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Tienen todo para hacer estudios sobre cannabis, menos los fondos

Un grupo de científicos se propuso investigar los componentes y efectos de la planta, aunque sus proyectos han sido calificados de "excelentes" no obtienen financiación
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28 de noviembre de 2017 a las 05:00
Con un desmorrugador discreto pero grande, en el laboratorio de Farmacognosia de Facultad de Química desarman un cogollo. Con el resultado, preparan una solución que luego meten en una máquina de US$ 50 mil que va a desglosar uno a uno sus componentes.

Del otro lado de la avenida General Flores, en Facultad de Medicina, la otra parte del grupo al que pertenecen los investigadores le da cannabis vaporizado a una rata. El animal tiene incrustado un aparato que conecta electrodos a su cerebro. Durante unas ocho horas, van a medir todo lo que le pasa bajo sus efectos.

Estos científicos que trabajan con marihuana en las facultades de Medicina y de Química se propusieron llenar el agujero de conocimiento que dejó la prohibición sobre la planta. De su lado está la parte menos atendida de la ley que regula el mercado de la marihuana: un decreto que obliga a promover el estudio en el tema.

Sin embargo, las puertas se les cierran.

Sin dinero no hay paraíso

La última negativa que recibieron fue la del fondo Clemente Estable de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII). En la devolución, los evaluadores les decían que su propuesta era excelente, que incluso era de interés para el país. De hecho, el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (Ircca) les había dado su apoyo. Pero la respuesta fue un no, y la razón, sencilla: no había fondos suficientes para favorecer a todos.

"La ley fomenta la investigación, entonces uno arma un proyecto, forma un equipo, busca el material necesario, las referencias, la metodología y se encuentra con que eso que es bien considerado por evaluadores externos no tiene el apoyo", dijo Carlos García, investigador de la cátedra de Farmacognosia a cargo del área química dentro del grupo que estudia el cannabis.

Para la postulación de 2017, en la que se priorizó a investigadores consolidados, el 50% de los proyectos presentados al fondo calificaron como excelentes. Sin embargo, solo el 13%recibió el apoyo.

"Que se hayan aprobado el 13% de los proyectos presentados cuando cerca del 50% calificaban como excelentes habla de un problema grave", aseguró García.

De todas formas, la ANII ya acordó un refuerzo presupuestal y adicionará $ 30 millones para financiar más proyectos, dadas las buenas calificaciones que hubo. La elección de proyectos se publicará antes del 22 de diciembre y los investigadores ven la noticia con esperanzas.

Los orígenes

Cuando en 2013 se aprobó la ley que regularizó el mercado de marihuana, varios investigadores se reunieron para trabajar coordinadamente. Para 2015 el grupo pasó a llamarse "Núcleo Interdisciplinario de Estudios sobre Cannabis".

Diseñaron una especie de cadena de investigaciones para abordar desde la composición de los distintos tipos de marihuana hasta sus efectos. Primero, propusieron identificar las variedades que hay en el país a través de sus genes. Luego, ver qué componentes tienen, para después analizar sus propiedades y probarlos, como con la rata de Facultad de Medicina.

Con ella, el objetivo es saber más sobre cómo ciertos tipos de cannabis afectan los ciclos de sueño y vigilia. Los descubrimientos que resulten del estudio podrían convertirse en un eslabón en la complicada escalera de investigaciones que terminan con la creación y venta de un fármaco.

Y la lista de preguntas sin responder sigue: ¿el cannabis tiene efectos protectores contra las radiaciones? ¿Podrían ciertos tipos de cannabis afectar la "proliferación celular" con potenciales usos anticancerígenos?

Por ahora, todo es potencial, posible, eventual.

Lento, pero no trancado

En Farmacognosia, García tiene a su cargo a una becaria que trabaja en proyectos vinculados a cannabis. Le renueva la beca mes a mes, porque no sabe hasta cuándo va a poder pagarle.

Para que la información que produce la rata del laboratorio de Fisiología del Sueño sirva para algo, debe haber una persona que, durante las ocho horas que pasa conectada, esté monitoreando.

Durante estos primeros años los docentes e investigadores del núcleo obtuvieron financiación del Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República. Pero sus planes no se podrán realizar como esperan si no consiguen la financiación que necesitan, porque investigar en estas áreas es caro.

De lo que han podido hacer hasta ahora, se sabrá hacia mediados del año que viene, cuando presenten sus primeros resultados. Lo que harán a futuro dependerá de algo mayor y tiene que ver con el futuro de la ciencia en el país.

Una dieta: el paso previo al cannabis

Para el director de la cátedra de Neuropediatría de Facultad de Medicina, Gabriel González, el uso de cannabis medicinal en casos de epilepsia refractaria es una cuarta opción y hay un paso previo que Uruguay no tiene disponible. Se trata de la dieta cetogénica, una dieta a base de grasas que probó buenos resultados en todo el mundo. "No ha entrado en las prestaciones del Ministerio de Salud, de las mutualistas o del Sistema Integrado de Salud", dice González, quien sostiene que se debería contar con un grupo de nutricionistas entrenados para aplicarla.

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