“Lo que no ordena la política, lo ordenan los votos”. La sentencia pertenece a uno de los armadores del peronismo en la Primera Sección electoral, la de la victoria inesperada. La frase que suena como un mantra es también una conclusión que por estas horas se metaboliza dentro del PJ.
Con la interna en pausa y un ganador en ciernes, el objetivo de triunfar en las elecciones de octubre ya no parece una quimera. Sin embargo, reina la cautela. El temor no tiene que ver con la capacidad de reacción del Gobierno, sino con el daño que pueda causar el fuego amigo. Así empieza el camino a octubre, por lo menos el del peronismo.
Es lunes por la noche, pero en La Plata aún hay actividad. Ya pasaron 24 horas del triunfo. La agenda de lo que viene está en construcción. Cambios de planes, reuniones postergadas y almuerzos que se superponen. En el entorno de Axel Kicillof hay un aire de satisfacción innegable. El gesto de la misión cumplida es transversal. Fuerza Patria ganó en 104 de los 135 distritos, obtuvo triunfos inesperados en la primera, segunda y cuarta sección electoral, aseguró quórum propio en el Senado bonaerense y aventajó en más de 10 puntos a la alianza entre el PRO y La Libertad Avanza.
Los números marcan una realidad, aseguran en el oficialismo bonaerense, pero eso no nubla el análisis de cara a la complejidad de la campaña hacia las elecciones legislativas nacionales que se desarrollarán el próximo 26 de octubre.
Axel Kicillof, el ganador, y una interna en pausa
El triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires dejó a Axel Kicillof parado en un lugar de referencia hacia dentro y hacia fuera. El gobernador bonaerense impuso condiciones, dio la batalla y ganó. Dignidad política y victoria, algo que pocas veces marida en la política argentina. En ese marco, y tras el resultado, la interna partidaria del peronismo entró en una pausa tácita. Nadie asume públicamente la paternidad del triunfo, pero las voces se hacen fuertes en los túneles en los que se empieza a construir la estrategia pensando más allá de fin de año.
Los hechos hablan. El desdoblamiento electoral que impuso Axel Kicillof, y que Cristina Kirchner rechazó públicamente, se tradujo en una estruendosa victoria para el mandatario.
Kicillof, más allá de los cánticos en el búnker del domingo por la noche y el fuego cruzado en las redes, minimiza la importancia de las cuestiones internas. “No son las preocupaciones en este momento", dijo en cuanto reportaje brindó tras la victoria.
Más allá de los dichos públicos, los llamados y mensajes llegados al teléfono de Kicillof dan la talla de la victoria. Desde Lula da Silva de Brasil hasta la vicepresidenta española Yolanda Díaz se comunicaron con el mandatario provincial, pasando por los gobernadores Maximiliano Pullaro, Martín Llaryora e Ignacio Torres, entre otros.
Así las cosas, con Kicillof posicionado como referencia nacional, arranca el camino a octubre para el peronismo. En ese sentido, el desafío es doble: garantizar una desescalada en la interna que permita encarar la campaña nacional en paz, al menos momentáneamente, y motivar a los intendentes para que mantengan su esfuerzo, ya que su batalla territorial por los concejos deliberantes finalizó.
En los cuarteles peronistas, las proyecciones prematuras apuntan a repetir la victoria en octubre, aunque quizás con un margen menor. ¿Por qué una ventaja más ajustada para octubre? Los analistas peronistas identifican el "voto útil" del antiperonismo, ausente el domingo, que en la elección nacional podría movilizarse. “Veremos si las provinciales funcionaron como una PASO”, señalan.
Economía, el Congreso y el territorio
La economía resentida, tanto en núcleos urbanos como rurales, impulsa el "enojo" con Javier Milei, según la visión peronista, a diferencia de la opinión del oficialismo nacional. El gobernador Kicillof reprochó a Milei su escasa presencia en la Provincia, donde el Presidente visitó solo cuatro distritos —La Matanza, Lomas de Zamora, Moreno y Junín— y perdió en todos ellos, incluyendo Lomas de Zamora por casi 30 puntos.
Pese a esta lectura, el PJ especula que el salto en la cotización del dólar no empañaría el desempeño de La Libertad Avanza. Dentro del peronismo hay quienes sostienen que la mejor estrategia del oficialismo hubiera sido apelar a una brusca devaluación postelectoral. Sostienen que ese efecto fue lo que hizo que Mauricio Macri repuntara tras las PASO 2019.
La fuerza de los intendentes resultó clave en la victoria provincial, con triunfos en más de 100 de los 135 municipios. El peronismo ahora debe potenciar ese rol. Creen que en La Libertad Avanza las fugas resultarán peores, y que será difícil para Milei sostener la territorialidad alquilada después de la derrota del domingo. Asimismo, crecen dudas sobre el alcance de la fiscalización para el arco no peronista. La Libertad Avanza, de hecho, atraviesa internas acaso más tensas que las del peronismo, agitadas por la caída del domingo.
De cara a las elecciones de octubre hay una coincidencia entre todos los sectores del peronismo: el escenario será otro. Candidatos de peso, un nuevo sistema de votación y una economía que tiene por ahora rasgos inciertos hace imposible arriesgar resultados.
Desde el peronismo apuestan a que el Congreso siga con su trabajo y siguen de cerca que harán los gobernadores. En principio, en tan solo una semana el Gobierno deberá recibir el presupuesto 2026 de parte del Ejecutivo.
El debate que tendría que comenzar antes de las elecciones en la Cámara de Diputados dejará ver que tan dispuesto está el Gobierno a recomponer su relación con los gobernadores. Mientras tanto, y más allá de lo que disponga el Ejecutivo con la ley de leyes, desde Unión por la Patria no están dispuestos a dejar que se apague el escándalo de las coimas en la ANDIS.
Por caso, diputados nacionales de Encuentro Federal, Democracia para Siempre, la Coalición Cívica y el radicalismo buscan avanzar formalmente, a través de la AGN, con la revisión de los contratos de la Agencia Nacional de Discapacidad y la droguería Suizo Argentina.
Esto, desde ya, más allá de la suerte que puedan correr los distintos pedidos de interpelaciones que impulsa la oposición para todos los funcionarios salpicados por el escándalo.