El presidente Javier Milei firmó este viernes el veto a un proyecto de ley aprobado por el Congreso para reformular el sistema de actualización de jubilaciones pensiones, una medida que ya había sido anticipada por el Ejecutivo. Si bien se espera que el veto sea publicado en el Boletín Oficial del próximo lunes, fuentes de Casa Rosada confirmaron que el mandatario ya firmó hoy la resolución.
La decisión se tomó tras una semana de deliberaciones, las cual culminaron con una convocatoria de Milei a un grupo de legisladores de su partido, La Libertad Avanza (LLA), así como a aliados del PRO y del MID. La reunión celebrada en la tarde del viernes tuvo lugar en el Salón de los Científicos de la Casa Rosada y contó con la presencia de importantes figuras del entorno presidencial, como la jefa de Gabinete y hermana del presidente, Karina Milei; el secretario de Interior, Lisandro Catalán; y Guillermo Francos, jefe de Gabinete. El objetivo central del encuentro fue analizar las implicancias económicas de la ley aprobada por el Congreso y definir una estrategia conjunta para impedir su implementación, en virtud de los serios problemas fiscales que, según el Gobierno, esta normativa generaría.
El veto presidencial ha sido justificado en función del considerable impacto fiscal que la actualización de jubilaciones tendría sobre las finanzas públicas. Milei argumentó que la ley, en su forma actual, no cumple con la Ley de Administración Financiera, la cual exige la presentación de fuentes de ahorro fiscal en caso de que una nueva ley aumente el gasto público. "No podemos permitir que una ley que incrementa el gasto sin un respaldo fiscal claro ponga en riesgo el plan económico que hemos trazado", afirmó el presidente durante la reunión.
El apoyo a la decisión de Milei fue unánime entre los asistentes, quienes coincidieron en la necesidad de evitar que este tipo de iniciativas prospere en el Congreso. El titular del bloque del PRO, Cristian Ritondo, quien también estuvo presente en la reunión, declaró a la prensa: "Cuando uno tiene déficit fiscal, o imprime o se endeuda. Con nuestra presencia, no van a llegar a los dos tercios". Ritondo se refería a la posibilidad de que la oposición intente anular el veto presidencial mediante una votación en el Congreso que requeriría una mayoría de dos tercios, algo que, según él, no se logrará con el apoyo del PRO.
Entre los asistentes a la reunión, además de Ritondo, se encontraban legisladores de LLA como Gabriel Bornoroni, José Peluc, Nadia Márquez, Nicolás Mayoraz, José Luis Espert, Lisandro Almirón, César Treffinger y Bertie Benegas Lynch. Por parte del PRO, participaron María Eugenia Vidal, Luciano Laspina, Silvana Giudici, Diego Santilli y Alejandro Bongiovanni. También asistió Oscar Zago del MID, quien lidera un minibloque en la Cámara baja.
El contexto en el que se tomó esta decisión es complejo y ha estado marcado por una serie de reveses parlamentarios que el Gobierno de Milei ha sufrido en las últimas semanas. Estos incluyen la designación de Martín Lousteau al frente de la Comisión Bicameral de Inteligencia, un acuerdo logrado con el kirchnerismo; el rechazo al decreto que ampliaba el presupuesto de la Secretaría de Inteligencia (SIDE); y, finalmente, la aprobación de la ley de actualización de jubilaciones. Estos sucesos han puesto en evidencia las dificultades que enfrenta el oficialismo para avanzar con su agenda legislativa en un Congreso donde no cuenta con una mayoría sólida.
Durante la reunión en la Casa Rosada, se discutieron también las estrategias a seguir para asegurar que futuras iniciativas legislativas no pongan en jaque la estabilidad fiscal del país. En este sentido, los legisladores presentes coincidieron en la necesidad de trabajar de manera más coordinada para impedir que la oposición pueda imponer su agenda en el Congreso. "Sesiones como estas debilitan al gobierno, ya que no poseemos las mayorías parlamentarias necesarias. La oposición termina poniendo sesiones cuando quiere y sacando las leyes que ellos quieren", le expresaron a Milei varios de los asistentes, subrayando la importancia de fortalecer la coalición gobernante.
El rol de Macri y la relación con el PRO
El presidente Milei ha mantenido en el último mes varios encuentros con el expresidente Mauricio Macri, en un intento por alinear estrategias y limar asperezas. Macri, quien ha sido crítico de ciertos aspectos de la gestión presidencial, instó a Milei a prestar mayor atención a la dinámica legislativa y a fortalecer la relación con los aliados en el Congreso. Estas reuniones, que comenzaron en la Quinta de Olivos y continuaron en la Casa Rosada, reflejan la preocupación del expresidente por la estabilidad del gobierno de Milei y por el avance de las reformas económicas propuestas.
La decisión de vetar la ley de jubilaciones ha sido también un tema central en estas conversaciones, con Macri advirtiendo sobre los riesgos de permitir que una normativa como esta prospere. "El gobierno no puede permitirse más golpes en el Congreso", habría dicho Macri en una de las reuniones, según fuentes cercanas a la Casa Rosada. Esta postura ha sido clave para consolidar el respaldo de los legisladores del PRO al veto presidencial.
El veto de Milei no incluirá un mensaje grabado como se había especulado previamente. En cambio, el presidente optó por convocar a los legisladores a la Casa Rosada para explicar personalmente los motivos de su decisión y para asegurar el respaldo necesario en el Congreso. Este encuentro es visto como un esfuerzo por parte del Gobierno para consolidar su base de apoyo en un momento crítico, donde la posibilidad de revertir el veto dependerá en gran medida de la cohesión y lealtad de sus aliados parlamentarios.
La ley de actualización de jubilaciones había sido aprobada por el Congreso con el respaldo de la mayoría opositora, lo que puso al Gobierno en una posición delicada. Según las estimaciones oficiales, la implementación de esta normativa generaría un incremento significativo en el gasto público, comprometiendo los objetivos fiscales del Ejecutivo y afectando la estabilidad económica del país. Además, desde el Gobierno se ha cuestionado la legalidad de la ley, argumentando que no cumple con los requisitos establecidos por la Ley de Administración Financiera, que exige identificar fuentes de financiamiento para cualquier incremento del gasto.
El impacto fiscal es una preocupación constante para el gobierno de Milei, que ha centrado su gestión en la reducción del déficit y la estabilización de la economía. En este sentido, el veto a la ley de jubilaciones se enmarca en una serie de medidas orientadas a mantener el control sobre las finanzas públicas y evitar un desbordamiento del gasto. "No podemos seguir aprobando leyes que aumenten el gasto sin un respaldo fiscal claro. Es irresponsable y pone en riesgo el futuro económico del país", afirmó el presidente en la reunión con los legisladores.
El rol de los gobernadores de Juntos por el Cambio también fue mencionado durante la reunión, ya que estos habrían manifestado su apoyo a la decisión de Milei de vetar la ley de jubilaciones. Este respaldo es crucial para el Gobierno, que busca asegurar una mayoría sólida en el Congreso para enfrentar los desafíos legislativos que se avecinan. La posibilidad de que la oposición logre revertir el veto en el Congreso depende en gran medida de la cohesión de los bloques opositores y de su capacidad para sumar aliados entre los legisladores que suelen acompañar al oficialismo en algunas votaciones.