Ciencia > Caza ilegal

Una semana de luto para la conservación

Tres episodios generaron un llamado de atención a nivel mundial
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31 de julio de 2015 a las 05:00
La muerte del león Cecil a manos de un dentista estadounidense fanático de la caza desató reacciones enfurecidas de varias celebridades en Twitter, hizo llorar al aire al humorista Jimmy Kimmel en su late night show, inundó la consulta del dentista de carteles con amenazas varias y generó un llamado a la colaboración por parte de un profesor de la universidad inglesa de Oxford para proteger a los grandes felinos.

A su vez, la Organización de las Naciones Unidas presentó ayer una resolución que incita a todos los países que la integran a comprometerse para esforzarse en reducir la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales. La resolución, impulsada por Gabón y Alemania, y respaldada por otros 84 países integrantes de la Asamblea General (entre los que no se encuentra Uruguay), es considerada histórica por diferentes organizaciones de protección de la vida salvaje como WWF y Traffic.

Su objetivo es establecer leyes y procesos judiciales más firmes, así como involucrar a las comunidades locales en la lucha contra la caza furtiva. Por ejemplo, uno de sus puntos establece que se determine a la caza ilegal como un crimen grave. A su vez, se establece la realización reporte anual sobre el tema, con su primera versión presentándose en la reunión de la Asamblea General del próximo setiembre.

Esta resolución llega en un momento crítico para la conservación de la fauna en peligro de extinción. Es que además de la muerte del león Cecil, esta semana se produjo la matanza de cinco elefantes en un parque natural de Kenia (también a manos de cazadores furtivos que le quitaron la vida a los animales para vender sus colmillos) y el fallecimiento de la rinoceronte Nabire en República Checa, que dejó en cuatro la cifra de rinocerontes blancos vivos, una especie que está al borde de la extinción también por la caza ilegal.

La resolución de las Naciones Unidas enfatiza particularmente los casos de los rinocerontes y elefantes en África, a los que considera "alarmantes".

El león Cecil


Especie: León común (Panthera leo)
Lugar de residencia: Parque natural de Hwange, Zimbabue
Situación del ejemplar: Cazado furtivamente por Walter Palmer, un dentista estadounidense

Este animal, caracterizado por su melena negra, fue atraído por los cazadores fuera del parque donde residía y herido con una flecha. Tras 40 horas de asedio, fue rematado de un disparo de fusil. El estadounidense Walter Palmer, cazador frecuente, pagó US$ 50.000 a un intermediario local para matar al animal a comienzos de julio. El león era tanto una fuente de ingresos para el país (por la cantidad de turistas que atraía) como un objeto de estudio para los trabajadores del parque Hwange, ya que el león, si bien no está en peligro de extinción, es considerado una especie vulnerable. El hecho de que Cecil haya muerto llevará también a que el nuevo líder de su manada, llamado Jericho, mate a sus 24 cachorros.

Nabire


Especie: Rinoceronte Blanco del Norte (Ceratotherium simum cottoni)
Estado de conservación: En peligro crítico
Situación de la especie: Quedan cuatro en el mundo

La muerte por enfermedad el 28 de julio de la rinoceronte Nabire, que residía en el zoológico de Dvur Kralove, en República Checa, redujo a cuatro el número de ejemplares vivos de esta subespecie. Queda una hembra anciana llamada Nola en el zoológico de San Diego (Estados Unidos) y un macho también anciano, Sudan, que vive con dos hembras, Najin y su hija Fatu, en la reserva keniata de Ol Pejeta. Originarios de África Central y Oriental, el número de estos ejemplares herbívoros disminuyó debido a la caza furtiva y han fracasado los intentos de reproducirlos artificialmente.

Elefantes del parque Tsavo


Lugar de residencia: Kenia
Estado de conservación: Vulnerable
Situación de los ejemplares: muertos por cazadores furtivos que robaron sus colmillos

Una madre y cuatro crías de elefantes murieron a manos de un grupo de cazadores furtivos en el parque nacional Tsavo de Kenia el pasado lunes. Sus colmillos fueron cortados y se estima que serán llevados a Asia, donde se pueden vender por US$ 1.000 y donde el tráfico ilegal de animales no es regulado con firmeza. Actualmente hay dos sospechosos detenidos por la matanza, situación que regularmente se repite en Kenia y Congo. Se estima que el tráfico ilegal de animales genera entre US$ 7 y 10 mil millones al año.

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