10 canciones. 29 minutos y 29 segundos con la constante sospecha de estar cada vez más cerca del punto de quiebre, ante una coyuntura que la empuja cada vez más hacia el límite de sus miedos. Hasta que aparece una línea de rescate y alguien más que reconfigura la urgencia en los últimos segundos: "Para que no te preocupes, tranquila que ya estoy bien".
Poco después de su lanzamiento, Marilina Bertoldi habló con El Observador sobre Para quien trabajas Vol. I, la necesidad de colectivizar los sentimientos, las referencias a Charly García o Virus, la hiper-feminización de las mujeres en la industria y el miedo de convertirse en "el monstruo".
Empecemos por lo que sugiere el nombre del disco: ¿Para quién trabajás en este momento?
Me gusta poner el nombre del disco antes de empezar a componerlo para tener algo que lo unifique. A lo largo del proceso me di cuenta que no solo era una frase que me parecía llamativa, que a mí me interesaba, sino que además estaba hablando de algo un poco más profundo. Esta pregunta de para quién trabajamos. ¿Quién es nuestro jefe? ¿Por qué de repente todos tenemos los mismos síntomas? Todos tenemos una adicción al celular, todos tenemos mucha ansiedad. ¿Por qué esta obsesión con la productividad de cada segundo que tenemos en nuestras vidas, no poder descansar sin sentir que estamos siendo poco productivos? ¿Por qué estamos todos peleándonos entre todos? Todo es parte del mismo problema y es un jefe que nos tiene de hijos más que de empleados. Habla un poco de este momento que estamos viviendo del capitalismo, que está muy sacado y que nos está arruinando en todo nivel. Habla mucho de la época, creo que es un problema en común.
Es quizás tu disco más coyuntural, muy hijo de su época.
Sí, total. En el resto venía hablando mucho de mí, muy encerrada, muy ensimismada, resolviendo muchos temas personales, y esta es la primera vez que me extiendo un poco más afuera. También es la primera vez que saco un disco en el cual no hablo tanto del amor, claramente ya no me atraviesa de la misma manera o no me parece tan relevante en este momento. Sino más bien hablar de mi vínculo con las personas con las que convivo en el día a día como parte de la sociedad.
marilina bertoldi - PQT.jpg
Este es tu quinto álbum de estudio y volvés a ponerte al frente de la producción, además de como intérprete e instrumentista. Un disco que describís como bedroom rock, y eso habla de su creación. ¿Cómo fue el proceso de este disco?
Yo siempre quise hacer esto, exactamente lo que pasó en este disco. Los músicos generalmente somos muy adictos y esclavos de nuestras maquetas. Hacés la maqueta del tema, te enamorás y después cuando vas al estudio de repente la canción pierde algo cuando la empezás a regrabar. Entonces, mi deseo siempre fue grabar las maquetas tan bien que no necesite regrabar nada. Por eso me llevó un poco más de tiempo, porque quería resolver yo sola lo máximo que podía en producción hasta que empiece a integrarse otro humano al proceso, que fue Mariano Otero. Fue la persona a la cual le llevé el disco sonando todo maqueteado y le dije che, quiero regrabar la menor cantidad posible de cosas, quiero conservarlo así, me gusta como suena. Y él me hizo sentir muy segura sobre eso, me acompañó en cada uno de los procesos. Fue el mejor compañero para este disco.
Has hablado de que tuviste que buscar tus referentes mientras fuiste creciendo y ahí aparecen nombres como el de Fiona Apple o Sheryl Crow, que tuvieron presencia en tu disco anterior, Mojigata. En este caso decidís quedarte en el sur y tomar los sonidos de Argentina. ¿Por qué tomas esa decisión en este caso?
Es el primer disco en el que hablo mucho más de lo que está pasando actualmente acá y al ser tan argentino –aunque también hay algo que nos atraviesa a los del Cono Sur por igual– creo que no podía de ninguna manera sonar como mis referencias, que son más yanquis. Me parecía una obviedad empezar a indagar en estos lados y acudir a producciones que tuvieran algo de ADN, que te saquen esa sensación de melancolía, como de esto lo conozco, esto es familiar. Eso es Charly García para mí, primero, y después Sumo, Spinetta, Virus y algunos más.
Embed - Marilina Bertoldi - AUTOESTIMA (Official Video)
En eso de lo familiar, hay un diálogo en el disco con el pasado de alguna manera. No solo desde las referencias musicales. En Siglo, por ejemplo, entra esa radio analógica que te pinta un panorama político y social que en algún punto tiene una sensación de ciclo. ¿Tomas esa decisión de establecer un puente entre la Argentina de ahora y la Argentina de los 80?
Totalmente. No fue planificado, fue sucediendo y dije perfecto, es acá. Esa radio la grabé con una radio que era de mi abuela, que la conservo. Pusimos radio AM/FM, buscando en el dial, y era increíble como en una sola grabación de 15 minutos captamos todas esas cosas. No fueron buscadas en muchos días o recortes que busqué, era lo que se estaba diciendo en todos lados. Se estaba hablando constantemente de lo que está pasando. Me puso la piel de gallina como decir, che no puedo creer, estamos literalmente acá en la caja. Y después en el mismo tema digo este desastre ya ocurrió, tiene otra cara obviamente pero esto es algo que ya es parte nuestro, cíclico, empecemos a aceptar que no aprendemos nunca la lección.
En la mirada del ciclo también puede haber algo de esperanza.
Ojalá. Tuve una nota con Julia Mengolini y me dijo eso: tiene algo esperanzador. Tengo la esperanza por el piso, te digo. Creo que mientras hagamos cosas, nos veamos la cara y estemos acompañadas, me voy a sentir un poco mejor. Pero es difícil en este momento tener esperanza. Porque si esto significa que todo se repite, significa que se viene lo peor. Se viene la crisis de verdad. O sea, ¿esto no es la crisis? Me pego un tiro. Me mato acá si esto no es la crisis. ¿Hay más todavía por venir? Es terrible. Son épocas muy oscuras, muy difíciles, desoladoras, pero tener estas excusas del arte y de las canciones para conectar a través de ellas es un poco un salvavidas.
El momento más oscuro viene con Monstruos, la canción que escribiste después del lesbicidio de Barracas. Y un poco la pregunta es esa: ¿cómo llevar el monstruo al arte? ¿Cómo generar música a partir de lo terrible o de lo urgente?
Yo creo que es diciendo lo que sea más sincero para uno. En el caso de Monstruos simplemente expresé mi miedo, que era darme cuenta que después de los lesbicidios yo tenía tanto odio hacia las personas que hicieron esto por odio que me miré al espejo y dije el monstruo sos vos. Yo soy el monstruo ahora. Me contagiaron, lograron que yo dialogue de la misma manera que ellos. Les estoy deseando lo peor y si me los cruzo los cago a piñas y no puedo creer que llegué ahí, porque yo no era esta persona antes. Te acorralan tanto que ya cuando no tenés más nada que perder decís ok, voy a sacar lo peor de mí. Esto está por pasar. Y creo que en esos momentos la sinceridad es lo mejor que podemos hacer porque es la única herramienta que nos queda.
Hablabas del lugar que tiene el amor en ese disco; que es poco, en Por siempre un lugar. Pero incluso cuando hablas del amor parece inalcanzable. Estar rota y no poder sostenerlo. Más allá de lo personal, ¿te parece que también es un síntoma de la época cuando estamos hablando de un disco que es tan colectivo?
Yo lo veo como algo muy mío, de mi edad también. Vengo de hacer discos muy interesada en el amor y ahora la época me tiene medio como que ni bola, no me interesa, no estoy ahí. Y no solo eso, sino que en la única canción en la que lo hago creo que mi manera de amar es advertirle a la otra persona que yo ya no tengo ganas, que yo ya tengo una mochila muy grande, no estoy bien. Mi manera de amar, de querer y de cuidar en este momento, es no andar con estupideces. Decir che, yo nunca vi algo tan lindo como vos, lo voy a romper. Y quizás es verdad, nunca había llegado a pensar en que quizás es un síntoma de época. Porque es verdad que estamos todos muy poco abiertos y accesibles al amor y a construir, con lo que requiere construir con una pareja o con cualquier persona. Es un desafío destinar tiempo y confianza. Me gusta pensar que también de época, es verdad que es así. Me siento menos sola. Al final lo que yo buscaba en la gente, que se sienta menos sola con los sentimientos, me empezó a pasar a mí ahora que me doy cuenta de esto.
Embed - Marilina Bertoldi - POR SIEMPRE ES UN LUGAR (Official Video)
Hay un cambio en la estética que acompaña el disco también, otra imagen, hiper-feminizada. ¿Por qué elegiste ese camino para este disco?
El drag queen me divierte un montón. Yo siempre encuentro algo nuevo con que obsesionarme para que me divierta, y actualmente es el drag. Me parece espectacular. De repente transformarme en alguien más es divertidísimo. De alguna manera siempre estuve alejada del drag, porque era el drag king pero nunca quise ser chabón. Pero me parece súper divertida la hiper-feminización. Me parece un nuevo elemento para trabajar en el escenario, que lo voy a ir desarrollando show a show.
También hay en eso algo de cuestionar cosas que están pasando, me parece que hay una hiper-feminización de las figuras también. Tienen que estar súper sexualizadas, súper accesibles, súper para el deseo, y como que la música queda en tercer o cuarto lugar. Primero es que me desees y después el resto. En esa hiper-feminización me parecen muy gracioso los personajes, los adoro. Son personajes que yo cuestiono pero a la vez me parece cero grave lo que pasa con eso. De las temáticas tocadas, la menos importante. Me parecen muy graciosas las estrellas pop en este momento y las del urbano, me parecen fantásticas.
Embed - Marilina Bertoldi - EL GORDO (Official Video)
El disco abre y cierra con tus sobrinos. Uno de ellos empieza a hacer música, en el medio aparece todo ese caos, esa urgencia y esta oscuridad, para después salir a ese segundo audio en el que te dicen que "está todo bien". ¿Cómo es que llegaste a esa circularidad?
Fue lo último que agregué al disco, el audio de mi sobrino Juli en Monstruos. Me quedaba con la sensación de estar diciendo algo muy negativo después de todo el tiempo tratar de esquivarle, de usar la tontera y el chiste para esquivar cosas y decirlas muy al pasar. Cuando llegaba Monstruos terminaba diciéndote vos sos el monstruo. Es re pesado. Lo pensé dos veces y entendí que había empezado el mensaje del disco con el audio de mi sobrino, el más chico, y dije voy a buscar algún mensaje y encontré este al toque.
Me parece que a pesar de todo lo que pasa es muy importante seguir concentrándonos en lo que más nos quieren sacar y no caer y ceder en el miedo, porque el momento en el que eso pase ya va a estar todo perdido. Hay que hacer cosas para el futuro, para conservarlos. Los adolescentes ya están completamente rotos, los han destruido, y creo que las siguientes generaciones tienen que venir a traer algo hermoso y conservar un poco algo de lo que necesitamos para seguir sobreviviendo como especie. Me parecía un lindo cierre.
Es interesante dónde pones el énfasis: no querés hablar de ellos, sino de lo que le está pasando al resto a partir de lo que está sucediendo. ¿Fue una decisión que tomaste desde el principio?
Sí, estoy cansada de hablar de ellos. Estoy cansada. Estoy cansada de hablar incluso las cosas desde la bajeza desde la que hablan ellos. Cuando hablamos de feminismo tenemos que retrasar, ir 10 pasos atrás, porque ellos ahora están cuestionando cosas que es como chicos ustedes no entendieron. Siempre tenemos que estar bajándonos a su nivel para hablar de todo desde la bajeza, desde el canchereo. Me agotan. Me parece poco relevante su postura y no puedo creer que sean el poder hoy. Es lo que más me duele, porque estas opiniones siempre existieron pero que sean las más relevantes en algún punto y las que marcan el ritmo de todo me parece terrible y me tiene agotada. No tienen la razón, solo tienen el poder que es distinto.