Caen los dólares paralelos y se disipa la posibilidad de una devaluación en el corto plazo

Economía y negocios > Paz cambiaria

Por qué el dólar blue y los dólares financieros bajaron más de $100 en febrero

Ni el debate por la dolarización ni los rumores de una próxima devaluación han logrado sacudir la calma en el mercado cambiario en lo que va del mes
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23 de febrero de 2024 a las 09:07

Aunque el Gobierno mantiene viva la meta de la dolarización, las cotizaciones de los dólares alternativos continúa en baja en lo que va del mes de febrero. Tanto el blue -el dólar billete que se negocia informalmente-, como los dólares fiancieros -el MEP y el contado con liquidación (CCL)- muestran una sorprendente calma que tampoco se ve afectada por los rumores, siempre vigentes, de una futura devaluación, ni por las noticias que llegaron ayer desde la Bolsa de Comercio de Rosario, que descartó definitivamente la posibilidad de una “súper cosecha” de soja por la ola de calor de fines de enero. 

Esta especie de paz cambiaria se explica por un renovado apetito por los instrumentos que ajustan por inflación, sumado a una buena oferta de dólares en el mercado financiero y algunos resultados que el Gobierno pudo mostrar en los dos meses de gestión.

El dólar blue cerró este jueves a $1085 y retrocede $110 en lo que va de febrero. El dólar MEP, por su parte, finalizó el día a $1054,78 y baja más de $120 en el mismo período. El CCL terminó la rueda en $1095,03 y pierde $154 en el mes. Al analizar los últimos cuatro años, los valores del dólar financiero son mínimos en términos reales.

“La baja del tipo de cambio implícito no se detiene. Entre los factores explicativos se encuentran la suscripción de bonos Bopreal por parte Templeton, que da una señal positiva, pero también la constante oferta de dólares por parte de los exportadores, el flujo futuro esperado de la cosecha gruesa que aún no comenzó y los avances en materia fiscal del mes de enero”, sostuvo Gustavo Neffa, de Research for Traders, al portal TN.

Par Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, la clave está en la demanda: según su argumento, el Gobierno ratificó que antes de dolarizar buscará generar las condiciones para hacer ese cambio, y eso, sostuvo, dilata las expectativas de otra devaluación en el corto plazo. En ese contexto, las previsiones de una inflación más alta por más tiempo impulsan la demanda de instrumentos en pesos que ajustan en función de los precios.
“Una cosa es que digan que van a dolarizar antes de hacer el ajuste fiscal, con todos los precios relativos desordenados, el balance del Banco Central con reservas netas negativas y sin estabilizar. Otra, es que digan que van a dolarizar después de eso. Últimamente, están reforzando la segunda cuestión”, explicó Caamaño.

Para el especialista, esta situación, y la falta de una fecha para la salida del cepo -“aunque está en claro que no va a ser en el corto plazo”-, ubica las expectativas del lado de que “la inflación le gane a los dólares financieros, además del oficial. Entonces, hay apetito por UVA y CER, cae la demanda de dólares y además hay oferta sostenida de contado con liquidación porque un 20% de las exportaciones entran por allí”.

¿Cuánto durara esta paz cambiaria?

Acostumbrados a los cimbronazos cambiarios, tanto los grandes inversores como los minoristas miran con desconfianza y se preguntan cuánto tiempo puede durar esta tendencia.

“Hay que ver cómo maneja el Gobierno la convergencia de todas las variables al evento de la unificación o hasta cuándo posponen la unificación. Lo cierto es que el CCL tiene esta volatilidad, sobrereacciona. Ya lo hizo en diciembre, cuando la brecha llegó a 7% u 8% y después, en menos de un mes, se fue a casi 60%”, consideró Caamaño.

Para Consultatio, hay cinco factores que pueden contener la escalada: la colocación del bono en dólares a los importadores, que este jueves completó la segunda serie; la menor cantidad de pesos por el ajuste monetario; el freno en la actividad económica; la estacionalidad, ya que en febrero y marzo no suele haber una demanda muy alta de dólares; y el dólar exportador, en la antesala de la cosecha gruesa.

Del otro lado, hay cinco factores que podrían presionar al alza del tipo de cambio financiero: la cotización se encuentra en mínimos desde diciembre de 2019; la inflación todavía puede volver a acelerarse; las tasas reales en pesos son muy negativas y favorecen la dolarización de los ahorros; el inminente fin de la “luna de miel” con el nuevo Gobierno y la retórica dolarizadora del Presidente.
 

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