Diego Battiste

Qué decían los dirigentes de la coalición sobre el aumento de tarifas cuando eran oposición

Las tarifas públicas volvieron al centro de la discusión y fueron el origen de la primera "rispidez" en la transición entre el gobierno entrante y el saliente

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03 de diciembre de 2019 a las 17:15

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Llega fin de año y el gobierno anuncia el aumento de las tarifas. La ciudadanía protesta, la oposición cuestiona la decisión, e incluso referentes del oficialismo se suman al reclamo colectivo. Luego llega enero, el anuncio se concreta, y con el paso de los meses se enfría la discusión. Este ciclo se repitió en los últimos cuatro años: la definición sobre la política tarifaria fue uno de los temas que más dividió a dirigentes del oficialismo y de la oposición durante la administración del presidente Tabaré Vázquez.

Con la mira en la asunción de Lacalle Pou en marzo de 2020 –lo que supone la inversión de los roles de los dirigentes oficialistas y opositores– las tarifas públicas volvieron al centro de la discusión y fueron el origen de la primera "rispidez" en la transición entre el gobierno entrante y el saliente.

"Es un tarifazo para tapar el agujero que generó el gobierno del Frente Amplio", había dicho Luis Lacalle Pou en diciembre de 2016, cuando el Ministerio de Economía anunció que subiría las tarifas públicas el 1° de enero de 2017. El senador líder de la oposición expresó entonces en su audición radial que la decisión del Ejecutivo podía ser catalogada como "tarifazo" porque no estaba "cobrando el servicio público" sino que estaba cobrando "de más" y usándolo como un "instrumento financiero".

Danilo Astori, el titular del MEF, se defendió y dijo en esa oportunidad que "de ninguna manera" se podía hablar de un "tarifazo", e insistió en que la medida que adoptaría el gobierno era "una actualización por inflación en términos promediales". 

En la actual administración, el ministro Astori y su equipo de asesores se apegaron al término "consolidación fiscal" y evitaron la palabra "ajuste". El argumento principal de la cartera se mantuvo en todo el período de gobierno: los jerarcas alegaban que la suba de tarifas estaba en línea con el aumento del costo de vida. Sin embargo, la oposición se aferró a una de las promesas centrales de campaña de Vázquez, quien había prometido durante la campaña que los impuestos no aumentarían. 

La puja entre "tarifazo" y "consolidación fiscal" se produjo apenas asumió el mandatario. En mayo de 2015, el senador Lacalle Pou convocó a los referentes del MEF al Parlamento para que dieran explicaciones sobre varias medidas adoptadas, entre ellas el supuesto uso de las tarifas públicas con fines recaudatorios, para de esa forma poder disimular algunos números.

La oposición volvió a ponerse de punta contra el gobierno en enero de 2016, cuando decretó el aumento cercano a 9% de las tarifas de UTE y Antel. "Es un ajuste heredero de 10 años de inconducta fiscal. ¡De mal gobierno!", escribió el senador nacionalista Jorge Larrañaga, quien –según supo El Observador– será designado ministro del Interior por Lacalle Pou. 

Pasó un año y las tarifas volvieron a ser el centro de discusión de los dirigentes políticos. En diciembre de 2016, el gobierno anunció que en enero de 2017 volvería a aumentar las tarifas. Esta decisión fue criticada incluso por dirigentes del Frente Amplio, entre ellos el diputado de la lista 711 Felipe Carballo, quien definió esta disposición como "un tarifazo terrible" que hacía caer "el ajuste fiscal sobre la espalda de los trabajadores".

Leonardo Carreño

De los referentes de la oposición, Lacalle Pou fue uno de los más críticos ante la medida anunciada por la administración de Vázquez: "Las tarifas caras dificultan el impulso a la economía nacional. Tapan despilfarro del gobierno. Se necesita austeridad y eficiencia", escribió el presidente electo en Twitter. 

En paralelo, los directores de la oposición en las empresas públicas se reunieron con los senadores blancos y colorados para transmitirles que el ajuste tarifario, a su entender, no era necesario y que como el dinero iría a Rentas Generales, la medida solo serviría para "hacer caja". 

Un año después, en diciembre de 2017, la discusión se reavivó cuando el gobierno anunció que volvería a aumentar el valor de las tarifas. El senador del Partido Independiente Pablo Mieres, eventual ministro de Trabajo de Lacalle Pou, definió como "una paradoja" la decisión del gobierno.

"Por un lado nos dicen que no tienen más remedio que aumentar las tarifas y por otro presentan un proyecto como el de los cincuentones", valoró Mieres, quien este martes escribió en Twitter que la decisión de no aumentar en enero de 2020 "es contradictoria con la política económica que ha seguido el gobierno del FA". 

En el mismo sentido se expresó el futuro secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, entonces senador. "Estoy espantado y preocupado. Es un mazazo para la gente", dijo, y consideró que el gobierno debería argumentar en el Parlamento por qué había vuelto a aumentar las tarifas. 

Lo que originó la discordia

La administración encabezada por el presidente Tabaré Vázquez anunció en julio que no subiría las tarifas en enero de 2020 y este lunes, el ministro de Industria, Guillermo Moncecchi, ratificó la decisión. Para Lacalle Pou, esto supone que no pueda ahorrar US$ 400 millones de los US$ 900 millones que había prometido ahorrar en el primer año de su gestión.

Álvaro García, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y uno de los referentes designados por Vázquez para la transición entre gobiernos, desestimó este reclamo y dijo que si Lacalle Pou quisiera, podría hacer el ajuste cuando asuma. "Si nosotros consideramos que hay un cambio de gobierno el 1º de marzo, y el gobierno electo obviamente va a tener toda la libertad que le atribuye la Constitución y las leyes para tomar las decisiones que tiene que tomar, si entiende que tendría que haber un ajuste de tarifas, se podría realizar", expresó este martes en radio Sarandí. 

García también señaló que la decisión de ajustar las tarifas cada enero "se fue generando mediante costumbre" y, si Lacalle Pou quisiera, podría hacerlo apenas asuma. El jerarca de la OPP sostuvo que de este modo solo se resignaría al ahorro de dos meses, por lo que a su entender está "sobredimensionada" la cifra que manejó el presidente electo. 

La futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche, solicitó a García una reunión de carácter urgente y pidió explicaciones al gobierno. "Hoy vinimos a entender el porqué de la decisión de no aumentar las tarifas púbicas en enero. Aquí hay un equipo y un gobierno diferente que comienza el 1° de marzo y nos parece que corresponde tener opinión en el tema”, señaló en conferencia de prensa. 

Diego Battiste

Qué pasó durante el último período de gobierno (2015-2020)
El gobierno actual ha ajustado sistemáticamente las tarifas cada enero. En este período, aplicó ajustes por encima y por debajo de la inflación en contadas ocasiones. En enero de 2015, (antes que asumiera la segunda administración de Tabaré Vázquez), las tarifas de UTE aumentaron 6,9% en promedio y OSE lo hizo en 9,2%. En tanto, hubo bajas de 3% en el precio de la nafta de 3% y de 5,8% en el caso del gasoil. La inflación en 2014 había cerrado en 8,3%.
En enero de 2016 y luego de varios años sin cambios, Antel aumentó su tarifa acompañando el cierre anual del Índice de Precios del Consumo de 2015 con una ajuste 9,44%. En el caso de UTE y OSE el alza fue de 9,85%. Los combustibles habían subido entre 5% y 7% seis meses antes. Esta fue una de las primeras medidas antipáticas que debió tomar el actual gobierno para buscar un mayor aporte de las empresas públicas al resultado fiscal. La meta quinquenal era que los entes estatales elevaran en 1 punto del PIB (de 2,3 a 3,3 puntos del PIB) su desempeño respecto al período 2010-2014 (de José Mujica) para cerrar el 2019 con un aporte de unos US$ 600 millones. 
En 2017, los ajustes prácticamente acompañaron la inflación anual de 8,1%. En el caso de UTE el aumento fue de 7,5%, Ancap y Antel 8% y OSE 8,2%.
El año pasado, los incrementos fueron dispares. La inflación tuvo un cierre anual de 6,5%. Antel y OSE ajustaron ese porcentaje, UTE lo hizo por debajo (3,2%) y Ancap aplicó uno diferencial de 9,8% para la nafta y 4,8% para el gasoil. A mediados de año, dispuso otra suba, pero solo para la nafta.
Finalmente en enero de este año, los precios de UTE, OSE y Antel crecieron, pero por debajo del IPC de 7,96%. Ancap no modificó los precios de los combustibles ni tampoco lo hizo a mediados de año. Por lo tanto, si el gobierno cumple con su decisión de no aumentar las tarifas hasta marzo del año que viene habrán pasado 15 meses (salvo el caso de Ancap) sin que las tarifas tengan ajustes. En enero, además de ajustar los salarios de lo funcionarios públicos se ajuste el Imesi, ambos por la evolución de la inflación del año anterior. Este impuesto tiene un peso en la tarifa de las naftas del 43%. 
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