El Gobierno oficializó el inicio del proceso de privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa estatal que opera las tres centrales nucleares del país: Atucha I, Atucha II y Embalse. El Estado nacional conservará el 51% del paquete accionario y abrirá el 44% a licitación pública nacional e internacional. El 5% restante será ofrecido a los trabajadores bajo un esquema de propiedad participada.
La medida, contenida en la Ley Bases y avalada por el nuevo marco de reformas estructurales, busca atraer capital privado para proyectos estratégicos sin resignar el control estatal de una empresa considerada “estratégica”.
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Atucha es una de las tres centrales nucleares controladas por Nucleoeléctrica Argentina S.A.
Radiografía financiera de Nucleoeléctrica Argentina S.A.
Los números del primer trimestre de 2025 muestran una empresa en transformación. Según datos oficiales de la Secretaría de Hacienda, NASA facturó $211.704 millones por ingresos corrientes, un 12% menos que en igual período del año pasado. El 86,5% de esos ingresos provino de la venta de energía nuclear.
En paralelo, los gastos corrientes crecieron 67%, hasta alcanzar los $155.785 millones, lo que provocó un recorte del 62% en su resultado económico (pasó de $147.229 millones a $55.918 millones).
Donde se advierte el mayor salto es en los gastos de capital: se multiplicaron por más de cinco, al pasar de $7.724 millones en el primer trimestre de 2024 a $41.058 millones en el mismo período de este año. Esa inversión explica, en buena parte, la caída del resultado financiero, que se desplomó un 88%, hasta $17.234 millones.
Nucleoeléctrica Argentina S.A.
Proyectos en marcha
Las obras financiadas con esta expansión de capital incluyen la extensión de vida útil de Atucha I (que prevé su reingreso al mercado eléctrico en 2027) y la segunda etapa del sistema de almacenamiento en seco de elementos combustibles gastados (ASECG II).
En total, estos proyectos demandaron $35.020 millones en el primer trimestre, lo que representa el 85% del total de la inversión de capital de la empresa.
Cambio de modelo
NASA no recibió transferencias del Tesoro Nacional en lo que va de 2025, a contramano de lo que sucedió en años anteriores (en 2023, por ejemplo, había recibido $700 millones en concepto de capital no reintegrable). Ese giro en la política de financiamiento anticipa un modelo en el que el Estado se reserva la conducción pero apuesta a la eficiencia operativa mediante la apertura al capital privado.
Con este esquema, el Ejecutivo busca diversificar riesgos y asegurar fondos para garantizar la continuidad operativa de una empresa clave en la matriz energética nacional.