Con sus quites, su buen pie y su presencia ofensiva con asistencias y golazos, Christian Oliva fue la revelación y la figura de Nacional en el primer semestre del año. El juvenil ascendido por Alexander Medina sorprendió por sus condiciones y por su madurez en sus primeros partidos, lo que lo convirtió en un titular indiscutido del entrenador, quien mantiene su confianza en su jugador hasta el día de hoy.
El volante de 22 años disputó todos los partidos y todos los minutos de los 10 encuentros que los albos disputaron por la Copa Libertadores, los cuatro por las fases previas y los seis por la fase de grupos, si bien en el último –ante Estudiantes de La Plata- se fue expulsado en los descuentos. En ese torneo hizo un gol, ante Santos en la derrota 3-1 en Brasil.
En tanto, en lo que va del la actividad local, contando Apertura, Intermedio y Clausura, lleva disputados 20 partidos, de los que en 16 jugó los 90 minutos. Marcó dos goles, ante Liverpool y ante Boston River, ambos en el Apertura
Y en la actual Sudamericana ha jugado 180 minutos: 90 en el 1-0 ante Sol de América en el Parque Central y 90 ante San Lorenzo, en el último partido en Buenos Aires donde los argentinos ganaron 3-1.
Los números confirman que es parte de la columna vertebral del Nacional de Medina.
Pero en el actual comienzo del semestre, el rendimiento de Oliva no ha sido igual al desplegado en sus primeros encuentros.
El mismo jugador lo reconoció. "Creo que hace algunos partidos que no estoy mostrando mi mejor nivel, pero son rachas, estoy tranquilo y siempre pensando en mejorar", dijo la semana pasada en el programa Tuya y mía de radio El Espectador.
Se debe tener en cuenta que en sus primeros meses el rendimiento del volante fue muy alto, tanto que ya fue transferido a un grupo empresarial y es un hecho que a fin de año cambiará de equipo. Ahora pasa por un momento aceptable, pero discreto en comparación a lo que mostró.
Uno de los factores que puede explicar su cambio puede ser la variante que ha tenido el sistema táctico de Medina, que comenzó con un doble cinco y que ahora tiene una línea de tres volantes con Oliva como central.
En los primeros partidos del año, Oliva jugaba en el doble cinco junto a Santiago Romero. Luego también lo hizo junto a Diego Arismendi. Eso le daba al juvenil la posibilidad de compartir la marca y también de desdoblarse y pasar al ataque sabiendo que su compañero lo iba a cubrir.
Después, Medina pasó al 4-3-3 y Oliva tomó la responsabilidad de ser el 5 del equipo. Y lo hizo muy bien, con muy buenos momentos, haciendose cargo de las salidas y la recuperación.
Pero en el actual semestre, con esa disposición, el volante se ha visto un tanto desbordado en algunos momentos de partidos. Generalmente ha jugado junto a otros mediocampistas que no sienten tanto la marca –como Luis Aguiar, Matías Zunino o Sebastián Rodríguez–, ha cargado con toda la responsabilidad de la contención y a veces no ha podido con las cargas rivales.
Además no es un jugador de gran altura, lo que lo lleva a perder pelotas aéreas cuando tiene que saltar con delanteros o volantes más altos de equipos que recurren a ese tipo de juego. En ese sentido, Nacional perdió varios centímetros con la salida de Arismendi.
Con la pelota, el volante tricolor también ha estado un tanto más impreciso, perdiendo pases que antes no fallaba -se notó en momentos del partido ante San Lorenzo-, si bien su porcentaje de efectividad tiene números positivos (ver cifras).
Y también ha tenido que enfrentar la marca de los doble cinco rivales, los que por momentos lo han controlado, como en el partido ante Defensor Sporting del domingo, en el nacimiento de la jugada del segundo gol, cuando llevaba la pelota, no encontró pase y se la robaron.
Como el propio Oliva lo reconoció, pasa por una racha en la que está lejos de su mejor nivel, la que justamente coincide con los peores días del Nacional de Medina, con dos derrotas consecutivas ante San Lorenzo y Defensor. El volante confía en su recuperación, lo que, como ocurrió en el primer semestre, incidirá en la recuperación tricolor.
El juvenil de Nacional, Brian Ocampo, recibió un partido de sanción por la expulsión ante Defensor Sporting según decretó la Comisión Disciplinaria de la AUF, la que catalogó su acción como "agresión simple". Asimismo, no se consideró el reclamo tricolor por agresión de Mathías Suárez a Ocampo antes de su patada.
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