Mayoría del consejo directivo de Peñarol pidió que Gargano no juegue más en el club

Gargano habló el jueves en Las Voces del Fútbol que se emite por AM 1010, un día después de que los jugadores del plantel emitieran un comunicado explicando su postura en la negociación por sus sueldos con los dirigentes quienes a principios de abril los mandaron a seguro de paro producto de la pandemia del coronavirus.

"Quiero aclarar que no estamos pidiendo el 100%, eso en ningún momento se pidió, eso es mentira. Duele y molesta que pasen data que no es real", dijo el volante. 

"Hay gente que quiere jugar sucio. Si hablamos, vamos a sacarnos las caretas; esto es chiquito y todo se sabe. Me molesta que se quiera ensuciar a referentes, a gente que ya tenemos nuestra experiencia, que nadie nos regaló nada ni nadie le puso una pistola en la cabeza a nadie para que nos firmaran un contrato. Cada uno se gana lo que merece", agregó. 

Pero las declaraciones que molestaron profundamente a los dirigentes fueron aquellas en las que el jugador se refirió en forma general a los dirigentes acusándolos de buscar provechos personales en los cargos del club: “Hay gente que quiere favorecerse diciendo ‘estamos haciendo las cosas perfectas para el club’, porque dentro de poco hay elecciones otra vez y van a intentar ser electos o reelectos otra vez para presidente o vicepresidente o estar dentro de lo que es el club porque a ellos les sirve. Hay gente que está jugando las cartas sucias, está ensuciando a jugadores, porque esos jugadores no es que crean problemas, sino que quieren lo mejor para Peñarol y hay gente de la dirigencia que no quiere lo mejor para Peñarol, quiere lo mejor para cada uno”, manifestó el volante.

La propuesta de Peñarol fue pagar complementos al subsidio estatal del seguro de paro pero con ciertos topes para los sueldos más altos. Los jugadores presentaron una contrapropuesta: no cobrar ahora, pero establecer premios por objetivos y en caso de ser campeones uruguayos percibir todo el dinero que ahora no cobrarán.

Cuando uno de los periodistas del programa le dijo que un dirigente le informó que los jugadores ya cobran premios por objetivo y que la postura de los futbolistas no implica una renuncia al dinero sino una apuesta a ganar el Campeonato Uruguayo para percibir en ese caso el salario que ahora dejarán de percibir, Gargano dijo: "Cada uno tiene sus premios personales, individuales, y hay muchos que no tienen premios". Pero inmediatamente agregó: "El que te informa te está diciendo una mentira muy grande ¿Qué club paga premios por ser campeón en Uruguay? ¿Qué plata le da el fútbol uruguayo a Peñarol, Nacional o Defensor si salen campeones? Que me digan dónde están esos premios que quiero informarme. Tu informante está haciendo negocios con el club, no es un dirigente, un socio ni un hincha, está haciendo negocios con Peñarol". 

Las declaraciones corrieron como un reguero de pólvora entre los dirigentes que ese mismo jueves se contactaron con el presidente Barrera para pedirle una reunión urgente del consejo directivo. Sin embargo, el mismo se llevó a cabo en la fecha de siempre, los lunes. 

El presidente le pidió ese día, vía Zoom, la opinión sobre el tema a cada uno de los consejeros. Según pudo saber Referí, siete de ellos se mostraron partidarios de adoptar una sanción dura con el futbolista: rescindirle el contrato o separarlo del plantel principal. Los dirigentes que más mostraron su molestia fueron Isaac Alfie, Evaristo González, Pablo Torres (quien volvió al consejo directivo en marzo en el lugar que estuvo ocupando Alejandro Ruibal) y Marcelo Areco. También acompañaron esta postura Carlos Scherschener, Juan Antonio Rodríguez y Rodolfo Catino. 

Este último dijo este martes en Último al Arco que se emite por Sport 890: "Había 11 posiciones distintas, con matices, yo no voy a decir la mía porque no la voy a hacer pública. Por supuesto que había molestia con las declaraciones del jugador como probablemente haya molestia de los jugadores porque se filtró información del consejo directivo y eso nunca debería pasar".

"Un jugador del club no puede insultar a un dirigente, eso no pasa en ningún equipo del mundo sin que el jugador resulte sancionado, no pasa en ninguna empresa del mundo", dijo a Referí uno de los consejeros.  

Los que no están de acuerdo en que Gargano no juegue más en Peñarol fueron el presidente Barrera y los integrantes de la facción de Sentimiento 1891: Ignacio Ruglio, Álvaro Queijo y Gastón Diz, quien actuó como suplente de Eduardo Barbieri.

El fundamento esgrimido por estos dirigentes fue la defensa de los intereses del club, tanto en lo deportivo como en lo económico por lo que puede implicar rescindirle el contrato al jugador.  

El tema no fue sometido a votación porque Barrera pidió un cuarto intermedio que fue votado por unanimidad. El próximo lunes los consejeros volverán a analizarlo y el club ya se está asesorando jurídicamente sobre las posibilidades de cortar el vínculo con el deportista. 

Gargano ya había fustigado a los dirigentes el 28 de diciembre de 2018 cuando criticó la salida de Maximiliano Rodríguez y la dilación de las negociaciones para renovar a Lucas Viatri. Por eso entienden que el jugador reincidió en esta clase de comportamientos. 

También en su momento molestaron mucho en la dirigencia las declaraciones de Cristian Rodríguez en una conferencia de prensa en la que pidió que sacaran de la lista negra a algunos hinchas. El jugador pidió disculpas en la interna a los dirigentes pero no se lo obligó a hacerlo en forma pública. 

En la interna de Peñarol un grupo mayoritario de dirigentes es afín a dejar de tolerar este tipo de conductas, y el lunes pueden adoptar una decisión dura con uno de los referentes del plantel, quien se viene recuperando por segunda vez en el club de una rotura de ligamentos.