El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, presentó su renuncia al presidente Emmanuel Macron, apenas un día después de anunciar la composición de su nuevo gabinete. La sorpresiva dimisión, confirmada por el Palacio del Elíseo, desató una nueva crisis política en el Ejecutivo francés, que enfrenta crecientes tensiones internas y un Parlamento fragmentado.
"El presidente ha aceptado su dimisión"
“El señor Sébastien Lecornu ha presentado la dimisión de su Gobierno al presidente de la República, que la ha aceptado”, informó el Elíseo en un breve comunicado, difundido tras una reunión celebrada a primera hora de la mañana entre ambos dirigentes.
Lecornu, de 38 años, había sido nombrado primer ministro el 9 de septiembre, en reemplazo de Gabriel Attal. Su salida se produce menos de un mes después de asumir el cargo, lo que lo convierte en uno de los jefes de Gobierno más efímeros en la historia reciente de Francia.
Un Gobierno de “continuismo” que desató críticas
El domingo por la noche, Lecornu había anunciado la composición de su Ejecutivo, afirmando que “reúne y se asemeja a la base común que nos sustenta en el Parlamento”. También sostuvo que “estos ministros tendrán la difícil misión de dotar al país de un presupuesto antes del 31 de diciembre y de servir a Francia”.
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Sin embargo, los nombramientos provocaron una oleada de críticas desde la oposición y sectores de la propia derecha, que cuestionaron el marcado continuismo del gabinete y la falta de renovación. Algunos dirigentes republicanos, aliados de la coalición presidencial, calificaron el nuevo Gobierno como “una copia del anterior” y alertaron sobre la falta de legitimidad para impulsar reformas económicas y fiscales.
Macron deberá recomponer el Ejecutivo
Tras la renuncia, el presidente Emmanuel Macron enfrenta una nueva crisis y la tarea de designar a un nuevo primer ministro en medio de un clima político enrarecido y con divisiones internas que amenazan con paralizar la agenda gubernamental.
La dimisión de Lecornu llega en un momento muy delicado para el Gobierno francés, con el presupuesto nacional pendiente de aprobación y una crisis de confianza entre el Palacio del Elíseo y sus aliados parlamentarios.
Por el momento, el Gobierno francés no ha adelantado quién podría asumir la jefatura del Ejecutivo en sustitución del dimitido primer ministro.