Donald Trump en realidad no quería ser presidente y ni siquiera esperaba serlo, como tampoco su entorno más cercano, que estaba completamente seguro de que perdería la contienda electoral de noviembre de 2016 con su contrincante demócrata, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton.
Es más, los principales miembros de su equipo de campaña pensaban que la derrota del multimillonario republicano –que amasó buena parte de su fortuna personal con los negocios inmobiliarios– sería un hecho y que tampoco estaba preparado para asumir semejante rol.
Es que el objetivo primario del magnate no era ganar las elecciones presidenciales sino convertirse en la persona más famosa del mundo por su nivel de exposición, lo que le hubiera generado mayor rédito personal e insospechadas oportunidades.
Steve Bannon
undefined
Steve Bannon
Steve Bannon
AFP
Estas son solo algunas de las revelaciones incluidas en el libro "Fire and Fury: Inside the Trump White House" (Fuego y furia dentro de la Casa Blanca de Trump), de Michael Wolff, basado en alrededor de 200 entrevistas con funcionarios de gobierno durante el primer año de gestión de Trump.
"No puedes. Simplemente no puedes contratar a tus hijos" (Ann Coulter, abogada y columnista)Si bien este jueves el autor publicó en el sitio web de Hollywood Reporter un extenso artículo sobre los contenidos del libros, algunos tramos de este ya se habían filtrado este miércoles.
El libro, que generó un escándalo en torno al
gobierno de Trump, tiene como uno de sus hilos argumentales detonantes afirmaciones de Steve Bannon, uno de los responsables de la campaña electoral del presidente y exjefe de Estrategia de su gobierno.
"El primer día trasladaremos la embajada de EEUU (en Israel) a Jerusalén" (Steve Bannon, exjefe de Estrategia de la Casa Blanca)De hecho, Trump intentó este jueves impedir la publicación al enviar una extensa carta al autor y editor del libro, exigiéndoles que interrumpan su distribución, prevista para la siguiente semana.
Tras las explosivas revelaciones realizadas por Bannon, que demuestran el caos y las luchas intestinas por el poder en la Casa Blanca durante el primer año de la administración Trump, el mandatario se desmarcó de su antiguo asesor y de hecho rompió los lazos políticos con él.
El libro menciona al presidente como alguien incapaz de liderar la Casa Blanca y menciona a su hija Ivanka y su marido, Jared Kushner, como los verdaderos titiriteros del poder, además de culparlos por las dimisiones del propio Bannon y del primer jefe de Gabinete, Reince Priebus.
Narcisismo puro
Pero el libro también deja al desnudo las ambiciones de Bannon, a quién el autor señala distintas similitudes con Trump.
Por ejemplo, afirma que los dos tienen una visión grandilocuente de si mismos, juegan con los instintos de los votantes y tienen obsesión con la prensa, a la que abastecen de manera secreta. Para el autor, cada uno de ellos contribuyó a crear una suerte de "monstruo" que no puede controlar.
Donald Trump
undefined
undefined
AFP
Lo llamativo, afirma, es que para Bannon no hubiera habido un Trump presidente sin su aporte, ya que aportó sustento intelectual a las ideas aisladas de aquel.
Al mismo tiempo, para Trump, sin él, Bannon hubiese continuado como un "pintoresco" ejecutivo de medios, pero claro, le permitió adquirir relevancia nacional.
Sabedor de que sus explosivas revelaciones provocarían un alto impacto público, Bannon nunca dejó de hablar con Trump e incluso llegó a afirmar a su círculo íntimo de amigos que promovería la reelección presidencial en 2020.
"¿Cuánta influencia crees que Steve Bannon tiene sobre mi? Cero..." (Donald Trump, presidente de Estados Unidos)Pero en realidad Bannon va más allá y tiene sus propias apetencias políticas: en el fondo desea ser presidente y postularse para dentro de dos años si Trump descarta esa posibilidad.
"¿Cuánta influencia crees que Steve Bannon tiene sobre mi? Cero...""¿Cuánta influencia crees que Steve Bannon tiene sobre mi? Cero..."
Incluso, el mismo hombre que ayudó a la elección de Trump y buscó limpiar del camino a sus potenciales oponentes en la Casa Blanca, como Kushner y Donald Trump Jr., quiere convertirse en el heredero del magnate. A tal punto que viajó por
Estados Unidos para delinear su propia base de apoyo político.
Autodefinido como un "revolucionario" –y considerado por alguien que lo conoce muy bien como más narcisista que Trump– se ve a si mismo como una figura capaz de transformar la historia política del país.
La metamorfosis
La publicación describe además como Trump, inicialmente seguro de que no se sería presidente, se negó a invertir más dinero en su campaña.
La noche de las elecciones, se mostró incrédulo y hasta horrorizado con el cambio de tendencia en la votación y su esposa, Melania, lloraba, y no precisamente de emoción.
En su entorno social conocían su ignoracia, pero eso no hizo mella para su transformación inmediata: de golpe se vio a si mismo como el hombre que debía y era capaz de gobernar a EEUU, cuenta el libro.
El libro menciona al presidente como alguien incapaz de liderar la Casa Blanca y menciona a su hija Ivanka y su marido, Jared Kushner, como los verdaderos titiriteros del poder, además de culparlos por las dimisiones del propio Bannon y del primer jefe de Gabinete, Reince Priebus.Antes de esa transformación repentina, la certeza sobre su derrota era tal que al general Michael Flynn –que sería su primer asesor de seguridad nacional y renunció al mes por no haber reportado sus vínculos con Rusia– un grupo de amigos le indicó que no era buena idea haber recibido fondos rusos para apoyar un acto de campaña.
"Solo sería un problema si ganáramos", afirmó entonces Flynn, según el libro.
La publicación también deja en evidencia que el verdadero artífice de las principales resoluciones del gobierno durante los primeros 100 días de gestión fue Bannon, cuya visión estratégica apunta a generar conmoción y asombro.