Diego Battiste

Sobre la función inspectiva en el sistema educativo

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21 de abril de 2021 a las 05:01

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Las propuestas educativas están en gran mediadas por las oportunidades, las capacidades y los márgenes de maniobra que habilitan a los centros educativos para idearlas, desarrollarlas, evidenciarlas y asumir responsabilidades por sus grados de concreción. Naturalmente los sistemas educativos muestran variaciones importantes en los grados de confianza, así como de autonomía conferidos a los centros educativos. No obstante, dichas variaciones, se reconoce que los mismos deben ser orientados, apuntalados y respaldados para dar sentido y contextualizar las propuestas del sistema educativo a las expectativas y realidades locales. En efecto, la educación es una permanente construcción glo-local que emana de la intersección dinámica entre una visión global de conjunto promovida por cada sistema educativo, y las maneras concretas en que la misma tiene validez para cada comunidad educativa en particular (IBE-UNESCO, 2021). Ciertamente son relaciones de ida y vuelta.

Uno de los componentes fundamentales que hacen a la calidad y al impacto del trabajo de cada centro educativo, yace en cómo el sistema educativo los orienta para que amplíen y mejoren de manera continua las oportunidades, los procesos y los resultados de aprendizaje de cada alumno en los diversos espacios y ambientes de aprendizaje – presenciales, a distancia o crecientemente híbridos.  En particular, el rol que cumplen mandos medios altos del sistema educativo tales como inspectores, supervisores o asesores pedagógicos, es clave para que dicha orientación se cristalice y tenga un impacto relevante y sostenido. Veamos algunos de los aspectos que entendemos como fundamentales para fortalecer la función inspectiva bajo una mirada comparada internacional.

Resulta interesante de señalar que, por ejemplo, a nivel de los países europeos (SICI; Chantal, 2019), el abordaje de la inspección se encuadra, en general, en la intencionalidad de promover prácticas innovadoras con el objetivo de poner a trabajar ideas como procesos para fortalecer el bienestar y los aprendizajes de los alumnos. Esto es, la inspección es un componente esencial de los procesos de innovación que promueve el sistema educativo a diversos niveles y de manera transversal a los mismos. Las inspecciones se desarrollan en torno a cuatro grandes temas, a saber:

  1. establecer mecanismos de aseguramiento de la calidad de los centros educativos bajo la premisa que los mismos asumen mayores niveles de autonomía y responsabilidad en facilitar oportunidades y procesos de aprendizaje a todos los alumnos por igual;
  2. lograr un justo y convincente equilibrio entre las funciones de control y de orientación/apoyo a los centros educativos y a los educadores, así como entre el seguimiento y la evaluación de las políticas públicas y el asesoramiento a tomadores de decisión a diversos niveles;
  3. poner el foco en la evaluación de prácticas de enseñanza basadas en la observación de clases que complementa otros tipos de evaluaciones; y
  4. fortalecer las capacidades y el impacto del trabajo de los cuerpos inspectivos como evaluadores externos del sistema educativo.

Este conjunto de temas pauta la relevancia de la inspección como punto de intersección y de articulación entre diversos niveles de responsabilidad y actuación que tienen como foco al alumno a partir de la consideración en conjunto de la institución educativa, las prácticas curriculares, pedagógicas y docentes.  Por ejemplo, en Escocia, la inspección y la escuela trabajan conjuntamente en la evaluación sustentado en una serie de criterios comunicados de manera abierta y transparente a diversidad de instituciones y actores – los denominados “stakeholders”- con anterioridad a la realización de la evaluación – lo mismo sucede en Francia.

Todo el proceso de construcción y diálogo con los “stakeholders” tiene por objetivo arrojar luz sobre cuán buena es la escuela bajo el entendido que el proceso de mejoramiento de la calidad es permanente e inclusivo de las miradas de diversidad de actores. Por ejemplo, en Escocia (2015), los alumnos, padres/madres, personal del centro y asociados son convocados por el director del centro educativo a efectos de completar un cuestionario que tiene por objetivo recoger sus opiniones sobre el propio centro.

Asimismo, una visión de la función inspectiva más enfocada en aportar miradas e insumos para mejorar la calidad de los procesos educativos, genera cambios en los sistemas educativos. Por ejemplo, la institución OFSTED en Inglaterra (por sus siglas en inglés, Oficina para los Estándares en Educación), ha encarado una revisión de sus prácticas sobre la base de reconocer que el fuerte énfasis en “accountability” ha llevado a lo que los alumnos aprenden constituya un objetivo secundario. En gran medida, la máxima de enseñar para las pruebas con sus implicancias en reducir el currículo a veces discrecionalmente tiene un impacto negativo entre los estudiantes de contextos sociales más vulnerables, así como entre aquellos que evidencian mayores dificultades en los aprendizajes. La toma de conciencia sobre estas situaciones motiva un repienso del rol inspectivo en donde se busca congeniar valores centrales como el bienestar de los estudiantes, la “accountability” y la transparencia. No se trata de sustituir una función de evaluación por otra de orientación y acompañamiento sino de ampliar el marco de referencia para que ambos tipos de funciones se retroalimenten y potencien sus radios de acción e impactos.

Por su parte, Holanda y el condado de Flandes en Bélgica ponen hincapié en procesos que buscan fortalecer el diálogo profesional, el involucramiento de diversidad de “stakeholders” y la responsabilidad de los consejos escolares por la calidad de las escuelas.

En efecto, una perspectiva comparada internacional nos permite identificar algunos de los roles fundamentales que una renovada concepción y práctica inspectiva podría cumplir en el marco de un proceso de transformación educativa. Identificamos cinco aspectos que pueden informar un repienso del rol inspectivo.

En primer lugar, la inspección fortalece sus funciones de asesoramiento, supervisión y evaluación del centro educativo con el objetivo de: (i) asegurar calidad y rendir cuentas públicas; (ii) promover el mejoramiento de las oportunidades, procesos y resultados educativos; e (iii) informar el desarrollo de la política educativa y las prácticas. Es decir, la inspección tiene su foco en el centro educativo considerado en su conjunto. El sentido, contenido e implicancias de su actuación involucran a diversos estamentos del sistema educativo, así como a múltiples “stakeholders” de dentro y fuera del mismo. 

En segundo lugar, la inspección se asienta en una cultura profesional colegiada que promueve la capacidad de escucha, el diálogo franco y el intercambio productivo con los diversos actores del centro educativo, así como genera espacios y oportunidades para aprender unos de otros, e implementar agendas compartidas y apropiadas para profundizar y mejorar las propuestas educativas. Una praxis profesional, reconocida, jerarquizada, apuntalada y evaluada, sustenta el trabajo inspectivo. Por ejemplo, la promoción del trabajo de inspectores en comunidades de práctica a través de las cuales producen, comparten y discuten sobre sus experiencias, puede potenciar una cultura de colaboración entre pares con efectos altamente positivos.

En tercer lugar, el rol y la función de la inspección se encuadran y se alinean con las orientaciones, los objetivos, las metas, las estrategias y los instrumentos de la política educativa vigente. El propósito de la inspección es de orientar, evaluar y evidenciar avances, cuellos de botella y desafíos pendientes a la luz de una visión sistémica e integral de la calidad de la educación, que es compartida por el sistema educativo en su conjunto, y que es el punto de referencia para orientar, supervisar y evaluar al centro educativo. Por visión sistémica entendemos identificar, establecer sinergias e integrar multiplicidad de condiciones, insumos y procesos educativos y asociados a los mismos, que tienen como foco apuntalar, concretar y evidenciar oportunidades de aprendizaje para todos los alumnos por igual.

En cuarto lugar, complementariamente a la función inspectiva - orientación, supervisión y evaluación –, se promueve la auto-evaluación de los centros educativos liderada por los directores, e involucrando al equipo de dirección, docentes, demás personal del centro educativo, alumnos, familias y comunidad.  La misma se sustenta en un proceso de reflexión y de construcción colectiva sobre el mejoramiento de la propuesta educativa y sus resultados que involucra al centro educativo en su conjunto y que se enmarca en la visión y en los marcos educativos nacionales. Por ejemplo, en Escocia (2015), tres preguntas orientan la auto-evaluación de centro educativo, a saber: ¿cómo estamos haciendo?; ¿cómo podemos conocer?; y ¿qué es lo que vamos a hacer ahora?

Cabe enfatizar que la inspección externa y la auto-evaluación van de la mano, mancomunados en el objetivo de mejorar la calidad de la educación, y enmarcados en una visión compartida sobre los para qué y en que educar y aprender, y como hacerlo. La unicidad y la robustez del sistema educativo en sus propósitos y estrategias educativas es garante del funcionamiento efectivo de un modelo comprehensivo de evaluación.

Por último, la supervisión y la auto-evaluación del centro educativo requieren de un sistema integrado de información que produzca, triangule y disemine fuentes de información y evidencias para tener una visión de conjunto y desagregada a los niveles que se entienda conveniente, de las diversas dimensiones que hacen a la calidad de la propuesta educativa, de su desarrollo y resultados.

Resulta primordial que una unidad dentro del sistema educativo sea el pívot que oriente, regule y de seguimiento al sistema de información que informa la supervisión y la auto-evaluación. En el marco de un sistema educativo que rinde cuenta de sus iniciativas y actuaciones a la ciudadanía y a la sociedad en su conjunto, la calidad de la información que se produce, transparenta, difunde y discute con diversos stakeholders resulta clave.

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