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Sector de Sanguinetti reclama su lugar en las negociaciones de la coalición
Ernesto Talvi salía en su camioneta desde la casa del Partido Colorado hacia la sede de Ciudadanos, donde compartiría unas hamburguesas con su entorno más cercano, mientras varios dirigentes de Batllistas Unidos observaban en las pantallas de su celular cómo evolucionaba el escrutinio primario de la Corte Electoral. Ya sabían que el partido votaría un poquito menos que en 2014, pero querían ver cómo era la redistribución de fuerzas en la interna, un asunto clave para el futuro habida cuenta del nacimiento de la coalición.
Fuentes de Batllistas Unidos dijeron a El Observador que los números mostraban a un Partido Colorado dividido en mitades casi iguales por lo que no estaban dispuestos a delegar en Talvi la conducción de las negociaciones para la conformación de ese proyecto político.
Los informantes agregaron que lo que correspondía era que el liderazgo fuera compartido, ya que el sublema obtuvo más de 115 mil votos, un 39% del total, mientras que Ciudadanos –el sector del candidato– recibió casi 140 mil.
Los colorados tendrán 4 senadores, 2 de Ciudadanos (Ernesto Talvi y Adrián Peña), y 2 de Batllistas Unidos (Julio María Sanguinetti y Germán Coutinho).
En la cámara baja tendrán 13 diputados, de los cuales 8 serán de Ciudadanos (Ope Pasquet, Felipe Schipani, María Eugenia Roselló, Walter Cervini, Jorge Alvear, Nibia Reisch, Juan Carlos Moreno y Martín Melazzi), 4 de Batllistas Unidos (Conrado Rodríguez, Germán Cardoso, Marne Osorio y Omar Estévez) y 1 de la Tercera Vía (Gustavo Zubía).
Desde Ciudadanos dijeron a El Observador que el liderazgo no está en disputa y que la elección ratificó a Talvi como la máxima autoridad partidaria. Pese a esto, en el entorno del candidato observan con atención la situación, ya que advierten que Sanguinetti intentará establecer desde la Secretaría General una conducción bicéfala de la colectividad.
El coordinador político de Ciudadanos, Adrián Peña, dijo en Buen Día Uruguay que Talvi era el “interlocutor relevante” en las negociaciones porque era el “nuevo líder”, mientras que el diputado Ope Pasquet agregó en el programa En Perspectiva que el liderazgo del economista había resultado “exitoso”. “Condujo una transición en la cual el partido cambia profundamente, cambió el electorado y aun así salió prácticamente con el mismo resultado”, señaló.
Aunque el comando de Luis Lacalle Pou aún no se reunió para analizar el tema, allegados al líder blanco comentaron a El Observador que las negociaciones se entablarán con un representante de cada partido, por lo que los colorados deberán resolver su situación interna.
En este sentido, para los blancos el líder del partido es Talvi, aunque compartían la incertidumbre acerca de qué pasaría si Sanguinetti asumía la Secretaría General. Talvi y Lacalle Pou -quienes ya tuvieron una extensa charla antes de la elección del domingo- tendrán una reunión mano a mano en los próximos días. Su objetivo es que la “coalición del cambio” quede sellada esta semana.
“Vamos a aportar lo nuestro, toda coalición política es una construcción colectiva. Pretendemos construir un proyecto que le dé un giro, un golpe de timón, un cambio porque vamos en una decadencia que ya no se soporta”, dijo el economista en su primer discurso en el NH Columbia en el que anunció que haría campaña y recorrería el país por Lacalle Pou.
El dos veces presidente reconoció que las elecciones habían dejado “heridas internas”, pero expresó su optimismo de poder curarlas en los próximos días. “Sanguinetti siempre arregla, es una vieja zurcidora”, dijo de sí mismo en tercera persona. Según supo El Observador, Sanguinetti y Talvi se reunirán en los próximos días para analizar los resultados y definir la estrategia del partido hacia noviembre.
Este martes, el dos veces presidente tendrá una serie de reuniones con integrantes de su sector, entre las que se destaca la que tendrá con el senador y exintendente de Salto, Germán Coutinho, referente de Uruguay Batllista.
En tanto, el candidato aprovechó la mañana del lunes para descansar y recién llegó en la tarde a la sede de Ciudadanos. Reunió a su equipo más cercano para comenzar a evaluar los resultados obtenidos y proyectar las negociaciones con el blanco. Temprano, sus referentes técnicos habían recibido una comunicación: a la brevedad serían convocados para comenzar la discusión programática con los nacionalistas.
Sanguinetti dijo a El Observador que esperaba que las negociaciones fueran una “hoja de ruta sensata” y que los partidos no se enredaran en “detalles” porque en esta etapa lo que debían mostrar era “unidad para ganar”.
Peña consideró que eran el “principal socio”, no solo por el “caudal electoral” sino por la experiencia y que debían empezar cuanto antes a encaminar los “puntos de acuerdo”. El dirigente, que el 15 de febrero asumirá una banca en el Senado, señaló que había cuatro temas prioritarios en los que estaba seguro que habría consenso: la reforma educativa, la inserción internacional, la reactivación del país productivo y los cambios en la seguridad.
El dos veces presidente se mostró “muy satisfecho” porque los dos objetivos que se fijó en mayo de 2018, cuando retornó a la arena política, se habían logrado: que los colorados volvieran a ser relevantes tras estar en una “situación totalmente deficitaria” e instaurar la idea de tener un gobierno de coalición.El líder de Batllistas Unidos reconoció que la votación del partido “pudo haber sido mejor”. “Si lo pensamos en la perspectiva de aquel momento no hay duda que ha mantenido su posición y ahora con una oposición mayoritaria está claro que esto es muy importante”, sentenció.
