Contexto
¿Por qué hubo barras en la marcha de los jubilados?
Lo que comenzó como una convocatoria semanal de jubilados frente al Congreso se convirtió en una de las protestas más violentas de los últimos tiempos. A través de redes sociales, sectores de hinchadas de fútbol comenzaron a sumarse bajo la consigna "estamos con los jubilados".
El primer grupo en convocar fue Chacarita Juniors, tras el caso de un jubilado identificado como Carlos, quien fue golpeado por la policía en una protesta anterior. Este hecho generó solidaridad entre distintos sectores y, en los días previos, se viralizaron llamados de hinchas de clubes como Boca, River, Independiente, Racing, Tigre, Lanús, Ferro, All Boys, Temperley, Almirante Brown, Morón, Quilmes, Nueva Chicago y Los Andes, entre otros.
Además de los barras, la protesta contó con la participación de sindicatos y agrupaciones políticas de izquierda, como ATE, MST, PTS, Convergencia Socialista, UTEP y la CGT, quienes marcharon en reclamo por la situación de los jubilados y contra las políticas económicas del Gobierno.
¿Cómo se desató la violencia?
Los incidentes comenzaron minutos antes de la convocatoria oficial cuando los manifestantes cortaron la Avenida Rivadavia y se enfrentaron con efectivos de la Policía Federal y la Prefectura Naval, que intentaron reubicarlos en la vereda con el protocolo antipiquetes del Ministerio de Seguridad.
La situación escaló cuando la policía lanzó gases lacrimógenos y camiones hidrantes de Gendarmería comenzaron a dispersar a los manifestantes. En respuesta, barras y militantes arrojaron piedras, palos y otros objetos contundentes.
El enfrentamiento se extendió hasta la Plaza del Congreso, donde manifestantes rompieron mobiliario urbano y encendieron tachos de basura, mientras que las fuerzas de seguridad continuaron con la represión.
El Ministerio de Seguridad, liderado por Patricia Bullrich, había advertido previamente que no permitiría desbordes y que se sancionaría a los barras que participaran. Pasadas las 18 horas, la situación continuaba tensa con focos de violencia dispersos.
¿Quiénes fueron los protagonistas de los disturbios?
Las barras de Chacarita y Rosario Central fueron las que más protagonismo tuvieron, al punto de viajar juntas desde Rosario para "apoyar a los jubilados". Sorprendentemente, también se identificó la presencia de hinchas de Newell's Old Boys, quienes incluso se abrazaron con los de Central en la manifestación.
En la movilización también se vieron camisetas de San Lorenzo, Huracán, Arsenal, Dock Sud, El Porvenir y Atlas, entre otros. Sin embargo, los clubes no convocaron oficialmente a la marcha y evitaron pronunciarse públicamente sobre la participación de sus hinchas.
¿Cuál fue la respuesta del Gobierno?
El Ministerio de Seguridad lanzó un comunicado en el que catalogó la protesta como "La Marcha de las Barras Bravas", anticipando sanciones para los hinchas violentos.
Entre las medidas anunciadas, se destaca la "Restricción de Concurrencia Administrativa", lo que implica que los barras identificados no podrán ingresar a estadios de fútbol en todo el país.
Además, la policía realizó 14 detenciones, algunas de ellas con armas blancas y de fuego en su poder. Ocho de los detenidos pertenecen a las fuerzas federales y tres a la Policía de la Ciudad.
A pesar de la represión, el Gobierno defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, argumentando que se actuó "para evitar el desborde y garantizar el orden público".
¿Cómo sigue la situación?
El conflicto no parece haber terminado. Desde sectores de las hinchadas ya advirtieron que "la próxima semana se sumarán los universitarios" a la protesta. Además, grupos políticos y sindicales anunciaron que continuarán con las movilizaciones en rechazo a las políticas del Gobierno.
En tanto, el Ministerio de Seguridad seguirá con su postura de "tolerancia cero" frente a las manifestaciones con barras involucrados, lo que podría derivar en nuevos enfrentamientos en futuras protestas.
Cómo sigue
La violencia registrada en la protesta de los jubilados marcó un nuevo punto de tensión entre el Gobierno, los movimientos sociales y sectores del fútbol. La presencia de barras bravas y la represión de las fuerzas de seguridad reavivaron el debate sobre el uso de hinchadas en manifestaciones políticas y la respuesta del Estado ante las protestas.