Diego Battiste

Productora de cannabis medicinal: “Antes sentíamos que el gobierno era un enemigo; ahora es un aliado”

Andrea Kruchik, fundadora de la empresa YVY, habló de impulsar el acceso de los uruguayos a medicamentos de cannabis y de la necesidad de un “switch mental”

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21 de enero de 2021 a las 05:03

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Cuando el problema viene desde adentro, las soluciones parecen emerger con más facilidad o por lo menos con más fuerza. Eso le pasó a Andrea Kruchik, que en 2018 decidió apostar a la industria del cannabis medicinal a raíz de la enfermedad autoinmune de su esposo, Kevin Nafte.

Más allá de que su empresa –a la que llamó YVY Life– fue fundada gracias a esto, los dos sabían que estaban entrando en un rubro con claras perspectivas de crecimiento. Por eso, a la empresaria no le sorprende que durante el 2020 las empresas cannábicas hayan seguido creciendo, sino que simplemente repara en que lo extraordinario es haberlo hecho en medio de una crisis.

En el caso de la compañía, trabajan con un foco claro en el triple impacto: social, medioambiental y en los pacientes. Si bien Kruchik entiende que la mayoría de las empresas que integran el sector suelen trabajar responsablemente, también hay algunos “oportunistas” que se suben a la ola con el fin de aprovechar el crecimiento del cannabis en Uruguay. “Esto no está mal, siempre y cuando se haga como se debe hacer”, explicó.

Por otro lado, Kruchik reconoció que el actual gobierno viene teniendo claras intenciones de impulsar la industria, para ayudarlos a dar el salto. De igual modo, comentó que no basta con el apoyo del presidente y del prosecretario, sino que sería necesario la ayuda de todo el sistema de salud para seguir impulsando medidas de avanzada.

Más allá de que las proyecciones son buenas, y el día de la cofundadora se va en resolver cuestiones corporativas, en el medio recibe muchos llamados con la misma pregunta: “¿Qué remedio de cannabis medicinal me recomendás?”. Sin embargo, al no haber un marco normativo al respecto que regule el mercado, es muy difícil dar una respuesta. Eso es lo que buscarán impulsar este 2021.

¿Cómo repercutió el crecimiento de la industria en su empresa?
Este es un sector al que apostamos, previendo que iba a tener un crecimiento exponencial. Creo que la sorpresa fue que hubo una crisis mundial en el medio junto a la caída de todos los mercados, pero las empresas chicas en Uruguay no se vieron afectadas. En nuestro caso, esperamos que este año las ventas se dupliquen porque este crecimiento exponencial va a continuar. Además, en la medida que el gobierno siga apoyando la industria con decretos y reglamentaciones de leyes que están pendientes, este crecimiento seguirá.

Allá por 2018, emprendedores del sector entre los que usted estaba, reclamaban más apoyo por parte del Estado. ¿Con la nueva administración esto se logró?
Hay un claro apoyo del lado del gobierno. Antes sentíamos que el gobierno era un enemigo, ahora es un aliado. Pero ni el prosecretario ni el presidente pueden hacer todo, pueden mostrar su apoyo y bajar lineamientos pero precisamos que los mandos medios en salud pública –que vienen del anterior gobierno– hagan el switch mental. Hay gente que tiene que entender que en el cannabis medicinal, está la oportunidad del siglo para Uruguay. 

¿A nivel social cómo ve la aceptación del cannabis medicinal?
La sociedad uruguaya ya entendió hace rato la importancia de esto. El mercado más creciente de cannabis no son los pibes de 20 años, es la gente de 55 y más años. Eran los más negados pero hoy en día ven todos los beneficios. 

La manera de trabajar en YVY es en base al triple impacto. ¿Esto ocurre en el resto del sector?
Como en toda industria, que presenta oportunidades, ves de todo. Ves  gente que está porque ve el impacto que puede generar, y después están los oportunistas. Son los que ven el potencial del negocio y quieren aprovechar. Esto no está mal, siempre y cuando se haga como se debe hacer. 

Diego Battiste

¿Esos oportunistas se terminan consolidando?
En este sector, y en este momento, vemos mucha consolidación. Tenés gente que viene de varios mercados, porque casi ninguno es del rubro cannabis, y se unen a empresas más chicas para generar un impacto más grande, mientras también se consolidan. Como también ves oportunistas que van y plantan 100 hectáreas de cáñamo y se les pudre todo. Ahí les cae la ficha de que precisan trabajar con gente que sepa del rubro. 

En este mismo sentido, ¿hay mucha competencia entre las empresas?
Hoy en día, personalmente, no veo que haya competencia en Uruguay. Porque el mercado es muy vasto, y en todo caso hay una especie de colaboración entre los actores del rubro. También hay mucho lugar para seguir colaborando y generar sinergia. A nivel internacional, nuestra competencia más grande es Colombia que -por ahora- no puede exportar flor, lo que nos deja un lugar para poder repartirnos la torta. Es decir, unos exportan aceites, extractos  y otros la flor.  Creo que a Uruguay le falta aprovechar algunas oportunidades y empezar a vender productos que ya estén prontos. Eso nos permitiría seguir creciendo y, junto con el apoyo del gobierno que lo tenemos, sería muy factible hacerlo. Hay que también conversar con las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP), para que nos brinden una mano. 

¿Entonces cree que a nivel general se desaprovechan oportunidades?
Es una industria nueva y es complicado regularla, en todos lados. No considero que seamos peor que el resto: tenemos una ley que nos permite hacer muchas cosas pero nos trancamos en temas burocráticos, que se podrían resolver de forma más dinámica. Pero uno siempre es crítico con su país, porque siempre esperamos más. Vamos bien. Somos el mayor exportador de flores del mundo y exportamos US$ 7 millones. Esos son hitos de los que no hablamos porque nos quejamos más que apreciar lo logrado. 

¿Qué objetivos tienen en YVY para 2021?
Va a ser un año bastante ambicioso. Queremos empezar a cultivar cannabis psicoactivo; tenemos un proyecto en estudio sobre genética que estamos empezando. Pero lo más importante que queremos empujar es el acceso de uruguayos a medicamentos de cannabis medicinal. Siempre hablamos de que, si bien la oportunidad está en la exportación, para nosotros es muy importante darles acceso a los pacientes locales. Empezamos esta compañía porque mi marido tiene una condición autoinmune, para la cual el cannabis medicinal es muy bueno, pero llevamos tres años tratando de conseguir este tipo de medicamentos sin éxito. Es muy insólita la situación. Y a nivel personal, quiero poner más esfuerzo este año. Con las buenas prácticas recomendadas que hay, más una correcta regulación del MSP, se puede terminar con este tema y evitar que los pacientes sigan haciendo productos ilegales, que no sabemos de qué calidad son.  La postura es que solo laboratorios internacionales pueden producir, pero creo que si bajamos un poco más la vara, todos ganamos. Nos llaman muchos pacientes y nos piden productos o nos preguntan cuál recomendamos pero la respuesta siempre es negativa, porque capaz que va a un productor ilegal y la calidad no es buena.  Precisamos el aval del MSP en este tema, para poder avanzar.  Este tema es urgente, y nos gustaría como YVY ser de los primeros que saquemos este tipo de productos.

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