La imagen de Walter Gargano tendido en el césped del Estadio Centenario devuelve desde la tribuna el gesto de preocupación del hincha. El volante de Peñarol no suele quedarse en el piso, tomándose la rodilla y expresando dolor después de un golpe. Esta vez fue diferente, el choque con Matías Zunino, que se tiró con todo su cuerpo a defender una pelota, finalizó con un movimiento de la rodilla del futbolista aurinegro que le impidió seguir en el clásico y terminó con rotura de ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, según confirmó ni bien terminado el encuentro la sanidad aurinegra. El 22 de marzo de 2018 se había roto el ligamento cruzado de su otra rodilla ante Cerro en el Tróccoli, por lo que estuvo parado seis meses antes de regresar al fútbol.
La jugada ocurrió a los 42 minutos. Gargano y Zunino fueron por el balón, la pelota derivó a un costado y ambos hicieron lo que pudieron para disputar la pelota. Zunino, de manera muy poco ortodoxa y asumiendo riesgos para él y para su rival, se tiró de cabeza a cubrir el balón, y Gargano, que fue en una postura natural, de pie en la cancha. En el movimiento, el de Peñarol llevó la peor parte porque su pierna izquierda, con el pie apoyado en el piso, quedó atrapada entre el cuerpo del tricolor y el césped. Allí se produjo el movimiento que le provocó la lesión que lo sacó de la cancha.
El resultado: Peñarol perdió a una de sus figuras y esta situación no solo lo marcó para este partido sino para el cierre del campeonato, las posibles finales y para todo el primer semestre del año venidero, incluyendo la participación carbonera en la Copa Libertadores de América.
El futbolista es un jugador clave porque equilibraba el mediocampo como volante tapón delante de la línea final de cuatro y detrás de cuatro volantes. Es allí donde se siente más cómodo con espacios para los costados y en donde el fútbol le llega filtrado por los volantes. Este domingo era una de las piezas claves de Peñarol.
Gargano se retiró en camilla de la cancha hasta el banco de suplentes, y salió asistido por dos compañeros y saltando en una pierna desde allí hasta el vestuario.
En su lugar ingresó Guzmán Pereira.
El volante de Peñarol ya estuvo ausente durante 207 días entre el 22 de marzo de 2018 y el 19 de octubre del mismo año cuando sufrió rotura de ligamento cruzados en la pierna derecha. En aquella ocasión se perdió 32 partidos de los aurinegros y resultó una pieza insustituible para los aurinegros. En aquella ocasión también lo reemplazó Guzmán Pereira pero no consiguió dar la misma talla que Gargano.
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