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Vivía en Punta del Este, decía que era empresario y distribuía droga en San Carlos
Vivía en un apartamento en una zona exclusiva de Punta del Este, circulaba en una camioneta Audi Q5 de 2010, valuada en US$ 29 mil, tenía una moto Kawasaki por la que pagó US$ 10 mil, varios miles de dólares en cheques y en su billetera llevaba $ 10 mil en efectivo.
Pablo Olive, de 34 años, decía que su patrimonio y alto nivel de vida eran fruto de su trabajo como empresario. Es dueño de un gimnasio y alquila castillos inflables para fiestas, además de dedicarse al negocio automotor con la compra y venta de vehículos.
El domingo por la tarde, la Guardia Republicana lo detuvo cuando circulaba por San Carlos, luego de que los policías vieron que realizaba una maniobra extraña con el vehículo que manejaba. En el interior del auto encontraron pistolas, un rifle y un chaleco antibalas. Luego se comprobó que las armas eran de aire comprimido.
La vinculación con su hermano, Ricardo Pérez, alias "El Kane", no tardó en aparecer. Este hombre es considerado uno de los líderes narcos de San Carlos, una ciudad en la que aumentó la violencia y los asesinatos en los últimos años producto de la disputa por el territorio de venta de drogas entre tres bandas: la del Kane, la de Néstor Correa Balladares y la de Daniel Larrechart.
Los tres hombres están presos pero sus negocios continúan. Fuentes policiales informaron que Olive, alias "El Mono", que decía ser empresario, era en realidad el distribuidor de gran parte de la droga que se vende en las bocas de San Carlos.
Olive fue imputado este lunes por un delito de lavado de activos en la modalidad de posesión y tenencia. La investigación, liderada por el fiscal Jorge Vaz, permite vincular a El Mono con el narcomenudeo de la ciudad, basada en información relatada por testigos meses atrás que indicaban que era él quien abastecía a las bocas y tenía a varios hombres que "cocinaban" la droga.
Bienes y patrimonio
En la solicitud de formalización, la fiscalía agregó que además del dinero en efectivo que se encontró en la camioneta y en su billetera cuando Olive fue detenido, también había facturas de reparaciones de un motor de un auto Volkswagen Gol.
En la audiencia por la que fue imputado, Vaz detalló el patrimonio del hombre –que posee antecedentes penales– y concluyó que su estilo de vida implica un “muy alto ingreso económico, ateniéndonos al contexto y características de la situación económica nacional”, en la que sus presuntos negocios, un gimnasio y alquiler de inflables, son sectores con escasa o nula actividad durante la pandemia.
“Esta fiscalía se pregunta, ¿cómo es posible que dichos negocios den la posibilidad de pagar unos 43 mil pesos mensuales de cuota por el vehículo en que se trasladaba, abonar todo lo que implican los consumos de un motor de seis cilindros 3.2, services, patente, seguro, gastos fijos de servicios en general, alimentación, adquirir una moto al contado en aproximadamente $ 440.000, tener un Volkswagen G5 que vale otro tanto y vivir en un lujoso apartamento en una zona residencial de Punta del Este?”, se detalla en el documento de formalización.
Además, se aclara que Olive no recibió herencias ni proviene de una familia adinerada, tampoco tiene profesión u oficio.
“Todo ello entendemos que en esta etapa configura elementos de convicción en cuanto a que Olive se dedica como medio de vida a comerciar con estupefacientes, siendo uno de los delitos precedentes del lavado de activos”, concluyó la fiscalía.
Olive fue imputado y la Justicia decretó como medida cautelar mientras continúa la investigación 90 días de arresto domiciliario, además de fijar domicilio e ir a la seccional policial más cercana.
