierno ha mostrado sus intenciones en materia económica, pero tiene que lidiar con un abanico ideológico extenso dentro de la coalición. 
 

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