El Gobierno de España volvió a poner sobre la mesa la hipótesis de un sabotaje tras un nuevo fallo en la circulación ferroviaria registrado este martes que provocó la paralización de los trenes de alta velocidad entre Madrid, Toledo y Andalucía, afectando a un total de 27 trenes y dejando fuertes imágenes de viajeros atrapados sin aire acondicionado en plena ola de calor.
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, apeló a la polémica y dejó entrever este miércoles esta posibilidad durante unas declaraciones informales previas a una reunión con Sumar, lo que generó un notable malestar en la operadora francesa de alta velocidad Ouigo, a la que señaló como posible responsable del incidente.
Montero cuestionó directamente a Ouigo, criticando sus "servicios de mantenimiento" y afirmando que “desde Renfe se los apartamos, que no retiran los trenes de las vías”.
La vicepresidenta también comentó: “Yo no sé si hay un cierto sabotaje, no lo puedo entender. Soy usuaria de ese AVE, es mi medio de transporte habitual”.
En total, hubo unas 25.000 personas afectadas por los retrasos y la acumulación de trenes tras la avería en una catenaria que provocó ese fallo general que dejó 14 horas sin servicio la circulación de trenes entre Andalucía y Madrid.
Las declaraciones se produjeron antes del inicio de una reunión en el marco de la ronda de contactos del PSOE con sus socios, liderada por Montero, en un momento delicado para el Ejecutivo debido al caso de corrupción que involucra al partido y que llevó a prisión al exsecretario de Organización, Santos Cerdán.
La dura respuesta de la operadora francesa Ouigo
Ouigo no tardó en responder con contundencia. En un comunicado poco habitual, la compañía recordó que el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria —incluida la catenaria, que fue lo que falló— es responsabilidad de Adif, no de las operadoras.
Además, enfatizó que sus trenes “no han estado en el origen de ninguna de las incidencias en la línea de Alta Velocidad entre Madrid y Andalucía”.
Qué causó la avería que desató el caos ferroviario
La polémica gira en torno a qué tren causó la avería en la catenaria entre Los Yeles, en Toledo, y La Sagra, en el suroeste de la Comunidad de Madrid.
Aunque algunas fuentes apuntaban a un tren de Ouigo, Adif comunicó a las partes implicadas que fue un tren Avant de Renfe (código 8190), el que provocó el daño a las 20:29 horas del lunes.
El malestar en Ouigo no es nuevo. La compañía ya había sido criticada anteriormente por el ministro de Transportes, Óscar Puente, principalmente por su política de precios bajos. Ahora, las declaraciones de Montero reavivan el conflicto.
Ouigo subrayó que paga cánones ferroviarios a Adif, como el resto de operadores, para que esta garantice el correcto funcionamiento de la infraestructura.
“El gestor de la infraestructura repercute íntegramente todo el coste a las operadoras ferroviarias”, señaló la empresa, que también corrigió las palabras de Montero sobre la intervención de Renfe, recordando que según la legislación vigente, es Adif quien debe coordinar los medios de socorro ante incidencias en la red.
Finalmente, Ouigo reiteró su compromiso con la seguridad y reafirmó que no ha sido responsable de ninguna de las recientes incidencias en la línea Madrid-Andalucía.