Ximo Puig, el socialista que aspira a un tercer mandato en Valencia tras varias turbulencias

De 64 años y natural de Morella (Castellón), de donde fue alcalde durante 17 años, Puig se desempeño como periodista para medios como el diario Mediterráneo de Castellón, la Agencia EFE, Radio Popular y Antena 3 Radio, y es secretario general del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE).

Su segunda legislatura comenzó con una dana (un fenómeno meteorológico parecido a una borrasca) que arrasó la comarca alicantina de la Vega Baja en septiembre de 2019 y, en marzo de 2020, fue el propio Puig el que anunció la suspensión de las fiestas populares de las Fallas, el primer impacto psicológico real de la pandemia de Covid que estaba por venir y que se cobraría miles de vidas.

Pero ahora Puig aspira a revalidar la Presidencia en un escenario de máximo igualdad, con el bloque PP-Vox por delante según algunas encuestas, y lo hace con un perfil que apela a la mayoría e incluso al centro para desmarcarse de sus socios más a la izquierda.

En ninguna de las catástrofes que atravesó los últimos años escapó al protagonismo, pero tampoco a los grandes anuncios, como el de la llegada de Volkswagen a la Coumnidad Valenciana con la fábrica de baterías para coches eléctricos, que suele reivindicar en sus mítines.

Con fama de negociador cultiva buenas relaciones con los empresarios y logró mantener los equilibrios internos de la coalición de gobierno pese a las situaciones de crisis, como la que vivió con la exvicepresidenta Mónica Oltra, que le apretó las tuercas en las negociaciones presupuestarias y en aspectos relacionados con la gestión de la pandemia.

La relación entre ambos se deterioró ya con motivo del adelanto electoral de abril de 2019, que Puig realizó por su cuenta, y terminó de romperse con la renuncia de la también portavoz y consejera de Igualdad a raíz de la gestión del caso de abusos sexuales de su exmarido a una menor de edad tutelada por su departamento.

Los problemas también acecharon a Puig desde el plano más personal y familiar, con la investigación judicial a su hermano por la concesión de subvenciones públicas a empresas de su entorno. Aunque él siempre defendió que su hermano tenía derecho a presentarse como cualquier ciudadano, pero que, del mismo modo, tenía que ser sancionado en caso de haber tenido un mal desempeño.

Periodista de formación, Puig desarrolló casi toda su carrera en el ámbito político. En 1983 fue elegido diputado en Les Corts por Castellón, después pasó por la Diputación de Castellón y entre 1986 y 1995 fue director general de Relaciones Informativas en los gobiernos socialistas de Joan Lerma, con cuya familia política, el lermismo, se identificó.

Después llegaron la Alcaldía de Morella, su papel de portavoz provincial en Castellón, su paso por Las Cortes y el Congreso de los Diputados, y finalmente la secretaría general del PSPV-PSOE, que le abrió las puertas del Palacio de la Comunidad Valenciana en 2015 tras el primer pacto del Botánico con Compromiso y Podemos.