AFP

Paranoico estilo de la política estadounidense

El atractivo de Robert F. Kennedy Jr. para los conspiracionistas supone una auténtica amenaza para Joe Biden

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08 de junio de 2023 a las 15:55

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Cuando Karl Marx dijo que la historia se repetía primero como tragedia y luego como farsa, él pudiera haber estado pensando en la familia Kennedy. El senador Robert F. Kennedy (RFK) fue asesinado en junio de 1968 en el ascenso de su carrera. Cincuenta y cinco años después, su hijo Robert F. Kennedy Jr. es uno de los principales teóricos conspirativos de EEUU y se está enfrentando a Joe Biden por la presidencia. RFK padre pudiera haber llegado a ocupar la Casa Blanca. A lo más que pudiera aspirar su hijo es a convertirse en un ícono de los ‘delirios’ de su época.

EEUU, como escribió Richard Hofstadter unos años antes de la muerte de RFK, padece de oleadas periódicas de paranoia. El historiador no explicó por qué EEUU era propenso a estas manías pasajeras, desde las teorías conspirativas antimasónicas de la década de 1820 hasta el terror rojo, o histeria anticomunista, de la década de 1950. Parte de ello debe de ser que EEUU es una nación forjada por credos, lo cual crea debates sobre el significado del contrato fundacional y la lealtad de la gente a él. En un país que se dice a sí mismo que está evolucionando hacia una unión más perfecta, seguramente cuando las cosas van mal debe ser por un secuestro. El subterfugio es un culpable mucho más glamoroso que "así pasa".

El EEUU de hoy se encuentra en medio de una de las olas de Hofstadter. Sus elementos más visibles están en la derecha. La campaña de Donald Trump para 2024 se basa en la premisa de que Biden le robó la presidencia en 2020. Si él gana el año que viene, habrá represalias. Tal es la influencia de esa teoría que sólo uno de los rivales de Trump por la nominación republicana — Chris Christie, el exgobernador de Nueva Jersey — tiene las agallas de contradecirla directamente.

En cambio, la visión del mundo de RFK Jr. se encuentra en todo el espectro. Se oye tanto en la contracultura liberal de Portland, Oregón, como en las reuniones de motociclistas del Día de los Veteranos. La esencia es que la ciencia está amañada en contra de los estadounidenses comunes: las grandes compañías farmacéuticas, aliadas con la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), crearon la pandemia de Covid-19 para aumentar sus beneficios y suprimir las libertades de las personas; el virus fue un arma biológica creada por un laboratorio financiado por EEUU; las vacunas mataron a más personas de las que salvaron; la violencia armada de EEUU ha sido impulsada por los medicamentos recetados, empezando por el Prozac.

Es fácil rebatir cada una de estas afirmaciones, pero eso sería perder su atractivo. Nuestros males deben ser el resultado de una intención malévola, no de un accidente.

Cuando las cosas van mal, algún grupo de personas debe tener la culpa. La teoría, en forma menos extravagante, también está presente en el campo republicano. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, promete luchar contra el "Estado de seguridad biomédica" y "elegir la libertad en vez del fauci-ismo" (por Anthony Fauci, el médico más reconocido de la pandemia).

Irónicamente, la campaña de Trump se ve perjudicada por la creencia de su base en esta teoría conspirativa. Él debería estar presumiendo de cómo su Operación Warp Speed produjo la vacuna en tiempo récord. Pero él ha caído en su propia trampa. Tras haber alimentado los ánimos de una base paranoica, él ahora es su prisionero. La palabra vacuna rara vez sale de su boca. Sin embargo, él está lo suficientemente orgulloso de ese récord como para no avivar la teoría de la conspiración. Lo cual deja una oportunidad para gente como RFK Jr.

No puede ser fácil ser el hijo de un ícono nacional como Bobby Kennedy, cuya muerte, junto con el asesinato de su hermano John F. Kennedy, en sí son objeto continuo de tramas especulativas. Pero el reconocimiento del nombre de RFK Jr. tiene sus ventajas. Es difícil imaginar que un teórico de la conspiración llamado John Smith obtuviera un 20 por ciento entre los votantes demócratas a las pocas semanas de declarar su candidatura.

También es difícil creer que Kennedy derrotará a Biden en la nominación. El presidente ha reajustado el calendario de las elecciones primarias demócratas para poner a Carolina del Sur en primer lugar, por delante de Iowa y de Nuevo Hampshire. Como en 2020, es muy probable que Carolina del Sur le otorgue a Biden una aplastante victoria. Sin embargo, los presidentes en ejercicio a veces pueden resultar heridos de muerte por este tipo de desafíos. En 1980, Jimmy Carter en parte fue derrotado por la candidatura de Ted Kennedy, el tío de RFK Jr. George H. W. Bush se vio perjudicado por la "pitchfork rebellion" (rebelión de las horcas) de Pat Buchanan en 1992. RFK Jr. pudiera ayudar a entregarle la presidencia a Trump.

Eso sería un extraño giro en el legado de su familia. No es una pequeña ironía que el padre y los tíos de RFK Jr. hubieran reprendido su visión del mundo. Sin embargo, de una extraña manera, él personifica la sociedad más solitaria de hoy en día, en la que la gente ha sustituido el mundo perdido de sus padres por uno confeccionado de chats grupales en línea. La idea de que una camarilla oculta debe ser la culpable de sus vidas atomizadas encontró una confluencia perfecta de factores en la pandemia.

Para algunos, el apellido Kennedy es una validación.

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