El Papa Francisco fue hospitalizado recientemente en Roma debido a una bronquitis que empeoró en los últimos días, lo que lo llevó a solicitar atención médica. Los primeros exámenes realizados confirmaron una infección en las vías respiratorias, y el Pontífice está recibiendo tratamiento farmacológico para aliviar una fiebre leve.
El nuevo parte médico sostiene que a pesar de su estado de salud, Francisco se encuentra "sereno, de buen humor" y estuvo leyendo periódicos, según el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni. A raíz de su hospitalización, se cancelaron algunas de sus actividades programadas, como una audiencia y un encuentro con artistas, y un cardenal lo reemplazará en la misa del domingo.
El Papa Francisco, de 88 años, tuvo problemas de salud en los últimos años, incluyendo dolores articulares y respiratorios, lo que lo llevó a utilizar silla de ruedas en las ocasiones en las que se ve de pie.
Fue sometido a intervenciones quirúrgicas, incluyendo una operación de hernia abdominal en 2023, y en ocasiones tuvo que cancelar actividades debido a su estado de salud, como en diciembre cuando la bronquitis lo obligó a renunciar a participar en la COP28. Sin embargo, continúa con una agenda activa, realizando audiencias y viajes internacionales, como su reciente visita a Papúa Nueva Guinea y otros países de la región.
A pesar de su estado de salud, el Papa expresó que no tiene intención de renunciar por ahora, aunque dejó abierta la posibilidad si llegara a ser incapaz de cumplir con sus funciones.