La protección solar es fundamental en verano, cuando la radiación ultravioleta alcanza su máximo nivel, aunque es una práctica que debería extenderse todo el año. Las dermatólogas de la Sociedad de Dermatología del Uruguay Sofía Nicoletti y Alejandra Larre Borges visitaron el parador de El Observador, invitadas por Dermaglós, para desterrar mitos con respecto a este tema y a concientizar sobre la importancia del cuidado de la piel.
¿Cuáles son los efectos que tienen los rayos UV en el cuerpo humano?
Sofía Nicoletti (S.N.)- Los efectos los podemos clasificar en efectos a largo plazo y a corto plazo. Los efectos a corto plazo son el eritema, la quemadura solar, el ampollarse, que después continúa con una descamación –conocido como “pelarse”–.
Alejandra Larre Borges (A.L.)- A mediano plazo se reactivan herpes –porque producen una disminución de la inmunidad– sobre todo a nivel de la piel, de la cara. Y después también tenemos efectos a largo plazo, que el más grave es el cáncer de piel. Otros efectos que tienen de menor relevancia son las manchas y los cambios de coloración de la piel, y las arrugas. A largo plazo, la exposición a la radiación ultravioleta puede generar disminución de defensas y activación de enfermedades autoinmunes, como el lupus.
¿Qué factor de protección solar es el recomendado?
A.L.-El factor de protección solar señala la dosis de energía que se necesita para producir eritema, o un enrojecimiento de la piel. Un factor de protección solar 15 (FPS) nos da un 95% de protección, con un FPS 50 estaríamos hablando de 97-98%. Y más allá del 97-98%, tampoco hay mucho más para llegar al 100%. Entonces, salvo las personas que tienen enfermedades como melanoma, fotosensibles o lupus, alcanza con un FPS 50.
También debe ser de amplio espectro, porque también debemos cubrirnos de la UVA (antes se pensaba que era solamente la UVB que producía cáncer de piel), hace años que ya se sabe que no. Y lo ideal sería que fuera resistente al agua.
¿Cada cuánto hay que replicarlo?
S.N.- El protector hay que reaplicarlo cada 2 horas o 3 horas, como máximo. No es “me pongo protector solar y me olvido”. Parte del protector solar que se tiene que absorber en la piel, por eso aconsejamos ponerlo media hora antes de la exposición solar. Si nos metemos en el agua o si transpiramos mucho hay que recolocarlo cada 40 minutos, o cada 80 si fueran muy resistentes al agua.
¿A partir de qué edad se puede aplicar protector solar?
A.L.- El protector solar se puede utilizar a partir de los 6 meses de edad.
S.N.- Igual, en los niños mayores de 6 meses se trata de complementar y de ponerlo en la zona donde no podemos cubrir con ropa. La protección física, que es la ropa, es lo ideal siempre. El protector solar no es que nos detenga 100% los rayos, si no hubiésemos descubierto el problema del cáncer de piel y no es así. De hecho, si nos ponemos protector solar y algo nos vamos a broncear, es inevitable. Entonces, el concepto es colocar el protector solar en las zonas que no podemos cubrir la piel, sobre todo cuando hablamos de niños, que es el principal grupo etario que tenemos que proteger para evitar un cáncer de piel cuando sean grandes.
¿Se puede usar un protector solar vencido?
A.L.- Los protectores solares son medicamentos: si se vencen, no se pueden utilizar. E idealmente hay que utilizar el del mismo año y no el del año pasado, porque pueden variar sus componentes.
Uruguay es uno de los países con mayor incidencia y mortalidad del cáncer de piel. ¿Qué se está haciendo al respecto?
S.N.- Por lo que sabemos que Uruguay es el país Latinoamérica con mayor incidencia y mortalidad de cáncer de piel, tenemos cifras alarmantes. Tenemos que hacer algo, no podemos ser expectantes y seguir año a año a ver cómo aumenta la incidencia y la mortalidad. Tenemos que usar esas cifras en políticas de salud, que hasta ahora no hemos tenido. Desde la Sociedad de Dermatología del Uruguay estamos trabajando en un proyecto de prevención de cáncer de piel que está en vías de estudio, de análisis. Hoy se encuentra en la Comisión de Salud de Diputados y básicamente tiene cuatro pilares: el primero es la protección solar en los trabajadores que tengan una exposición solar laboral, ya sea en el ámbito público como privado. Otro punto importante es la protección de los niños, y no hablamos solamente de los niños que van a la playa, hablamos de los niños durante todo el año, en las actividades deportivas, en los campos deportivos, en las escuelas, en los colegios; no podemos tener un patio sin sombra. También es fundamental enseñarles las medidas de protección solar.
A.L.- Buscamos la regulación del uso de camas solares, que en nuestro país no tienen ninguna regulación. Son una bomba de radiación ultravioleta, y son consideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como carcinógenos, o sea, sustancias que producen cáncer, al igual que el humo de tabaco, están en la misma categoría y la gente no sabe que son malas. Entonces desde la Sociedad de Dermatología del Uruguay, proponemos que estén prohibidas para menores de 18 años y que haya un anuncio fuerte sobre su uso en mayores de 18 años, una advertencia y un consentimiento en relación a que son altamente generadoras de cáncer de piel. En el cuarto punto nos referimos entonces a la exoneración del IVA a los protectores solares con factor de protección solar mayor de 30 y tamaño corporal. ¿Por qué es importante esto? Para que haya mayor accesibilidad a los protectores solares.
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