AFP

Pasajes están hasta 80% más caros que antes de la pandemia, ¿cuáles son las causas?

El principal motivo es la falta de oferta respecto a la demanda de los uruguayos, además, las aerolíneas se enfrentan a una suba en el precio del combustible

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28 de junio de 2022 a las 14:00

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En la última semana antes de las vacaciones de invierno, las agencias de viaje no tienen más plazas para vender dentro de los vuelos tradicionales de la época. Y aunque parezca una recuperación pronunciada del sector, la realidad es que el número de pasajeros que va a pasar por los aeropuertos será mucho menor al que se contabilizaba antes de la pandemia. 

Según operadores turísticos, esto se debe a la baja conectividad como consecuencia de la pandemia: Uruguay tiene un porcentaje menor de asientos disponibles respecto al año previo a la pandemia, pasó de 100% a 60%.

“No estamos trabajando bien porque faltan vuelos”, dijo a Café & Negocios el director de HiperViajes, Fernando Riva.

Sin embargo, las agencias aprovechan la subida de precios en los boletos de avión para recuperarse luego de dos años difíciles, porque —como consecuencia de la poca oferta que llega al país— los costos se dispararon. Según Riva, el precio de un pasaje de avión está entre 50% y 80% más caro (dependiendo del destino) que antes de la pandemia.

Tal como dijo el director ejecutivo de Toc Toc Viajes, Andrés Gil, la demanda se reactivó casi totalmente, y se topó con una oferta que sigue restringida. De las aerolíneas que operaban en el país en 2019, algunas bajaron su frecuencia de vuelos y otras se fueron. Entonces, la conectividad con varios países en el mundo bajó. Por ejemplo:

  • San Pablo: Latam y Gol llegaban con dos vuelos diarios, y ambas bajaron a uno.
  • Santiago de Chile: Latam llegaba con dos vuelos diarios y bajó a uno.
  • Río de Janeiro: Gol llegaba, y ahora no.
  • Miami: American Airlines llegaba, y ahora no.

El consultor de viajes de Global Crew Logistics, Fernando Velázquez, explicó a Café & Negocios que un motivo para la baja en la conectividad es la falta de personal: “Se están ajustando los vuelos por la falta de personal tanto en los aeropuertos como en la tripulación”. 

Durante la pandemia, las aerolíneas retiraron a todos sus pilotos que estaban en edad de prejubilación y jubilación. Y lo mismo hicieron con los aviones, retiraron los modelos antiguos. Entonces, las aerolíneas no pueden reaccionar tan rápido como reacciona la demanda, porque se enfrentan a una falta de recursos de todo tipo.

Según Velázquez, lo más preocupante en el momento es tener la mano de obra necesaria para operar, porque para ser comandante una persona debe tener entre 10 mil y 20 mil horas de vuelo.

“Cuando un mercado tiene una demanda que vuelve a su niveles originales pero la oferta no, es normal que los precios suban”, subrayó Gil.

Al mismo tiempo —e incentivando la suba de precios—, las aerolíneas se están enfrentando a costos crecientes en los combustibles por el aumento del petróleo, y estos son muy sensibles al precio del vuelo: representan el 60%. 

Los destinos más caros

Cuanto más largo el vuelo, más incidencia en el precio por el combustible”, sostuvo Riva. Entonces, Europa es el destino más sensible al aumento de precio. 

En 2019, en temporada baja, un pasaje ida y vuelta a España rondaba los US$ 800, y hoy no sale menos de US$ 1.200. En temporada alta, antes se pagaba US$ 1.500, y hoy puede llegar a salir US$ 3.000.

A nivel regional un destino muy caro es Asunción, que puede llegar a salir US$ 700. También Río de Janeiro, hacia donde se conseguían boletos por US$ 350 y hoy no bajan US$ 550.

Las proyecciones para la temporada

En 2019, Uruguay había alcanzado un pico de conectividad y agresividad comercial de las aerolíneas que había empujado los precios hacia abajo. Hoy en día, la situación a la que se enfrentan las aerolíneas hace difícil que vuelvan esos precios.

“No somos muy optimistas de cara al futuro cercano”, afirmó Riva. Para él, llegar a la conectividad que había previo a la pandemia va a costar entre uno y dos años.

Por su parte, Gil espera que para la temporada alta —de octubre en adelante—, algunas aerolíneas empiecen a recomponer su oferta y que para fin de año ya alcance el 75% de lo que era. Sin embargo, entiende que depende de las decisiones de las aerolíneas: las capacidades financieras y logísticas de las empresas de viajar a Uruguay, y su voluntad de volar a un mercado de tercer orden.

Para concluir, Velázquez considera que se va a ir restableciendo gradualmente la conectividad para llegar a los niveles anteriores a la pandemia.

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