La oposición logró su cometido. Ganó todas las votaciones en el recinto durante otra larga jornada parlamentarias. Sin embargo, más allá de haber doblegado nuevamente al oficialismo en una sesión, la victoria definitiva, que sería torcer las políticas públicas del Gobierno en torno al ajuste en la salud pública y en la educación, está lejos.
Los números se prestan a confusión. La trampa está en los dos tercios. Es verdad que los bloques que enfrentan al Gobierno consiguieron los dos tercios de los votos afirmativos a la hora de votar tanto la Emergencia Pediátrica como la ley de financiamiento de las universidades, pero quedaron lejos de los dos tercios del total que son los que garantizarían la insistencia ante un futuro veto que ya nadie pone en tela de juicio.
El proyecto que busca resguardar los servicios del Garrahan obtuvo 159 votos positivos, 67 negativos y 4 abstenciones, lo que da los dos tercios de los votos de los presentes. El número está lejos de los 172 votos necesarios para conseguir los dos tercios si los 257 diputados están presentes a la hora de votar.
En el caso del financiamiento educativo, la victoria también fue contundente. 158 votos afirmativos, 73 negativos y 2 abstenciones. En este caso, la oposición no consiguió ni siquiera los dos tercios de los presentes.
Mayoría consolidada de la oposición, pero insuficiente
En los 20 meses que lleva de gobierno Javier Milei, la oposición logró construir una mayoría en ambas Cámaras. Sin embargo, el poder de veto del Presidente todavía tiene su respaldo legislativo, sobre en todo en la Cámara de Diputados. Por eso, más allá de las victorias legislativas en la sesión de este último miércoles, la oposición trabaja para conseguir la mayoría que le permita sostener las leyes ante la dinámica que impone el Ejecutivo con el rechazo de todo lo que surja del parlamento.
El dato clave de la sesión de Diputados no fueron las holgadas victorias en cada uno de los temas que llegaron a ser votados, sino la decisión de retirar el tratamiento del veto de la emergencia en Bahía Blanca. En ese detalle se juega lo que pueda pasar en el Congreso desde hoy hasta las elecciones de octubre. La excusa formal fue la de “buscar la unanimidad”. Lo cierto es que “si iba a votación, se perdía”.
“Los muchachos no saben hacer las cuentas”, le dijo resignada una de las diputadas más experimentadas del recinto a El Observador.
Los acuerdos electorales meten la cola
Mientras el recinto de Diputados vibraba ante los cientos de discursos con destino de reel de Instagram, la política real debatía otra cosa. En paralelo a las chicanas ocurrentes y las sobreactuaciones sin sentido que se veían dentro del recinto, Mauricio Macri motorizaba el acuerdo electoral con Karina Milei en por lo menos una decena de provincias. La adquisición hostil que lleva adelante LLA no parece reconocer fronteras.
En ese marco, los 230 votos que había cosechado la Emergencia para Bahía Blanca cuando fue votada en Diputados se desvanecían poco a poco, como las fotos de "Volver al Futuro".
Al mediodía, cuando comenzó la sesión, no solo ya no estaban los 230 votos, sino que tampoco los 172 necesarios rechazar el veto.
El veto de la emergencia en Bahía Blanca ya fue rechazado en el Senado. Solo falta el empujón de Diputados para marcar un parteaguas en el final de la primera mitad del Gobierno de Milei. Pero, por ahora, la alta política le ganó a los posibles acuerdos parlamentarios. La cercanía a las elecciones cambia todo.
Sin embargo, los bloques más combativos de la oposición no pierden la esperanza. Entienden que habrá tiempo para una sesión más antes de las elecciones de la provincia de Buenos Aires que se llevarán a cabo el próximo 7 de septiembre.
Apuestan que la cercanía con los comicios puede ayudar a juntar voluntades. Desde el oficialismo miran un poco más allá, el 26 de octubre, y hacen la especulación opuesta. La cercanía con las elecciones nacionales de medio término le facilitarían al Gobierno los votos para sostener los vetos. Los acuerdos electorales se pagarán en primer término dentro del Congreso.