La muerte de un hombre de 46 años durante un streaming en el que podía verse que estaba siendo maltratado por dos compañeros de emisión, abrió una investigación en Francia y desató la polémica por este tipo de prácticas que crecen las plataformas, con personas que son objeto de abusos y humillaciones que los seguidores impulsan en vivo a cambio de dinero.
Raphaël Graven, conocido en internet como "Jean Pormanove" o "JP", falleció la noche del domingo 17 al lunes 18 de agosto en Contes, cerca de Niza, durante una retransmisión en la plataforma Kick.
La escena puede evocar un capítulo de la serie Black Mirror, en la que un hombre que pierde su trabajo se ve obligado a someterse a abusos en red de todo tipo para sustentar los gastos exorbitantes de ayudar a su esposa a vivir mejor tras un accidente al que sobrevive por el 'milagro' de un chip cerebral.
El capítulo, como es de prever, termina de manera trágica.
La investigación de la Fiscalía espera la autopsia
En la vida real, la policía francesa enfrenta algunas dificultades para desentrañar la muerte de Graven, según declaraciones del fiscal de la causa, Damien Martinelli, quien ya interrogó a testigos y confiscó pruebas, incluidos videos, pero no tiene sospechosos vinculados a su fallecimiento.
"Se realizaron varias entrevistas con personas presentes en el momento de la muerte sin arrojar pistas sobre su causa", dijo Martinelli, que ordenó la realización de una autopsia.
Graven había ganado seguidores con programas en vivo en internet en los que era objeto de abusos o humillaciones, y los fiscales de la ciudad de Niza señalaron que murió el lunes en la cercana localidad de Contes.
Quien era Raphaël Graven
El influencer había comenzado su trayectoria hace cinco años con partidas de videojuegos como GTA o Fortnite, pero su propuesta derivó después hacia retos extremos y violentos, donde a menudo acababa golpeado por sus amigos como parte del show, según contó el diario francés Le Figaro.
En los últimos días había completado un desafío llamado “10 Días y Noches de Tortura”, basado en pruebas de resistencia física, privación del sueño y consumo de sustancias supuestamente tóxicas. La confirmación de su muerte en la tarde del lunes provocó un aluvión de mensajes en redes sociales.
Un vídeo difundido de la transmisión, que llevaba casi 300 horas activa, mostraba al streamer inmóvil sobre un colchón mientras otras personas intentaban despertarlo.
"Está en una posición muy extraña”, se escucha antes de que la emisión se cortase bruscamente, según indicó Le Parisien.
Los antecedentes del caso: otra investigación con los mismos protagonistas
La investigación sobre la muerte de Graven sigue a otra iniciada en diciembre por denuncias de malos tratos y humillaciones a personas vulnerables en videos con pagos en línea de los espectadores, en los que participaban los mismos protagonistas.
En ese caso los usuarios "NarutoVie" y "Safine" fueron detenidos e interrogados en enero.
La policía también interrogó a las presuntas víctimas de los malos tratos, Graven y un hombre conocido como "Coudoux", pero ambos negaron haber sufrido violencia y explicaron que los hechos "estaban amañados, destinados a generar notoriedad y ganar dinero", según explicó el fiscal.
Una práctica cruel que gana espacio como modo de vida
Coudoux declaró que llegó a ganar hasta 2.000 euros al mes por su participación, mientras que Graven "mencionó sumas de 6.000 euros" obtenidas por su empresa gracias a contratos con plataformas de streaming.
"Ambos afirmaron que nunca resultaron heridos, que eran libres de entrar y salir, y de tomar sus propias decisiones", explicó el fiscal. También rechazaron someterse a exámenes médicos y psiquiátricos.
La plataforma australiana Kick anunció el miércoles que todos los co-streamers implicados en el evento fueron expulsados mientras dure la investigación.
Además, Kick indicó que está llevando a cabo "una reevaluación completa" de su contenido en Francia.
La plataforma es considerada como menos estricta en sus normas de uso que su competidora más conocida, Twitch.