5 de julio 2025 - 13:50hs

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder del PSOE, reiteró este sábado su “compromiso total” contra la corrupción, aunque sus palabras parecieron más un intento de mitigar la creciente crisis interna que una acción concreta. En una reunión extraordinaria del Comité Federal del PSOE, Sánchez lamentó haber confiado en personas que, según él, no lo merecían, en referencia a los presuntos implicados en una trama de comisiones ilegales. Sin embargo, la duda persiste sobre su capacidad para manejar la grave situación que sacude a su propio partido.

"Me equivoqué al depositar mi confianza en personas que no la merecían", reconoció Sánchez, en un intento de autocrítica, pero la responsabilidad de este fallo parece recaer únicamente en los individuos involucrados, sin asumir la debilidad estructural que existe dentro del PSOE. A pesar de esta disculpa, el líder socialista sigue insistiendo en su compromiso con la regeneración, diciendo que el PSOE “derrotará la corrupción tanto interna como externa”. Sin embargo, en un partido plagado de escándalos de corrupción y desconfianza, las promesas suenan más a un intento desesperado de recuperar algo de credibilidad.

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El capitán sin timón

En su intervención, Sánchez se presentó como el “capitán” del PSOE, afirmando que no abandonará el barco, sin embargo, sus palabras carecen de la claridad y firmeza necesarias para enfrentar la tormenta de escándalos. "El capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda a capear el temporal, a salvar el rumbo y a ganar", dijo. Pero, en lugar de ofrecer una respuesta decidida, parece que Sánchez se aferra a un liderazgo cuestionado, mientras su partido se tambalea por casos de corrupción y otros comportamientos inaceptables que siguen saliendo a la luz.

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El presidente anunció varias medidas para prevenir futuros casos de corrupción, como inspecciones aleatorias de los altos cargos y controles sobre las decisiones económicas del partido. Sin embargo, estos anuncios llegan tarde, cuando el daño ya está hecho y la desconfianza ha calado hondo. La insistencia en las reformas parece más un intento de tapar los huecos de una estructura política corroída, que una solución real a los problemas que afectan al PSOE.

Más allá de las medidas, Sánchez también se vio obligado a hacer frente a nuevos escándalos dentro de su formación. Francisco Salazar, uno de los nuevos cargos en la Secretaría de Organización, se vio envuelto en denuncias de acoso sexual, lo que profundiza aún más la crisis interna. A pesar de sus promesas de regeneración, los hechos demuestran que los problemas dentro del PSOE son mucho más profundos y complejos de lo que Sánchez está dispuesto a admitir.

Para Sánchez, los corruptos son los otros

En su discurso, Sánchez también dedicó tiempo a criticar a la derecha y la ultraderecha, comparando al PSOE con partidos como el PP y Vox, a quienes acusó de carecer de “decencia”. "Nosotros no somos como los corruptos que han marchado nuestras siglas", afirmó. Sin embargo, este tipo de comparaciones parecen más un intento de desviar la atención de los propios problemas internos del partido, en lugar de una reflexión real sobre las fallas de su propio gobierno.

Además, el líder socialista se vio obligado a abordar el machismo dentro de su partido tras la filtración de unos audios en los que se revelan actitudes sexistas. "El cuerpo de una mujer no está en venta, en nuestro partido no puede haber cabida para cualquier comportamiento contrario a ello", dijo. No obstante, estas declaraciones llegan tarde, y la hipocresía se hace evidente cuando el propio partido sigue lidiando con casos de acoso y comportamientos inapropiados que no parecen ser abordados con la urgencia que exigen.

En el ojo de la tormenta pero con mirada optimista

El discurso de Sánchez terminó con un mensaje de optimismo sobre el futuro del PSOE, pero este mensaje se ve empañado por la falta de medidas concretas que demuestren que el partido está dispuesto a cambiar realmente. "Lo mejor siempre está por llegar", proclamó Sánchez, pero, ante la serie de escándalos que han salido a la luz en los últimos meses, las promesas de un futuro mejor parecen cada vez más vacías. Mientras el presidente insiste en la regeneración, el PSOE sigue siendo arrastrado por la corrupción y los escándalos internos que parecen no tener fin.

Sánchez recupera a Antonio Hernando para la ejecutiva del PSOE, que reduce su tamaño

Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, presentó este sábado al Comité Federal la nueva composición de la Comisión Ejecutiva del partido, que incluye algunas modificaciones clave. La nueva estructura reduce el número de dirigentes, pasando de 54 a 48 miembros, y marca el regreso de Antonio Hernando, quien se reincorpora como vocal. Hernando, que desde septiembre pasado ocupa el cargo de secretario de Estado de Telecomunicaciones, estuvo fuera de la primera línea política entre 2017 y 2021, tras haber desempeñado importantes funciones en la dirección socialista anteriormente, como secretario de Política Municipal y portavoz del Congreso.

En la nueva ejecutiva, Rebeca Torró asume el cargo de secretaria de Organización, reemplazando a Santos Cerdán, quien estuvo al frente de este puesto hasta el mes pasado y actualmente se encuentra en prisión preventiva. En un giro inesperado, se esperaba que dos de los colaboradores cercanos a Cerdán, Javier Alfonso Cendón y Juan Francisco Serrano, dejaran la ejecutiva debido a su proximidad al exdirigente. Sin embargo, Serrano continuará en la ejecutiva como secretario de Política Municipal.

El nuevo equipo de Torró como secretaria de Organización incluye a Anabel Mateos y Borja Cabezón como adjuntos. Estos cargos ocupan el puesto que dejó vacante Francisco Salazar, quien renunció tras las denuncias de presuntos casos de acoso. Además, la Secretaría de Acción Electoral y Análisis aún permanece sin ocupar.

En cuanto a las salidas de la ejecutiva, se encuentran figuras como la vasca Aroa Jilete, quien estaba encargada del área de Turismo, puesto que será asumido por el alcalde de Fuenlabrada (Madrid), Francisco Javier Ayala. Además, Manuela Berges, quien hasta ahora estaba a cargo de Políticas Sociales, Mayores y Movimientos Sociales, deja su puesto para ser reemplazada por la toledana Milagros Tolón, quien hasta ahora era vocal de la dirección nacional del partido.

También se produce la salida de varios vocales y miembros de la ejecutiva, entre ellos la cántabra Eugenia Gómez de Diego, la valenciana Tania Baños, la murciana María Jesús López Moreno y la melillense Sabrina Moh. A Antonio Hernando se suman como nuevos vocales en la ejecutiva la segoviana Caría María Martín García y la cántabra Carmen González Caballero.

La nueva Comisión Ejecutiva busca consolidar un equipo más reducido y reorganizado en el PSOE, adaptándose a los cambios dentro del partido y respondiendo a los retos políticos internos que enfrenta la formación.

El cierre del Comité Federal del PSOE, tras ocho horas, con un pedido de Sánchez

Pedro Sánchez ha cerrado este sábado el Comité Federal del partido, que se ha prolongado durante ocho horas, pidiendo a sus compañeros celebrar los logros del Ejecutivo y defender la gestión realizada.

En su intervención final, Sánchez expresó: "Cuando deje de ser presidente seré un militante al lado de mi secretario general", un mensaje que algunos interpretaron como una alusión a Emiliano García-Page, la principal voz disidente en la reunión.

Sánchez aprovechó su discurso para subrayar la necesidad de que los hombres de la dirección del partido "escuchen mucho más a las mujeres", tarea que se autoimpuso.

Además, enfatizó los avances sociales logrados, el europeísmo y el multilaterismo como ejes de su política exterior, y la convivencia y constitucionalidad en el ámbito nacional.

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