Los gremios aeronáuticos anunciaron hoy un paro de 24 horas que afectará a Aerolíneas Argentinas, comenzando este viernes a las 12 y finalizando el sábado al mediodía. El motivo de la huelga, según los trabajadores, no está relacionado con una cuestión salarial. Denuncian que la verdadera intención del Gobierno es avanzar hacia la privatización de la empresa estatal, a pesar de que los empleados perciben “salarios muy por debajo de los más precarizados del país”, según expresó uno de los sindicalistas.
En una asamblea realizada este miércoles por la mañana, varios gremios aeronáuticos se reunieron para discutir nuevas medidas de fuerza. Pablo Biró, líder de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), anunció que tanto Aeronavegantes como APLA van a "anunciarles a las empresas en el transcurso del día un paro activo de 24 horas".
Poco después, Juan Pablo Brey, secretario General de Aeronavegantes, confirmó que esta huelga comenzará el viernes al mediodía y concluirá a la misma hora del sábado. Esta acción es parte de una serie de paros que se realizaron en las últimas semanas, con el objetivo de reclamar mejoras salariales.
"El día de hoy, levamos adelante una asamblea multitudinaria entre cinco gremios aeronáuticos. Hemos decidido llevar adelante un paro de 24 horas, desde las 12 del mediodía del viernes hasta las 12 del sábado. Por su parte, los compañeros de ATE-ANAC, de la Administración Nacional de Aviación Civil, también llevarán adelante un paro el día 19", explicó Brey.
El secretario también criticó al Gobierno, señalando que hasta el momento "no" han recibido "ningún llamado" para entablar negociaciones salariales. Según Brey, "nos están empujando a esta situación para forzar el objetivo que tienen hace tiempo, que es la privatización de Aerolíneas Argentinas". Además, afirmó que los salarios están desfasados un 75% en relación con la inflación.
Esta asamblea, que tuvo lugar en la sede central de Aeronavegantes en el barrio de Congreso, no afectó los vuelos. Ya había sido anunciada el lunes a través de un comunicado, en el cual los gremios advirtieron que "la magnitud del conflicto desatado alrededor de la negociación salarial ha escalado a un nivel que deja al descubierto las verdaderas intenciones que el Gobierno Nacional tiene respecto al futuro de Aerolíneas Argentinas, Intercargo, y la política aerocomercial de nuestro país".
El martes, la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), que agrupa a los empleados de rampa, anunció con pocas horas de antelación que realizarían asambleas en las terminales de todo el país. Aunque estaba previsto que la medida comenzara a las 18 en Aeroparque, finalmente arrancó una hora más tarde. Las asambleas continuaron durante la noche en otros aeropuertos, como el de Ezeiza, que también se vio afectado.
La palabra del titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas
En la asamblea, Pablo Biró propuso la votación para definir si continuaban con “la lucha digna”. Además, señaló que el Gobierno “no quiere dialogar” y que los están forzando a esta medida, ya que “no es una cuestión salarial”, sino un intento de “llevar adelante un proceso privatizador” de Aerolíneas Argentinas.
Biró, un sindicalista vinculado al kirchnerismo, criticó los rumores de división dentro de los gremios aeronáuticos en torno al tema salarial. Al respecto, señaló que algunas organizaciones aceptaron un acuerdo inferior al 25% de aumento que reclaman tanto APLA como la AAA, dirigida por el moyanista Juan Pablo Brey. “Lo que quieren es romper la unidad”, expresó.
El dirigente sindical también cuestionó a ciertos funcionarios y directivos de la aerolínea estatal por intentar desestabilizar las organizaciones gremiales a través de los medios. “La traición viene de adentro, de lo propio”, dijo sin ofrecer más detalles. A su vez, reconoció el temor de los trabajadores por posibles despidos y aclaró que este miedo es comprensible, dado el contexto: “La falta de miedo es locura”, afirmó, aunque llamó a mantener la unidad: “La actividad sindical es solidaridad en estado puro”, concluyó.
El presidente de Aerolíneas Argentinas contó que hay compañías interesadas en la compra
El presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, criticó a los gremios por las recientes cancelaciones y demoras, y reveló que hay "compañías internacionales" interesadas en adquirir la aerolínea estatal. Sus declaraciones se alinean con la postura del gobierno de Javier Milei, que promueve la privatización de la empresa, aunque Aerolíneas fue removida de la lista de privatizaciones de la Ley Bases. Lombardo afirmó que "el camino es la privatización" y destacó el interés de grupos aeronáuticos en el proceso, aunque señaló que será el Congreso quien decida.
Lombardo aseguró que el mercado doméstico argentino es atractivo y que es necesario ordenar la compañía para reducir costos, haciéndola más competitiva para posibles compradores. Según informó, cuatro grupos aerocomerciales del Cono Sur mostraron interés en la privatización, incluyendo a Avianca, Latam y Germán Efromovich, entre otros.
En relación a la estrategia del Gobierno, Lombardo subrayó que es importante continuar en esta dirección, destacando que el esfuerzo de la empresa es no depender del Estado. Además, mencionó que es necesario reglamentar la esencialidad del servicio aeronáutico para evitar futuros problemas relacionados con paros y huelgas.
El funcionario también se refirió a los beneficios de los pilotos, señalando que tienen privilegios como pasajes en clase ejecutiva, algo poco común en otras aerolíneas. Aunque estos beneficios forman parte del salario, se está evaluando si deben ajustarse como parte de las negociaciones salariales.
El conflicto entre el Gobierno y los gremios aeronáuticos
Debido a las constantes huelgas en el sector, el Gobierno decidió declarar el transporte aerocomercial como un servicio esencial. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Capital Humano, tiene el objetivo de asegurar que la población cuente con un servicio mínimo durante los días en que se lleven a cabo acciones de fuerza.
Sin embargo, tras la suspensión judicial del decreto 70/23, el Gobierno se quedó sin mecanismos efectivos para frenar las denominadas asambleas informativas. Según fuentes oficiales, no se puede dictar una conciliación obligatoria si no se trata de una huelga formal, lo que permite a los sindicatos evitar sanciones inmediatas y continuar con su plan de lucha.
En medio de este conflicto, todas las miradas apuntan a Pablo Biró, acusado de utilizar su liderazgo sindical con fines políticos y de generar un importante impacto económico negativo en Aerolíneas Argentinas. Tanto el Ejecutivo como empresarios denunciaron que Biró está ejerciendo su influencia para desestabilizar la compañía. Por su parte, desde el sindicato defienden su derecho a manifestarse.