Un uruguayo ante los desafíos chilenos

Rodrigo Silvera cumplirá un año liderando la expansión de Genexus en el mercado trasandino

Tiempo de lectura: -'

10 de noviembre de 2020 a las 18:32

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Al momento de esta entrevista, Rodrigo Silvera está trabajando de forma remota, encerrado en un apartamento en Pocitos, cumpliendo con la cuarentena obligatoria impuesta a los viajeros. Es que llegó a Montevideo hace un par de días desde Santiago de Chile para visitar a su familia y a sus amigos, a quienes no veía desde hacía siete meses.

Silvera vive en Chile desde 2017, donde trabajó para varias empresas del sector tecnológico. En diciembre de 2019 asumió como country manager de Genexus, la empresa de desarrollo de software uruguaya, que busca expandirse en el país andino.

“A mí me agarró no solamente la pandemia, sino también la crisis social de octubre de 2019 de Chile, así que fue un doble desafío”, dice Silvera, quien notó un descenso en la economía chilena y una paralización en la toma de decisiones por parte de las empresas en cuanto a la inversión en tecnología. Ahora percibe que la situación está repuntando y que las empresas les están abriendo más las puertas.

“Había un rechazo a tener reuniones, a conocer Genexus, porque en realidad todos los CIO de tecnología estaban tratando de apagar el incendio que provocó el home office y el cambio de modalidad de la oficina a la virtualidad, por lo que no estaban muy dispuestos a poner foco en sus proyectos para el año”. Pero la pandemia aceleró el proceso de transformación digital y las organizaciones comenzaron a pedir más soluciones y aplicaciones tecnológicas para ser implementadas a corto plazo, el fuerte de la empresa que lidera Silvera en Chile.

Entre las soluciones que les han solicitado destaca una para Bantotal, que apunta a mejorar la experiencia del sector bancario en tiempos de pandemia; y otra para una consultora multinacional de Recursos Humanos que maneja personal tercerizado en Chile. Los desarrollos de los productos los llevan adelante mediante partners que utilizan Genexus y que se encuentran en diferentes partes de Chile y del mundo.

¿Cuáles son sus responsabilidades como country manager?

Hago de todo. Una de las responsabilidades que tengo es el desarrollo de recursos en el mercado, es decir, personas que sepan programar, se capaciten y se certifiquen en el uso de la herramienta, porque en un mercado que va creciendo y empezando a desarrollar en Genexus necesitás programadores, agrandar la comunidad de “genuxianos” en Chile. Históricamente se generaban acuerdos con universidades para que dieran los cursos de Genexus, pero con el tema de la pandemia muchas tuvieron que parar las clases durante un par de meses, entonces nosotros les ofrecimos a las escuelas de ingeniería de varias universidades dar cursos de Genexus sin costo —nosotros poníamos al instructor—, mientras ellos solucionaban su problema interno del funcionamiento de las clases. Así surgió el programa Genexus University Online y se hizo en varios países.

Otra de las responsabilidades que tengo es el tema comercial, en pocas palabras, que se venda más. Para eso trabajamos con dos distribuidores en Chile, Sonda y Gxpert, y yo estoy detrás de que cumplan con sus objetivos comerciales, que brinden soporte a los clientes, que los cuiden. También parte de mi trabajo es estar en contacto directo con los clientes y saber cómo les va.

¿Cuál fue el gran desafío al asumir este rol?

Yo venía de ser gerente de Marketing y, como tal, uno tiene sus responsabilidades bastante claras. Cuando se es country manager tiene que encargarse de muchas cosas. Mi jefa siempre dice que uno es como un malabarista con tres pelotitas que siempre tienen que estar en el aire, uno no puede tomar solo una —como las ventas, por ejemplo—, son muchas las responsabilidades y tiene que tener un norte claro; tener claras las tareas de la semana, dedicarle tiempo a cada una de ellas y planificar. Es vital la planificación en un rol como country manager y ese fue el gran desafío, poder ir apagando varios incendios al mismo tiempo.

¿Le costó adaptarse a Chile?

No, aunque hay diferencias culturales. Hay un tema que creo que es también por ser un país grande, que es que uno está todo el tiempo metido en el trabajo. En Uruguay uno tiene más tiempo para compartir con la familia y los amigos, está más cerca de los suyos. En Santiago las personas van como caballos con anteojeras mirando hacia adelante y no hacia los costados. Cada uno vive en su apartamento y no sabe ni quiénes son los vecinos. En eso sí me costó adaptarme.

De todas maneras, yo vivo en pareja hace casi tres años —ella es chilena, de Talca— y estoy “haciendo vida” en Chile. También tengo un grupo de amigos: los chilenos vienen por el lado de mi pareja y luego hay un grupo de uruguayos con los que estoy en contacto. Nos juntamos en la parrillada La Uruguaya para ver los partidos de Uruguay y si no, en la barbacoa de casa. Tratamos de no perder las tradiciones. Eso de la comunidad uruguaya está muy bueno y no te das cuenta hasta que lo vivís. Te ves con un uruguayo la primera vez y parece que lo conocés de toda la vida, y hasta lo invitás a tu casa.

¿Cómo repercutió la pandemia en su vida?

El primer impacto fue fuerte. Los primeros sentimientos fueron respecto a mi familia; tengo una hija en Uruguay con quien tengo un contacto frecuente y a mis padres, que son dos personas de riesgo. Yo viajaba cada dos o tres meses a Uruguay, por la pandemia se cerraron las fronteras y esa incertidumbre de no saber si iban a dejar viajar un poco afecta.

¿Tiene pensado volver a vivir en Uruguay?

Por el momento no. Estoy haciendo familia y vínculos en Chile, así que a corto o mediano plazo no. Lo que sí hemos hablado con mi pareja es que a los dos nos gusta Uruguay como un país de retiro.

¿Planes para el futuro cercano?

El plan es casarme el próximo año y seguir creciendo en lo profesional, tanto yo como mi pareja. Creemos que estamos en edad de dejarlo todo en la cancha para luego poder disfrutar de la vida full time, esos son los planes en cuanto a lo personal. Con Genexus, la idea es seguir posicionando a la marca y hay terreno fértil en Chile para que eso suceda. Mi objetivo es descentralizar el servicio, que no todo quede en Santiago. El sur es muy importante porque es donde están todas las industrias pesqueras y en el norte las mineras.

El impulso que nos dio la aplicación de Coronavirus UY, así como los desarrollos low-code, permitieron que hoy los gerentes de Tecnología de Chile ya estén pensando un poco más en desarrollar en Genexus, porque conocen un poco el potencial que les podemos brindar. Hay mucho por hacer y en ese trabajo estoy. Además, algo que siempre me gustó es poder llevar la bandera de Uruguay a otros rincones. Trabajé durante varios años para Perú y estuve abriendo negocios en otros países, así que siempre me interesó y me gustó eso de poder llevar a mi país a otros lugares.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.