Senadora Carmen Asiaín en el debate por la ley de urgente consideración

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Negarle a los padres enterrar a sus hijos sería "fascista", dijo Asiaín sobre críticas a proyecto que prevé entierro de nacidos sin vida

La iniciativa despertó críticas de quiénes consideran que hay vida fetal después de las 22 semanas; grupo de padres presentó otro proyecto que lo contempla
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17 de junio de 2021 a las 05:00

“Nacidos sin vida. Derecho de los progenitores a su inhumación” se titula el proyecto de ley presentado a principios del mes de junio por las senadoras Carmen Asiaín (Partido Nacional) y Carmen Sanguinetti (Partido Colorado). El proyecto comprende ocho artículos cuya principal intención es que todos los padres tengan derecho a inhumar a sus hijos a pesar de que hayan nacido muertos o hayan fallecido durante la gestación. Se estima que hay más de 300 casos por año en Uruguay.

Además, da la posibilidad de que aquellos que lo deseen puedan inscribir a su hijo con nombre, apellido, sexo si fuera identificable y la constancia de haber “nacido sin vida”. En otro orden, prevé que todos puedan hacer uso de la licencia especial por defunción de un familiar.

Hasta el momento a los fetos no se los puede nominar, se rotulan como “óbito fetal” y el apellido de alguno de los dos progenitores.

En la exposición de motivos de la ley las senadoras exponen los argumentos de una serie de psicólogos que aseguran que el entierro es una etapa necesaria del duelo. Además, señalan que el National Health Services de Inglaterra, lo recomienda. En diálogo con El Observador Asiaín defendió el proyecto e indicó que sigue la implementación de lugares como España y Nueva York.

El proyecto cuenta con detractores. Leonel Briozzo, jefe de maternidad en el Hospital Pereira Rossell y exsubsecretario de Salud del gobierno de José Mujica, dijo a La Diaria que el proyecto pretende llevar adelante una “agenda antiderechos” e ignora “el criterio científico".

Briozzo reparó en dos cuestiones. La primera es que se quiera eliminar el límite de las 20 semanas o 500 gramos y la restante es que se puede tomar la decisión con la opinión de un solo progenitor.

“A los efectos de hacer posible la inhumación o cremación del nacido sin vida, podrá cualquiera de los progenitores solicitar la expedición del certificado de defunción por el médico tratante, el que lo deberá emitir sin importar la edad gestacional o el peso del nacido sin vida”, determina el artículo 2 del proyecto.

En tanto, la organización Luz del Cielo redactó su propio proyecto de ley y visitó las bancadas de distintos partidos políticos para ponerlo sobre la mesa. Se trata de un grupo de madres y padres que sufrieron muertes perinatales y gestacionales, y generan conciencia para la atención, entre otras cosas.

La idea principal es que no haya que “derogar leyes” para que pueda tenerse en cuenta la nueva legislación, dijo Ana Clara Sánchez, integrante de la organización a El Observador.

El entierro (o su imposibilidad) está determinado por el artículo 4 del decreto N° 276/019 que reglamenta la ley que crea el marco normativo relativo a la expedición de certificados de defunción (N° 19628).

En entrevista con El Observador, Sanguinetti citó la tesis doctoral del PhD en Sociología y Antropología Paul Cassidy, que explicita que "la intensidad del dolor del duelo no se corresponde con el número de semanas". "Hay parejas que buscan (quedar embarazadas) más de siete años. Imaginate que después de siete años, con tratamientos, logran quedar embarazados y pierden el embarazo en esas condiciones. Ya sea en la semana 16 o 9, ese dolor puede ser infinitamente más grande que otros", expresó. 

De todas formas, afirmó que están dispuestas "a conversar y ver otros proyectos". También reconoce que "la organización referente en el tema es Luz del Cielo". "Lo que intentamos hacer fue plasmar los pedidos de los propios padres y de lo que hemos charlado con los psicólogos sobre el duelo. A mí el tema aleatorio de 20 semanas sí, 18 no, me hace ruido. Pero obviamente que estamos abiertos a estudiarlo y ver", explicó. 

En otro orden, el proyecto de Luz del Cielo pretende que los padres gocen de la licencia por maternidad y paternidad respectivamente. El proyecto de las senadoras de la coalición entiende que les corresponde la licencia de duelo por un familiar directo. Sanguinetti entiende que su propuesta es "un paso pequeño en la decisión correcta".

"A mí no me queda tan claro que tenga que ser licencia por maternidad. Sinceramente, pienso que hay una madre que se le muere un hijo de 5 años, 3 años o un año y medio y tiene tres días y una madre que pierde un embarazo tiene tres meses... La verdad que no lo veo claro. ¿Me parece suficiente? No, la verdad que no. Sería un tema para estudiar más", opinó. 

Un derecho de los padres

Asiaín opinó que no está de acuerdo en que se vuelva "a discutir cuándo empieza la vida. Si hay un aborto espontáneo había una vida en gestación que se murió, no lo niega nadie (…) Es para el que lo quiera y que lo necesite para su duelo. ¿Si es engorroso? Sí, puede ser. Quizás lo dirá el médico, él determinará si se puede separar de la placenta. Eso tiene que verse en la reglamentación, cómo se llevará esto a cabo. Pero que se atribuya una intención que no está en el proyecto me parece injusto”.

“Se considera como parte del duelo. En Uruguay existen los cementerios de mascotas. Entonces no comprendo esa resistencia a que haya una opción, para aquellos padres que lo quieren y lo necesitan, el querer enterrar”, criticó.

Agregó que le resulta “incomprensible” la resistencia de algunos médicos y psicólogos. “Solo hace falta una búsqueda en Google para darse cuenta de que se hace en todas partes del mundo”, indicó.

En lo que refiere al argumento de que existe “vida fetal” a partir de las 22 semanas de gestación, la senadora opinó: “Yo no estoy diciendo que hay personas, no estoy hablando del gestado, del feto o cómo se le quiera llamar. Estoy hablando del derecho de los padres a una inhumación que hoy tienen hasta los perritos. Disculpen que hable así tan crudamente, pero es que realmente parece de un régimen fascista el negar esto a padres que solo van a elegir esto si lo quieren”.

En los menores a 20 semanas, Claudio Sosa, presidente de la Sociedad de Ginecotología, dijo a La Diaria que pueden existir “problemas logísticos” a la hora de la remoción debido a su tamaño. A eso, la senadora contestó: “Hay algunos que son muy tempranos, como un coagulito, no me imagino que alguien quisiera hacer toda esta movida. Pero no voy a hacer yo quien se lo niegue”. La senadora se asesoró con los doctores Guido Berro y Carmen Gutiérrez para la formulación de este proyecto. 

Berro es médico legista y detalló que el límite de los 500 gramos surge de la definición de la OMS del término óbito fetal. Destacó que este límite "ha venido bajando", supo ser de 800 gramos, luego pasó a 600 gr. y actualmente es de 500. "Surge porque antes los fetos de menos de 500 gramos no eran viables, pero en el mundo hay casos de 400 gramos que han sido viables, depende del avance de la tecnología y la perinatología", desarrolló. Opinó que el límite "es un poco arbitrario".

Por otra parte, Briozzo entiende que permitir la inhumación por la sola voluntad de los progenitores puede dar lugar a situaciones de violencia psicológica hacia la mujer y tildó el proyecto de "antiderechos". 

A propósito de ello, la senadora colorada consideró: "No hay ninguna intención de tocar la interrupción voluntaria del embarazo (...) Los proyectos son perfectibles y mejorables y es atendible lo que planteó Briozzo en cuanto a un caso de violación (el médico planteó la posibilidad de que un violador reclame los restos del feto). Nosotras no pensamos ese caso. Estamos abiertos a mejorar y a escuchar. Lo que no me gusta es que haya dicho que es 'antiderechos'. Me parece que habló más como político que como médico. Quiero creer, porque si no, no sé (...) Que se lo tilde de 'antiderechos' me cayó muy muy mal". 

De todas formas, aseguró que se contactó con Briozzo para poder intercambiar opiniones al respecto. "Me da la impresión de que quizás no leyó el proyecto (...) o que hay algún tipo de confusión", señaló. 

Consultada sobre si en el caso de un aborto, el progenitor podría reclamar los restos del gestado, la senadora Asiaín consideró: “Yo me pregunto si eso se consideraría un nacido sin vida. No lo había contemplado porque la ley está pensada para abortos espontáneos cuando ocurren enfermedades o cuestiones así. Es cierto que no está excluido. Sería algo para tener en cuenta. Como en mí prima una ampliación de derechos y una libertad, yo no le cercenaría a nadie el derecho a poder inhumar a alguien propio. Sé que es delicado, pero no creo que sean la mayoría de los casos. Lo veo medio macabro. Sería muy difícil de instrumentar”.

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