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Bisexualidad, muñecas inflables, un marido malo en la cama y una esposa maniática
Casi con total seguridad se puede afirmar que hoy Tom Sharpe habría tenido dificultades para publicar un libro como Wilt (1976), en el que el personaje principal fantasea constantemente con matar a su mujer y donde además abundan las frases brutales contra otros personajes femeninos de la obra. La novela, claro está, no es una apología de la violencia hacia el sexo femenino, sino precisamente todo lo contrario. A través del humor, un argumento tan retorcido como genial y un saber hacer literario impresionante, Sharpe construye una gran defensa de la vida en pareja, de las diferencias de carácter, de la tolerancia y de ese “equilibrio de recriminaciones” que es un buen matrimonio. El final feliz del texto es la prueba más contundente de la intención del autor, que pasó a la historia gracias a este libro.
Hecha la aclaración hay que decir que nadie debería perderse una novela que provoca la carcajada cada dos páginas y que no tiene una sola línea que resulte aburrida. Los primeros capítulos, donde se presenta a Wilt y a su mujer Eva, permiten intuir por dónde transcurrirá la historia, que con cada giro argumental gana velocidad e interés.
Él es un profesor de literatura que da clases hace diez años en una escuela de oficios y que espera un ascenso que nunca llega. Los alumnos, rudimentarios aprendices de albañilería, mampostería y un largo etcétera de oficios, le sacan canas verdes a un hombre que, sin embargo, no renuncia a explicarles de forma amena Cándido, de Voltaire.
El escritor británico Tom Sharpe (1928-2013) pasó a la historia de la literatura contemporánea luego de escribir "Wilt"
Eva, por su parte, es una ama de casa que no para de realizar tareas dentro y fuera del hogar, ya que es una fuerza de la naturaleza, pero con mal carácter. Además de juntarse con sus amigas para contarles lo poco y mal que Wilt le hace el amor, es una maniática del orden y la limpieza que discute habitualmente con su marido, que suele sacar a pasear al perro cuando ella lo ataca. En esos paseos, Wilt fantasea con mil formas de matarla, pero no pasa de ahí.
Todo cambia cuando aparece un matrimonio de estadounidenses del que Eva se hace amiga, muy liberales sexualmente los dos, que la introducen (sobre todo a través de la bisexualidad de Sally) en un nuevo mundo de sensaciones y fantasías. La fiesta en la que Wilt termina desnudo y abrazado a una muñeca sexual inflable es impagable.
El arsenal de recursos que despliega Sharpe en esa escena y en otras resulta apabullante. Al tiempo que hace brotar la carcajada, desliza lo importante por lo bajo y va revelando aspectos nuevos de la personalidad de todos los personajes. El asunto termina en una separación momentánea del matrimonio, un aparente crimen que nunca sucede y una investigación policial que resulta inolvidable.
La fiesta en la que Wilt termina desnudo y abrazado a una muñeca sexual inflable es impagable
Los interrogatorios del inspector Flint a Wilt, cuando Eva desaparece, son un compendio de clichés sobresalientes, con dos personalidades opuestas que, sin embargo, terminan creando una relación muy extraña en la que –por momentos– los papeles se invierten. La crítica al sistema policial es brutal, pero también el humor, ya que Wilt, al saberse inocente, saca todo su intelecto a relucir y prácticamente enloquece al policía.
Tampoco se salva de los palos el sistema educativo inglés, que ya había sido criticado al plantear la ridícula posición de Wilt dentro de la institución donde trabaja, pero que ahora, una vez que es detenido por la policía y señalado como sospechoso, se muestra en toda su mezquindad.
Todo esto y mucho más tiene para ofrecer esta novela sobresaliente de Tom Sharpe, que luego del éxito obtenido publicó varias novelas más con el personaje del profesor Wilt. Recientemente reeditado, Wilt es ideal para leer en la playa, reírse cada dos minutos y ser la envidia del lugar.
Ficha
Libro: Wilt
De: Tom Sharpe
Editorial. Anagrama
254 páginas
Precio: $ 490
