Series clásicas (y largas) para ver de una buena vez durante el encierro

Una selección de series que siempre te intimidaron pero que ahora, con tiempo en casa, podés finalmente ponerte a ver

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28 de marzo de 2020 a las 05:00

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Estos días de encierro, tanto voluntario como forzado, pueden ser el momento ideal para encarar algunos de esos proyectos pendientes desde hace tiempo. Un nuevo hobby, estudiar algún idioma, terminar un libro que ya acumulaba polvo en la mesa de luz, o también, por qué no, sentarse a ver de un tirón, o de a poquito, esa serie que todo el mundo nos dijo que había que ver, pero que por falta de tiempo no se había podido. O de ánimo, porque quizás era preferible salir un rato antes que sentarse a mirar la tele, el celular o la pantalla de la computadora.

Ahora es el momento, entonces. Hora de acercarse al servicio de streaming elegido, marcar el título en el catálogo y perderse en esas historias clásicas y bastante largas que hasta ahora se habían evadido. Estas son 12 series – más o menos populares, terminadas o en curso, pero todas parte esencial del canon de programas del siglo XXI – que con más tiempo en casa entre manos, pueden verse de una vez por todas

Los Soprano 

Dicen que es la que empezó el período llamado por los académicos estadounidenses como la segunda era dorada de la televisión, que sigue hasta hoy en día, cuando además de televisión también están en juego los servicios de streaming y sus producciones. La saga de la familia mafiosa de Nueva Jersey liderada por el Tony Soprano del finado James Gandolfini fue la que anunció que se venía una era de series más sombrías, con protagonistas que son más antihéroes que paradigmas de la moral y las buenas costumbres, y sin miedo a mostrar un poco más de sangre, sexo y violencia. Son seis temporadas, para un total de ochenta y seis episodios, y está disponible en HBO GO, NS Now, y demás plataformas de streaming de cables locales.

Girls

Cuatro mujeres jóvenes en Nueva York y una serie de desventuras vitales, románticas y laborales, relatadas a lo largo de seis temporadas. Si le suena una premisa conocida, no es la única persona en trazar el paralelismo con Sex and the city pero con protagonistas millennials. Fue una serie parteaguas, tan aclamada como controversial por retratar temas como el aborto, las relaciones sentimentales en la era de las redes sociales y la imagen femenina y los estándares de belleza, aunque también fue criticada por estar contada desde una perspectiva de personas acomodadas. Concebida por Lena Dunham, que también protagoniza la serie en la piel tatuada de Hannah Horvath, cuenta con una buena dosis de cinismo, realismo y frescura la vida de sus protagonistas veinteañeras. Está disponible en HBO GO, NS Now, y demás plataformas de streaming de cables locales.

The Wire

 

Los Soprano puso los cimientos, y después vino The Wire y edificó encima las bases de lo que vemos hoy en la pantalla chica, construyendo a lo largo de sus cinco temporadas a la que habitualmente es señalada como la mejor serie de la historia. Exponente clave del género policial, esta obra de David Simon y Ed Burns se mete con el lado más turbio y corrupto de la ciudad de Baltimore, para narrar con un foco diferente en cada una de sus temporadas, los vínculos entre el mundo del crimen, la policía, los políticos, los medios y la ciudadanía. Con un gran trabajo de construcción de un universo propio, repleto de una multitud de personajes memorables (como después lograría, por ejemplo, la serie que viene a continuación), The Wire es una obra monumental que se va construyendo pincelada a pincelada, temporada a temporada, y es ineludible. Disponible en HBO GO, NS Now, y demás plataformas de streaming de cables locales.

Breaking Bad/Better Call Saul

Si a esta altura no vio Breaking Bad, es muy probable que se sienta como una especie de marciano. Aproveche y métase en ese tubo adictivo de siete temporadas para ver la caída de Walter White, de apocado profesor de química a líder narco de la ciudad de Albuquerque. Otra de esas magníficas construcciones de un universo propio plagado de personajes geniales imprescindibles. Y hablando de personajes geniales, también puede seguirse de largo (o enganchar, ahora que está en emisión su quinta y penúltima temporada) con Better Call Saul, el spin-off sobre el abogado Saul Goodman, que cada vez se parece más a la serie original, pero con sus propias sutilezas y giros peculiares. Disponibles en Netflix.

Bojack Horseman

Es la historia de una depresión. Es la historia de un caballo antropomórfico, que vive en una versión del mundo en la que ese tipo de animales conviven con los humanos. Es, también, un retrato del mundo del espectáculo. Pero a pesar de transcurrir en un ámbito ajeno, logra llegar directo al corazón del espectador con los relatos de las desgracias de su protagonista, un exícono de la televisión de los años 1990, que lejos de la fama y la popularidad, decide reactivar su carrera. Y de ahí, viene todo lo demás. El pasado mes de enero concluyó con la segunda parte de su sexta temporada, dejando devastados a todos sus seguidores pero también felices de haber seguido en este viaje al personaje del título por todos sus sacudones y logros personales. Una serie peculiar, cargada de chistes, guiños y referencias, pero también de emociones y dolor. Se pasa bien, pasándola mal. Disponible en Netflix.

Mad Men

Si de series clásicas e imprescindibles se habla, esta es otra de esas que con frecuencia ronda el primer puesto en las listas de mejores series de la historia. La saga de la agencia de publicidad Sterling Cooper a lo largo de la década de 1960 (con todos los cambios culturales y sociales que implicó para la sociedad occidental) relatada sobre todo a través de los ojos de su director creativo, el mujeriego y misterioso Don Draper, pero también de otros de sus empleados y allegados, es básicamente una serie de personas hablando en distintas habitaciones, pero logra a pesar de eso ser magnética y cautivante. Con un abanico gigantesco de personajes y situaciones (no en vano es un relato que abarca diez años), escenas memorables y unas saludables gotitas de humor, sus siete temporadas de trece episodios cada una (14 en la última) se consumen más rápido de lo que uno esperaría, por lo que es bueno saborearlas de a poco para que no termine la experiencia. Disponible en Netflix.

Peaky Blinders

Algo que caracteriza a las series británicas es que sus temporadas son mucho más cortas que las estadounidenses, pero sus episodios son más largos y densos. Eso es lo que pasa con Peaky Blinders, emitida originalmente por la BBC, con cinco temporadas ya estrenadas, y al menos dos más en camino. Por lo que si ya la tenía recomendada de antemano, o si la descubre aquí, tiene por delante un buen momento para finalmente encarar la saga criminal de la familia Shelby, los pandilleros más malos y más escandalosos de la ciudad de Birmingham en el período entreguerras. Liderados por el astuto e implacable Tommy Shelby (Cillian Murphy), el relato de las andanzas del clan criminal, sus enfrentamientos con otras mafias, y el ascenso en el mundo político del líder del grupo es tan atrapante como violento. Disponible en Netflix.

Six feet under

Y si de familias complicadas que comparten un emprendimiento laboral se trata (aunque en este caso es legal), es también este un momento adecuado para empezar Six feet under, otra de las series que abrieron la puerta al panorama actual del género. Los Fisher son los dueños de una empresa funeraria en la ciudad de Los Ángeles, y a lo largo de cinco temporadas seguimos sus vidas, sus romances, y sus peleas. También están como temas de fondo la religión y la muerte, con su impacto en los que siguen vivos y el debate sobre lo que hay después, aunque en el centro no deja de ser un drama familiar clásico. Disponible en HBO GO, NS Now, y demás plataformas de streaming de cables locales.

Outlander

Esta serie tiene, en su génesis, algunos puntos de contacto con Game of Thrones. Las dos están basadas en sagas de best-sellers literarios que aún no han terminado de escribirse, han tenido éxito en sus adaptaciones a la pantalla, y tienen componentes de fantasía. Aunque aquí no hay dragones, magia ni zombies congelados, solamente viajes en el tiempo. Su protagonista, una enfermera inglesa durante los años de la segunda guerra mundial, descubre un portal que la lleva al siglo XVIII, a un tiempo donde el Reino Unido está peleando una intensa guerra civil, durante los años de los levantamientos de los Estuardo. Allí conocerá a un rebelde escocés, con quien entablará un romance tempestuoso, que se verá puesto a prueba por los aconteceres políticos históricos. Mezcla de telenovela de la tarde con drama histórico, está disponible en Fox App, NS Now, y demás plataformas de streaming de cables locales.

Brooklyn Nine Nine

El mundo parece ahora (más que lo común) un lugar horrible. Por eso también estos días son buenos para engancharse con alguna comedia que nos haga soltar alguna carcajada y espantar un poco la incertidumbre. Entre las mejores opciones está Brooklyn Nine-Nine, que hace unos días estrenó su sexta temporada (cada una tiene 22 episodios de poco menos de media hora). Esta sitcom sigue el día a día de una comisaría, y las disparatadas locuras de sus detectives, tanto cuando tienen que resolver algunos hilarantes casos, como en las disputas internas por el funcionamiento del lugar de trabajo, o incluso en circunstancias de su vida cotidiana. Con un humor que a veces roza lo absurdo, y con decenas de guiños a la cultura pop, pero con la indudable capacidad de arrancar montones de risas, este es un buen momento para probar suerte con esta locademia de policía versión 2.0. Disponible en Netflix.

Game of Thrones

¿El final fue horrible y sin mucho sentido? Sí. ¿Eso hace que no se pueda ver la que fue una de las series más influyentes y populares de la historia? No, para nada. Aunque se despidió rodeada de polémica y ni siquiera sus propios actores terminaron conformes con la resolución, es innegable que además de un fenómeno, Game of Thrones fue una producción de una escala y una complejidad pocas veces vista en la televisión. Ya sea porque en su momento quedó fuera del fenómeno, o porque quiso sumarse tarde y se intimidó, ahora, que ya pasó el incendio y la moda quedó atrás, puede sumergirse en el complicado pero muy humano mundo de Poniente, y dejarse seducir por su monumental y épica historia. Disponible en HBO GO, NS Now, y demás plataformas de streaming de cables locales.

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