Táctico, estudiado, metódico, cerrado, deslucido. En una sola palabra: clásico. Nacional y Peñarol empataron 0-0 por la novena fecha del Torneo Clausura en una igualdad donde el tricolor hizo el módico negocio de haber contestado el claro favoritismo previo de su rival y el aurinegro mantuvo su ventaja en las tablas del Clausura y la Anual.
Más que al fútbol, los protagonistas jugaron al ajedrez ignorando, como en el poema de Jorge Luis Borges, que fueron simples piezas y que sus movimientos obedecieron a los dictámenes de Martín Ligüera y Mauricio Larriera.
"No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada".
Nacional, tocado por la derrota ante Wanderers y el empate contra Rentistas, salió al Campeón del Siglo a intentar frenar el torrente de juego que propone Peñarol.
Ligüera apostó por dos líneas de cuatro bien compactas de modo tal de tener recursos suficientes por banda para que la conexión de laterales y extremos de Peñarol no le generaran superioridad numérica por afuera y abastecimiento a su centrodelantero.
En ese sentido, Nacional jugó unos excelentes primeros 30 minutos en los que Alfonso Trezza fue gran protagonista.
Jugando como volante externo izquierdo, el floridense tapó la subida de Giovanni González, asistió de cerca a Christian Almeida y llegó con profundidad por su sector.
El tricolor salió a morder (cinco faltas en los primeros 15' y una amarilla), a presionar a Peñarol sobre su zona de armado (la combinación de los volantes Jesús Trindade-Walter Gargano-Pablo Ceppelini) y a lanzar en largo para intentar desestabilizar a una defensa que suele pararse lejos del arco para intentar que el equipo sea protagonista.
Siguiendo a Borges -en la primera mitad de su poema-, Trezza fue la "torre homérica" de movimientos verticales; Felipe Carballo el "ligero caballo" que presionó en el medio y pisó el área con peligro (remate bloqueado por Juan Manuel Ramos); Gonzalo Bergessio el "rey postrero" de movimientos cortos y algo toscos pero a la vez temible en el área y severo en el balón dividido; Matías Zunino la "armada reina" que no funcionó, ni en sus movimientos verticales porque no fue profundo, ni en diagonal porque no cayó con peligro por sorpresa; Leandro Fernández el "oblicuo alfil" que metió una corrida peligrosa tras notable quite, maniobra y balón largo de Mathías Laborda. Y lo que tuvo de sobra Nacional fueron "peones agresores". Desde el golero Martín Rodríguez (las dos que tuvo que salvar, ambas en el primer tiempo, las salvó) a los cuatro defensores que se plantaron como leones: Armando Méndez, pese al caño que le tiró Ramos en el amanecer del segundo tiempo, Laborda, que fue gran figura, Diego Polenta, que disimuló en la cueva los grandes problemas que tiene a campo abierto y Christian Almeida, áspero, impasable en el uno contra uno y recio para trancar a un desarmado Facundo Torres hasta sacarlo de la cancha.
Pero lo de Nacional se quedó ahí. En esos primeros 30' donde obligó a Peñarol a salir compulsivamente en largo y donde además llegó con peligro sobre el arco rival.
Peñarol rotó piezas. Agustín Canobbio al extremo izquierdo, Torres al derecho. Walter Gargano tomó el control. Y el juego empezó a fluir. Antes Agustín Álvarez Martínez pivoteó lejos del arco y se inventó una media vuelta. Torres, de alfil, apiló a perfil cambiado y estrelló un palo. Ceppelini lo intentó con un tiro libre venenoso.
El segundo tiempo comenzó con un tablero favorable a Peñarol. Nacional cedió terreno, ya no salió a disputar la pelota a zona salvaje y se refugió en feudo propio como quien se recluye puertas adentro en rechazo al contacto con el mundo exterior.
Nacional quedó aferrado a su defensa. Siciliana, siempre en términos ajedrecísticos.
Pero Peñarol perdió el sentido. Primero tacto, luego olfato, finalmente gusto. Se diluyó en movimientos anodinos como las culminaciones de Canobbio o Ceppelini, se debilitó en recursos con la salida de Torres y no encontró respuestas con los cambios como ese peón que llega a la línea de fondo y es inmediatamente devorado.
Tablas. La del Clausura dice que Peñarol sigue cinco puntos arriba de Nacional cuando quedan seis fechas por disputarse.
Clausura | PTS | PJ | PG | PE | PP | GF | GC |
Peñarol | 20 | 9 | 6 | 2 | 1 | 17 | 6 |
Cerro Largo | 19 | 9 | 4 | 4 | 1 | 16 | 4 |
Wanderers | 17 | 9 | 5 | 2 | 2 | 14 | 11 |
Nacional | 15 | 9 | 4 | 3 | 2 | 12 | 9 |
City Torque | 14 | 9 | 4 | 2 | 3 | 18 | 14 |
Progreso | 14 | 9 | 4 | 2 | 3 | 7 | 5 |
Deportivo Maldonado | 14 | 9 | 4 | 2 | 3 | 10 | 11 |
Fénix | 13 | 9 | 3 | 4 | 2 | 13 | 12 |
Plaza Colonia | 12 | 9 | 3 | 3 | 3 | 14 | 11 |
Cerrito | 12 | 9 | 3 | 3 | 3 | 15 | 15 |
River Plate | 11 | 9 | 3 | 2 | 4 | 10 | 12 |
Liverpool | 11 | 9 | 3 | 2 | 4 | 8 | 10 |
Boston River | 10 | 9 | 3 | 1 | 5 | 17 | 22 |
Rentistas | 7 | 9 | 2 | 1 | 6 | 12 | 16 |
Sud América | 6 | 9 | 1 | 3 | 5 | 5 | 14 |
Villa Española | 2 | 9 | 0 | 2 | 7 | 7 | 23 |
La de la Anual lo tiene cuatro puntos encima del tricolor pero nuevamente empatado con Plaza Colonia.
Tabla Anual | PTS | PJ | PG | PE | PP | GF | GC |
Peñarol | 48 | 24 | 13 | 9 | 2 | 39 | 16 |
Plaza Colonia | 48 | 24 | 14 | 6 | 4 | 34 | 18 |
Nacional | 44 | 24 | 13 | 5 | 6 | 35 | 23 |
City Torque | 39 | 24 | 12 | 3 | 9 | 44 | 32 |
Cerro Largo | 39 | 24 | 11 | 6 | 7 | 36 | 26 |
Liverpool | 38 | 24 | 11 | 5 | 8 | 46 | 30 |
River Plate | 37 | 24 | 10 | 7 | 7 | 37 | 32 |
Fénix | 34 | 24 | 9 | 7 | 8 | 33 | 34 |
Wanderers | 34 | 24 | 10 | 4 | 10 | 26 | 27 |
Cerrito | 31 | 24 | 8 | 7 | 9 | 29 | 30 |
D. Maldonado | 28 | 24 | 7 | 7 | 10 | 21 | 33 |
Progreso | 25 | 24 | 6 | 7 | 11 | 20 | 31 |
Boston River | 23 | 24 | 6 | 6 | 12 | 31 | 41 |
Rentistas | 23 | 24 | 6 | 5 | 13 | 24 | 37 |
Sud América | 23 | 24 | 6 | 6 | 12 | 20 | 36 |
Villa Española | 10 | 24 | 1 | 7 | 16 | 20 | 49 |
Ambos entrenadores lamentaron no haber ganado pero resaltaron el valor ínfimo de no haber perdido. Pero a fin de cuentas, tal vez ni sepan que los caprichos de la pelota (el palo de Torres, las llegadas a tiempo de Dawson ante Trezza y Bergessio) están mucho más allá de sus designios.
"También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?"
Peñarol:
Kevin Dawson 6
Giovanni González 5
Carlos Rodríguez 7
Gary Kagelmacher 6
Juan Manuel Ramos 5
Jesús Trindade 5
Walter Gargano 6
Agustín Canobbio 5
Pablo Ceppelini 5
Facundo Torres 7
Agustín Álvarez Martínez 5
DT: Mauricio Larriera.
Nacional:
Martín Rodríguez 6
Armando Méndez 5
Mathías Laborda 7
Diego Polenta 5
Christian Almeida 7
Matías Zunino 4
Diego Rodríguez 5
Felipe Carballo 5
Alfonzo Trezza 6
Leandro Fernández 4
Gonzalo Bergessio 5
DT: Martín Ligüera.
Cambios en Peñarol: 72' Ignacio Laquintana (4) x Torres, 80' Nicolás Gaitán x Ceppelini y Valentín Rodríguez x Ramos
Cambios en Nacional: 60' Maximiliano Cantera (5) x L. Fernández y Brian Ocampo (4) x Zunino, 75' Joaquín Trasante x Carballo y 85' Camilo Cándido x Trezza
amarillas: Ceppelini, D. Rodríguez (ayudante técnico, desde el banco), Gargano, Dawson (P); Carballo, Trezza, Polenta, Zunino, Almeida, Ocampo (N)
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