Una de las buenas: la resurrección del arroz

Así, en un momento en el que el atraso cambiario preocupa cada vez más, la perspectiva de llegar a un margen en la cosecha 2022/23 en Uruguay se sostiene. Los costos han subido muy fuerte, pero el potencial de rendimiento y los precios dan esperanza.

A nivel global la disminución de la producción en 12 millones de toneladas, de 515 a 503 millones, es la primera desde la temporada 2015/2016.

Y la situación golpea en algunos países importantes para la formación del precio en Uruguay. Por ejemplo, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) recortó en 13% la superficie de arroz en ese país y estimó que la producción bajará de 6 a 5,2 millones de toneladas en 2023, además de una reducción de 4% del stock, que perderá 52 mil toneladas. Estados Unidos compite fuerte con el arroz uruguayo en mercados diversos, desde Iraq a países de Centroamérica.

En la Unión Europea la superficie cultivada se ha reducido 18% por la sequía en el sur, y la caída de la producción es de 25%. El stock se reducirá 2% en 2023. Las exportaciones de Uruguay a ese destino crecen.

Menos arroz en el Mercosur

El saldo exportable del Mercosur se reducirá en la próxima cosecha, por la caída de área en Brasil, Argentina y Paraguay.

En Brasil el cultivo perdió 154 mil hectáreas (9,5%) según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), y las existencias caen 6% a 242 mil toneladas de acuerdo al USDA. Brasil está cerrando el año con exportaciones de unos 2 millones de toneladas, el doble de lo que ha colocado en promedio en los últimos cinco años. Volvería al nivel de 900 mil toneladas de arroz en la próxima zafra según las previsiones del USDA. Por un lado, hay sequía en Río Grande del Sur que si se prolonga puede reducir más el área, pero el país vecino tiene una tendencia estructural a menos área por el crecimiento de soja y maíz y a exportar más lo que ajusta.

En Paraguay fueron sembradas 10 mil hectáreas menos que el año pasado (caída de 10%).

En Argentina, solo en la provincia de Corrientes que concentra la mayor superficie, el área bajó 45% por falta de agua: de 100 mil a 65 mil ha.

En Uruguay la superficie plantada se contrajo en 5 mil hectáreas (3%) hasta 159.800 y se espera un rendimiento igual o mayor a los 9.153 kilos por hectárea de la zafra 2021/22.

“No hay nada que indique en el corto plazo que la tendencia de precios vaya a cambiar, la demanda de arroz del Mercosur por menor oferta de Estados Unidos impulsa que el Mercosur está ganando mercados, sobre todo en Centroamérica, donde va quedando ese hueco”, dijo Diego Nicola, gerente de comercio exterior de Saman, y estimó que esa corriente seguirá creciendo en 2023.

“El área es un poco menor, el potencial este año es bueno, no récord, y la calidad es buena, muy establecida, en un escenario con tendencia de la producción a bajar”, resumió Nicola.

La oferta de Brasil

Por su cercanía y por ser destino de buena parte del arroz uruguayo, pero a la vez competidor como exportador, lo que pasa en Brasil importa especialmente.

En este mercado, todos los factores de alta actuaron juntos al mismo tiempo para empujar el incremento del precio en noviembre. La bolsa de 50 kilos saltó de US$ 15 a US$ 17,30 en tres semanas, un incremento de 15%.

Con los países de América, Medio Oriente y África buscando más arroz en el Mercosur, las cotizaciones domésticas comenzaron a subir.

La confirmación de un área menor sembrada en esta zafra y el desarrollo más lento por la primavera fría obligó a la industria a pujar por el arroz disponible en el sur de Brasil. La gran incógnita es dónde está el techo de los precios en el país vecino.

A Brasil se le han abierto oportunidades de negocios muy dependientes del tipo de cambio, que acompaña a la exportación. “El arroz local que ha ido en aumento en este momento está muy alto, ha salido muchísimo arroz cáscara y eso presiona un poco los precios hacia arriba”, explicó el gerente comercial de Saman.

Uruguay: rebote y precios

La caída de la producción y el stock europeo es una oportunidad para el arroz uruguayo en un mercado que representaba el 6% y 7% del monto exportado en 2020 y 2021 y en 2022 saltó al 16 %.

Por su manejo de agroquímicos, la calidad del arroz y las variedades del producto, Uruguay tiene ventajas en un mercado que paga mejores precios. A los tradicionales clientes, Reino Unido y Países Bajos, se sumó Bélgica en el último año.

Las exportaciones de arroz cáscara de Uruguay hasta noviembre de 2022 aumentaron 130% respecto a todo 2021: 291.171 toneladas frente a 125.573. El precio por tonelada en enero era de US$ 269 y para noviembre había subido 37% y promediaba US$ 369.

Hasta noviembre el país exportó un total de 1.038.658 toneladas de arroz, 266.611 más que en todo 2021 (+34%) y podría superar las 1.054.861 toneladas de todo 2020.

Zafra que ilusiona

La tendencia de precios alienta expectativas para la zafra en curso en Uruguay. Fueron implantadas 159.800 hectáreas a un costo por hectárea sembrada que ronda los US$ 2.100, un 10% más que el año anterior, según los cálculos que la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA) expuso en su última asamblea.

A esa cifra se le agregan incrementos “por la realidad cambiaria”, con un dólar en su menor valor en dos años, señaló Juan Miguel Silva, vicepresidente de ACA.

“Tenemos números que siguen incrementándose, la energía eléctrica calculada en dólares son más bolsas que hay que juntar”, indicó Silva. 

Para alcanzar el punto de equilibrio se necesitan algo más de 180 bolsas por hectárea –9.000 kilos– al precio provisorio de US$ 11,45 por bolsa fijado para la zafra 2021/2022. Un desafío muy importante, porque solo en dos años se superó ese rendimiento, aunque claro está fueron los últimos dos años y los cultivos se encaminan a repetir un alto rendimiento.

Alfredo Lago, presidente de ACA, estimó que por la recuperación de los valores, cuando en febrero o marzo del año próximo se negocie el precio definitivo de la próxima zafra, “se podrá capitalizar en un incremento de precios”.

Ante el aumento de costos se van implementando distintas estrategias. En los costos de transporte el año pasado Uruguay “cambió completamente la logística de contenedores a cargas en bodega a granel y bolsas”, señaló Nicola.

En los últimos meses empezaron a bajar los fletes, aunque para 2023 la estructura y los costos logísticos siguen siendo la gran interrogante. 

Perspectivas para 2023

Con mercados claros y precios firmes, la cadena arrocera tiene una perspectiva positiva para la venta de la próxima zafra.

La cartera de destinos diversa y la flexibilidad de la canasta de productos que produce Uruguay son ventajas para el acceso a mercados, destacó Nicola.

La pérdida de competitividad por un dólar que se depreció 13% durante este año –a contramano de lo que sucede en el resto del mundo– es una desventaja, particularmente respecto a Argentina y sus múltiples cotizaciones que le permiten ser competitivo hasta en los fletes.

Eso también llevó a un aumento fuerte de las exportaciones de arroz cáscara, que este año prácticamente duplican a las de 2021.

Tras sostener precios internacionales y regionales que languidecían mientras el resto de los granos se disparaba, el mercado internacional del arroz tiene problemas de abastecimiento y el precio internacional reacciona.

Es una chance de sobrevivir a la suba de costos, al menos por una zafra más.

La cifra

Brasil baja el área y mejora el rendimiento