OpenAI, la compañía estadounidense creadora de ChatGPT, anunció una alianza estratégica con Sur Energy para construir un megacentro de datos de inteligencia artificial en la Patagonia argentina, con una inversión estimada de hasta 25.000 millones de dólares. El proyecto, denominado Stargate Argentina, fue presentado esta mañana ante el presidente Javier Milei en la Quinta de Olivos y representa la mayor inversión en infraestructura tecnológica de la historia del país.
La iniciativa forma parte de la estrategia global Stargate de OpenAI, que busca invertir 500.000 millones de dólares en los próximos años para desarrollar infraestructura de inteligencia artificial en distintas regiones del mundo. Argentina será el primer país de América Latina en integrarse a esta red, que ya incluye acuerdos con Reino Unido, Alemania, Noruega, Japón y Corea del Sur. Sin embargo, el proyecto argentino se perfila como el más grande de todos hasta el momento.
"Este hito va más allá de la infraestructura. Se trata de poner la inteligencia artificial en manos de la gente de toda la Argentina", afirmó Sam Altman, CEO de OpenAI. La declaración subraya el objetivo de la compañía de democratizar el acceso a herramientas de inteligencia artificial avanzada y convertirlas en tecnología de propósito general para el desarrollo económico y social.
Una apuesta tecnológica y geopolítica
La elección de la Argentina como sede de este proyecto no responde únicamente a criterios técnicos. Según fuentes cercanas a la operación, la decisión de OpenAI se enmarca en el contexto de la estrecha relación entre Estados Unidos y Argentina durante la gestión de Milei. "Se movieron rápido", reconocieron desde el entorno del acuerdo, destacando la afinidad geopolítica entre ambos gobiernos como un factor determinante.
Más allá de lo geopolítico, OpenAI destaca el ecosistema tecnológico argentino como un factor clave. El país se ubica entre los cuatro principales de América Latina en cantidad de desarrolladores de inteligencia artificial, y uno de cada tres adultos utiliza ChatGPT de forma regular. Además, casi el 30% de las empresas locales ya incorporaron IA en sus sistemas, una cifra que la compañía proyecta que alcance el 70% el próximo año.
La semana pasada, OpenAI publicó un informe que reveló que el número de usuarios de ChatGPT en Argentina se triplicó durante el último año, posicionando al país entre los cinco con mayor cantidad de suscripciones pagas en América Latina y entre los de mayor crecimiento en el uso de la API, la herramienta que permite integrar inteligencia artificial en aplicaciones propias.
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El presidente Javier Milei y Demian Reidel junto a la comitiva de OpenAI esta mañana
Características técnicas del proyecto
El centro de datos patagónico tendrá una capacidad de 500 megavatios a plena escala, lo que lo convertirá en el mayor de su tipo en América Latina. Para dimensionar la magnitud del proyecto, la demanda actual de toda la región es de aproximadamente 150 megavatios. Este tipo de instalaciones constituyen el corazón del procesamiento de inteligencia artificial: son el motor que alimenta las unidades de procesamiento gráfico (GPU) que realizan los cálculos necesarios para que los sistemas funcionen.
La construcción de la estructura física del centro —que incluye el edificio, sistemas de energía y enfriamiento, racks y otros componentes— demandará una inversión de aproximadamente 7.000 millones de dólares. A esto se sumarán las GPU de Nvidia, que se incorporarán de manera escalonada según la demanda. El primer tramo de inversión oscilará entre 7.000 y 10.000 millones de dólares, según informaron fuentes cercanas al proyecto.
Sur Energy, empresa de energía limpia fundada por dos empresarios argentinos en Estados Unidos, será la encargada de financiar y desarrollar el proyecto junto a un socio que es proveedor de desarrollos en la nube —cuyo nombre aún no trascendió— y energéticas locales. Ya se firmaron acuerdos con Central Puerto y Genneia para la provisión de energía renovable. OpenAI, por su parte, actuará como offtaker, es decir, comprará toda la potencia computacional que genere la instalación, lo que garantiza la viabilidad económica del emprendimiento.
Según las estimaciones, la construcción comenzará en 2026 y la primera fase estará operativa 12 meses después, con 100 megavatios funcionando inicialmente. Luego, la capacidad se escalará progresivamente hasta alcanzar los 500 megavatios. El proyecto se inscribirá en el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que otorga estabilidad fiscal, beneficios aduaneros y acceso a divisas para proyectos estratégicos de largo plazo.
Los protagonistas del acuerdo
En la reunión de esta mañana en Olivos participaron Chris Lehane, Chief Global Affairs Officer de OpenAI, y Emiliano Kargieman, cofundador de Sur Energy y fundador de la empresa de microsatélites Satellogic. Lehane es un ejecutivo que se incorporó a OpenAI hace casi dos años, tras ocupar cargos en Haun Ventures y Airbnb, y haber sido secretario de prensa del vicepresidente estadounidense Al Gore en la segunda mitad de los años 90. También estuvieron presentes otros ejecutivos de OpenAI: Benjamín Schwarz, gerente de Asociaciones y Políticas de Infraestructura; Mohammed Husain, ingeniero de Soluciones; Ivy Shindewolf, a cargo de Política Internacional y Alianzas, y Nicolás Andrade, líder de Políticas Públicas para Latinoamérica y Caribe.
Detrás del proyecto estaba Mat Travizano, físico, emprendedor e inversor exitoso, cofundador de Sur Energy, quien falleció hace poco menos de un mes en un accidente de escalada en California. "Mat debería estar acá, anunciando este mega proyecto. Vamos a seguir con su idea y legado", declaró Kargieman. Travizano fue gestor clave del encuentro entre Milei y Altman el año pasado, durante la visita del presidente a Silicon Valley, momento en el que tomó impulso la idea de convertir a Argentina en un polo de inteligencia artificial.
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Demian Reidel, Mat Travizano y Sam Altman
Otro protagonista relevante es Demian Reidel, ex jefe de asesores de Milei y actual presidente de Nucleoeléctrica, la empresa estatal de energía nuclear que opera los tres reactores nucleares del país: Atucha I, Atucha II y Embalse. Reidel, quien fue amigo de Travizano y lo despidió de manera emotiva en redes sociales, es un evangelizador del uso de energía nuclear para alimentar grandes centros de datos. El plan contempla la posibilidad de incorporar ese tipo de energía en el futuro para sostener la creciente demanda.