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28 de noviembre 2025 - 5:00hs

La maternidad suele contarse desde la ternura, aunque detrás de esa imagen habita un territorio mucho más complejo, lleno de cambios físicos abruptos, miedos profundos, culpas silenciosas y una exigencia que desborda incluso a las mujeres más preparadas. Hablar de ese lado menos visible no solo libera, también ayuda a comprender un proceso que transforma la vida de manera radical.

En el nuevo episodio de MP Talks, el ciclo que El Observador realiza junto a Medicina Personalizada (MP), la maternidad volvió a ponerse en el centro. Pero lejos de los idealismos, este capítulo se adentra en experiencias reales, desde las emociones crudas del posparto y los temores que acompañan el embarazo hasta la relevancia del apoyo en los primeros meses. Tres voces —la emprendedora Alexa Lenoble, la ginecóloga Claudia Torrado y la comunicadora Isabel Sanguinetti— construyen un retrato honesto de ese comienzo que transforma la vida para siempre.

El parto, el miedo a lo desconocido y la llegada de Lucero

Lenoble se enteró a los tres meses de embarazo de que su bebé nacería con síndrome de Down. “Fueron tres noches sin dormir”, recuerda. El susto inicial dio paso al acompañamiento familiar, que fue decisivo para atravesar la incertidumbre. El parto llegó entre rezos, contracciones intensas y una urgencia inesperada dado que las pulsaciones de Lucero bajaban y la opción de cesárea apareció sobre la mesa.

“Agarré fuerte un crucifijo y dije: que nazca, por favor”, cuenta. Dos pujos después, Lucero llegó al mundo por parto natural. Pese a las advertencias, la experiencia fue más luminosa que temida: “Lo viví bastante bien”, dice, ya sin el miedo que la acompañó al inicio del embarazo.

Sobre el rol de su propia madre, Lenoble admite que lo más desafiante está por venir: “Siento que voy a recurrir más a futuro, en la parte de educar, de inculcar valores. Ahí voy a preguntar: ¿cómo hiciste?”.

La tormenta hormonal y la presión del puerperio

Desde su mirada profesional, la ginecóloga Claudia Torrado explica que las primeras horas del posparto son un verdadero “terremoto físico y hormonal”. El descenso abrupto de estrógenos y progesterona y la subida de otras hormonas generan cambios intensos en cuestión de horas.

Pero más allá de lo fisiológico, la especialista pone el foco en la vivencia emocional, esa mezcla de labilidad, llanto fácil y sensación de no poder con todo. “Influye lo hormonal, pero también la presión social y la que nos imponemos nosotras mismas”, señala.

Cada mujer vive el puerperio de forma única, condicionada por su historia, su parto, su red de apoyo y sus circunstancias sociales.

Sanguinetti: del miedo de toda la vida al impacto real de la maternidad

Sanguinetti confiesa que su mayor miedo desde chica era el parto. Las contracciones, intensas y constantes, la llevaron rápido al hospital. Sin embargo, el nacimiento en sí fue mucho mejor de lo esperado, incluso con un bebé de más de 4 kilos.

La verdadera revolución llegó después. “Lo intenso es la maternidad. De un día a otro se te para la vida y tenés que enfocarte 100% en esa persona”, describe.

El sostén fundamental fue su madre, “lo máximo”, siempre presente y dispuesta. Para Sanguinetti, hay dos claves universales: expresar lo que se siente y pedir ayuda. “El cansancio se acumula y una no se da cuenta de que se está quedando encerrada. Necesitás cambiar, salir y que te acompañen”, reflexiona.

Maternidad real: el hilo que une las dos historias

El nuevo episodio de MP Talks teje un relato donde cada vivencia, desde lo científico hasta lo más íntimo, muestra que la maternidad es una mezcla profunda de vulnerabilidad, fortaleza y compañía.

Entre cambios físicos drásticos, temores profundos, expectativas externas y la exigencia de reinventarse, todas coinciden en la importancia de apoyarse, pedir ayuda, hablar y dejar de romantizar un proceso que, aunque lleno de amor, también es profundamente complejo.

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