El doctor Conrado Estol, reconocido médico neurólogo, fue entrevistado este jueves por Luis Majul en su programa Majul 107.9 de El Observador 107.9, donde analizó en profundidad el impacto de la inteligencia artificial en la medicina y su aplicación práctica en el diagnóstico y tratamiento de pacientes.
"La inteligencia artificial ya ha afectado e influenciado a la medicina enormemente. Ya sucedió esto", afirmó Estol al inicio de la entrevista, destacando que esta tecnología no es algo del futuro sino una realidad presente en la práctica médica cotidiana.
El neurólogo explicó que la IA es especialmente útil en la ayuda diagnóstica: "El caso clínico se presenta en la inteligencia artificial, que ayuda al médico a hacer el diagnóstico. Te da un diagnóstico diferencial espectacular". Estol aclaró que esta herramienta debe ser utilizada por profesionales médicos que luego interpretan y traducen los resultados para los pacientes. Además, destacó sus aplicaciones en la interpretación de análisis de laboratorio y estudios por imágenes: "La interpretación de mamografías, radiografías de tórax, tomografías del cuerpo humano y diagnóstico de cáncer de piel son realmente espectaculares".
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Del garaje de Steve Jobs a la revolución del ChatGPT
Para contextualizar el fenómeno, Estol hizo un recorrido histórico desde 1976, cuando Steve Jobs diseñaba en el garaje de su casa la computadora personal, un aparato que entonces nadie entendía para qué podía servir. "A los 25 años, cinco años después, sale pública la compañía. Se llama Apple y ya cuesta cientos de millones de dólares", recordó.
El médico citó la analogía que usaba Jobs sobre la eficiencia del transporte: según estudios de Scientific American, el cóndor era el animal más eficiente para trasladarse del punto A al punto B, mientras que el ser humano estaba "muy abajo en el ranking". Sin embargo, cuando le dieron una bicicleta al ser humano, "pasó a ser el más eficiente, tres veces más que el cóndor, con una herramienta".
Jobs creó la computadora con ese propósito: "Acelerar todos los procesos, sacar esa cosa inútil de pérdida de tiempo y hacer que el ser humano sea más conceptual, más creativo, con esa herramienta", explicó Estol, quien también destacó la importancia de lo intuitivo en el desarrollo de nueva tecnología: "Cada vez los procesos son más intuitivos. Lo hacés dos veces y después ya lo tenés incorporado, incluso a través del mecanismo motor, no racional".
"El 20 de noviembre de 2022 aparece ChatGPT. Yo lo he dicho muchas veces, quiero celebrarlo. Me acuerdo de algunos pocos cumpleaños. Esa fecha me la quiero acordar porque realmente cambió el planeta", enfatizó Estol.
El doctor confesó que usa la inteligencia artificial "permanentemente" tanto en su teléfono como en su computadora: "Lo último que le pedí ayer fue mi currículum en 300 palabras para una conferencia. Le adjunté el PDF con mi currículum abreviado y le dije que tenga 300 palabras y que no deje de incluir lo más importante. Lo hizo perfecto". Antes de eso, había pedido una receta diferente de hongos rellenos y asistencia para un trabajo científico. "Le podés presentar un diagnóstico y te lo hace", aseguró.
La IA como copiloto, no como reemplazo
Sobre el temor de que la inteligencia artificial reemplace a los médicos, Estol fue contundente: "En realidad, la inteligencia artificial es un copiloto. De hecho, la FDA no tiene que aprobarla porque no atiende pacientes. Es un copiloto que ayuda al médico". Sin embargo, aclaró: "No te puedo decir lo que va a ser en cinco años, pero por ahora es el copiloto".
Respecto al temor histórico de que la tecnología quite empleos, el neurólogo recordó ejemplos del pasado: "Las personas que escribían libros cuando Gutenberg inventa la imprenta pasaron muchos años para que se reinventaran e hicieran otra cosa. Aparecieron otras actividades". Lo mismo ocurrió con los conductores de carruajes cuando apareció el automóvil. "Acá esto es mucho más rápido", advirtió, pero señaló que nunca se llegó a perder el trabajo: "Las firmas de contadores siguen existiendo a pesar de Excel y todas las herramientas digitales".
El neurólogo citó estudios publicados en revistas médicas donde se comparó la capacidad diagnóstica de la IA con médicos con más de 10 años de experiencia en 100 casos difíciles: "La inteligencia artificial llegó al 90% o 100% de diagnóstico, pero tuvo un porcentaje de acierto superior al mejor médico".
Estol explicó el concepto de diagnóstico diferencial, clave en la medicina: "El ser humano presenta algo y, inmediatamente, vos pensás en algo específico por la experiencia que tenés. El sesgo, el sesgo de tu experiencia, te cuesta muchísimo salir de ahí. Entonces te perdés detalles importantes". Según el médico, la IA "tiene la capacidad de no tener sesgo y de mayor amplitud", lo que le permite presentar un diagnóstico diferencial más completo.
Los casos presentados en los estudios eran complejos: "Un paciente que llegó y tiene una erupción cutánea, acaba de volver de un viaje por el sudeste asiático, además antes tenía una enfermedad pulmonar crónica para la que tomaba tal medicación, y ahora tiene fiebre muy alta que no ha bajado con el primer antibiótico que le dieron", ejemplificó.
Un estudio más reciente incorporó a un médico que podía usar la IA para hacer diagnósticos: "¿Quién ganó? La inteligencia artificial sola. Porque el médico que usaba inteligencia artificial era humano y podía estar sesgado. Entonces por ahí no le gustaba la respuesta que le había dado la inteligencia artificial y se seguía apoyando más en su corazonada".
El revolucionario detector australiano de cáncer de piel
Estol destacó un invento australiano desarrollado en el Instituto de Piel de Melbourne: "Crearon un aparato que te escanea, te revisa. Te lo pasás por la piel y el aparato diagnostica con una exactitud del 94%, que es igual o mayor a un dermatólogo, si una lesión es cancerosa o no".
El dispositivo, desarrollado en un país con cuatro muertes por día por cáncer de piel, puede incluso detectar lesiones en formación: "Si no tenés una lesión visible en la piel, por calor y temperatura puede descubrir que debajo de tu piel hay una lesión que se está formando y puede ser cancerosa". Estol señaló que en Australia se hacen 600.000 biopsias por año que dan negativas, procedimientos que podrían evitarse con este aparato.
