El Papa León XIV ha decidido continuar la tradición de su antecesor, el Papa Francisco, y residir "de momento" en la Casa Santa Marta, la sencilla residencia que el pontífice argentino eligió durante sus doce años de papado.
Así lo ha informado el diario Corriere della Sera, añadiendo que aún deberán definirse los detalles del inicio de los trabajos en el Palacio Apostólico, la residencia histórica de los papas. La decisión se tomará en una reunión organizativa convocada para hoy, en la que se discutirá el cronograma de los trabajos a seguir.
La Casa Santa Marta, ubicada dentro de la Ciudad del Vaticano, se ha caracterizado por su ambiente sencillo y cercano, en contraste con el lujo tradicionalmente asociado al Palacio Apostólico.
Esta elección de residencia es vista por muchos como un acto de continuidad con la visión de Francisco, quien siempre optó por una vida austera, alejada de los fastos papales.
Un Nuevo Comienzo para León XIV: Desafíos y Expectativas
León XIV inició su pontificado con una misa en la Capilla Sixtina, donde instó a los cardenales a "caminar juntos" y "testimoniar el Evangelio" en un mundo donde, según él, "se busca el dinero, el éxito, el poder o el placer". El Papa destacó la importancia de la fe cristiana en tiempos donde, según sus palabras, se percibe como algo "absurdo" y reservado solo para quienes se consideran "débiles y poco inteligentes".
El recién elegido pontífice tendrá por delante importantes desafíos: continuar con las reformas sociales emprendidas por Francisco, trabajar por la expansión global de la Iglesia, y sanar las finanzas del Vaticano, que han estado marcadas por la falta de transparencia y la necesidad de reformas económicas.
La Casa Santa Marta: Un Espacio de Humildad y Cercanía
La Casa Santa Marta no es solo un lugar de residencia para el Papa, sino también un centro de encuentros informales y "diplomacia de Santa Marta". Francisco, quien eligió esta residencia en lugar del tradicional y lujoso apartamento papal en el Palacio Apostólico, vivió aquí en un pequeño departamento junto a su equipo más cercano. A menudo se le veía en el comedor compartiendo comidas con cardenales y sacerdotes, sin distinciones jerárquicas.
Esta sencillez fue uno de los pilares de su pontificado, al igual que su apertura a la conversación directa con líderes mundiales, amigos y delegaciones. La Casa Santa Marta, con sus 105 suites y 26 habitaciones individuales, ha sido un símbolo del "papado cercano", donde el Papa se alejó de las pompas y ostentaciones de la vida en el Vaticano.
Habitación en la que murió el Papa Francisco en la residencia Santa Marta
La Casa Santa Marta: Más Que una Residencia, un Símbolo de Reforma
La residencia ha tenido una historia diplomática significativa. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue utilizada para albergar a los embajadores ante la Santa Sede cuyos países rompieron relaciones con Italia.
Entre 1992 y 1996 Juan Pablo II mandó a reacondicionar el edificio con el fín de albergar a los obispos y cardenales a su paso por el Vaticano
Hoy, es un lugar cargado de simbolismo, pues la vida sencilla del Papa se ha convertido en un ejemplo de su visión de una Iglesia más accesible y menos centrada en el lujo.