Un tribunal británico está llevando a cabo el juicio contra Julia Wandelt, una joven polaca de 24 años, acusada de acoso a Kate y Gerry McCann, padres de Madeleine McCann, quien desapareció en 2007 en Portugal.
La acusada, conocida por haber afirmado ser la niña desaparecida, se enfrenta a múltiples cargos relacionados con su comportamiento hacia la familia McCann en los últimos años.
El origen del conflicto
En 2023, Julia Wandelt causó revuelo en las redes sociales al declarar que creía ser Madeleine McCann. La joven publicó videos y fotos en los que comparaba sus rasgos con los de la desaparecida, lo que atrajo la atención de los medios internacionales.
Sin embargo, a pesar de sus afirmaciones, las pruebas de ADN descartaron cualquier vínculo biológico con los McCann.
En este contexto, Wandelt comenzó a contactar insistentemente a los padres de Madeleine, enviándoles cartas, correos electrónicos y llamadas telefónicas. La situación se intensificó cuando se presentó en la residencia familiar en varias ocasiones, lo que llevó a los McCann a denunciar el acoso.
Las acusaciones de acoso
El juicio en el Reino Unido tiene como base varias acusaciones de acoso grave. Según las autoridades, Wandelt se presentó en el domicilio de los McCann en diversas ocasiones, e incluso intentó acceder a información genética de la familia a través de métodos como la recolección de muestras de ADN en la basura.
En el transcurso de estos incidentes, Wandelt también fue acusada de contactar a los McCann a todas horas, generando un ambiente de angustia y estrés para la familia. Kate McCann, madre de Madeleine, declaró ante el tribunal que se sintió invadida y angustiada por las acciones de Wandelt.
En su testimonio, explicó cómo, además de las visitas no deseadas, recibieron cartas inquietantes en las que Wandelt se dirigía a ella como “mamá”, lo que aumentó el malestar emocional de la familia. Por su parte, Gerry McCann, padre de Madeleine, también expresó el profundo dolor que estas interacciones le han causado, asegurando que el acoso de Wandelt ha interferido directamente en el proceso de duelo y la continua búsqueda de su hija.
El relato de la familia de Maddie: "Era siniestro verla"
Un día después de la declaración de los padres, Kate y Gerry McCann, Amelie, la hermana de Maddie, testificó por videoconferencia ante el tribunal de Leicester (centro de Inglaterra). Los dos hermanos de Maddie, que en la actualidad tienen 20 años, han crecido marcados por el drama de esta desaparición y del impacto mediático internacional.
Amelie McCann, fue contactada por Julia Wandelt en enero de 2024 y no sabía en ese momento que la joven polaca ya había estado acosando a sus padres desde junio de 2022.
"Al principio no se lo conté a nadie porque no sabía que había intentado contactar a mi familia. Pensé que era algo que podía manejar, no quería añadir más estrés a mis padres", relató en el juicio la hermana de Maddie y añadió que "estaba acostumbrada a ignorar este tipo de mensajes".
En muchos de los mensajes, Julia Wandelt pedía a Amelie que convenciera a sus padres para hacerse un test de ADN, e incluso ofreció pagarle uno a la hermana de Maddie McCann. "Era bastante siniestro verla dar detalles y jugar con mis emociones y mis recuerdos", agregó Amelie McCann.
La defensa de Wandelt
En su defensa, Julia Wandelt sostuvo que sus acciones fueron impulsadas por problemas de salud mental. Su abogado argumentó que la joven estaba pasando por una crisis personal que la llevó a buscar una conexión con los McCann, aunque no negó que sus actos fueron inapropiados.wandelt
El caso de Wandelt sigue causando una controversia mediática debido a la atención internacional que recibió su declaración de ser Madeleine McCann. La joven, que también afirmaba tener recuerdos vagos de su infancia en Portugal, se convirtió en una figura muy visible en las redes sociales, recibiendo tanto apoyo como condena. Sin embargo, las autoridades británicas han descartado cualquier vínculo entre ella y los McCann.
El juicio continúa en el Tribunal de Leicester, con una duración estimada de tres semanas. Wandelt enfrenta cargos de acoso grave, y las pruebas presentadas incluyen grabaciones de llamadas y testimonios de los McCann, además de evidencia de los intentos de obtención de ADN.
La sentencia podría sentar un precedente en cuanto a los límites del acoso a figuras públicas y el uso indebido de la identidad de personas desaparecidas.
