Tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el Gobierno finalizó la semana con nuevas presiones financieras por parte del mercado. Según la información del Banco Central de la República Argentina (BCRA) el dólar oficial cerró este viernes a $1.467, un récord histórico.
En la rueda del viernes se operaron US$ 388,6 millones y el billete llegó a tocar los $1.457 en el mercado mayorista, muy cerca de los $1.472 que marcan el techo de la banda cambiaria dispuesta por el Banco Central. Ese nivel es el que habilita a la autoridad monetaria a intervenir con ventas directas de divisas sin necesidad de esterilizar pesos.
Cierra del BCRA este viernes 12 de septiembre
A lo largo de la semana posterior a los comicios bonaerenses, el dólar oficial acumuló una suba de casi 100 pesos (equivalente a un 7%) y encendió las alertas entre los inversores. El dólar “blue”, en tanto, acompañó la tendencia y cerró a $1.425, el valor más alto en más de un año, aunque sigue siendo la cotización más baja dentro de los distintos segmentos cambiarios.
El Merval no quedó al margen de la volatilidad y cerró con una caída del 3%, en un contexto de cautela operativa pese a los máximos históricos anotados por Wall Street. La dinámica del mercado financiero vuelve a poner en el centro la fragilidad del esquema cambiario.
“El problema que tenemos es que el mercado ya concluyó que la banda cambiaria después de las elecciones vuela, porque quedó muy corta. Si hubiéramos acumulado antes, se podría haber llegado de otra manera al mandar otra señal. Pero forzadas previas mediante, no se pudo”, explica el economista Gabriel Caamaño.
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Analistas descuentan que el mercado cree que el techo de la banda para el dólar quedó corto.
En esa línea, Caamaño indica que “ahora el mercado cree que para acumular reservas al ritmo requerido post elecciones esto no sirve”. “Con lo cual, sostenerla en la previa va a ser cada vez más difícil y costoso. Encima, volarla o ajustarla antes de las elecciones, faltando poco más de un mes, puede ser muy contraproducente. Ergo, es una encerrona o camisa de siete varas. Estos tiempos muertos caros son recurrentes en nuestra economía. No es algo nuevo. Y encima el resultado electoral juega ahí”, reflexiona al respecto.
La especulación del mercado
Durante la rueda del viernes, varios operadores identificaron posturas de venta en el mercado mayorista que se interpretaron como posibles intervenciones encubiertas del Banco Central. Se trató de órdenes colocadas en torno a los $1.472 (el techo de la banda cambiaria) que, según distintas fuentes del mercado, buscaban transmitir un mensaje: el BCRA cuenta con poder de fuego suficiente para contener la escalada del tipo de cambio si lo considera necesario.
Sin embargo, los datos oficiales de la propia autoridad monetaria indican que no hubo ventas directas de divisas durante la jornada. En otras palabras, las posturas habrían existido, pero no se convirtieron en operaciones concretas. El jueves por la noche, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, anticipó en un streaming que los dólares para intervenir están disponibles, aunque aclaró que solo se utilizarán cuando el tipo de cambio supere el techo de la banda. Ese umbral no llegó a alcanzarse este viernes, por lo que la estrategia oficial fue dejar que el mercado operara sin participación activa del organismo.
Una mirada puesta en el BCRA
Con las elecciones generales de octubre en el horizonte, la tensión política y la presión cambiaria se retroalimentan. El mercado ahora observa de cerca si el Banco Central intervendrá para defender la banda de flotación, o si permitirá que el dólar supere el límite autoimpuesto en busca de oxígeno financiero.