19 de noviembre 2024
6 de octubre 2024 - 11:55hs

Por Hernán Dobry, desde Bruselas

El ataque masivo que llevó adelante Irán contra Israel el último martes para vengar la eliminación del líder terrorista Hassan Nasrallah, y de toda la cúpula del grupo fundamentalista Hezbollah en las últimas semanas, es una señal del aislamiento y la debilidad en la que se encuentra Teherán.

El gobierno de los ayatolas ha estado intentando desgastar a Jerusalén a través de sus proxis en Oriente Medio con bombardeos desde Irak, Líbano y Yemen.

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Sin embargo, las operaciones simultáneas que realizó la administración de Benjamín Netanyahu en las últimas semanas contra los huties y en Beirut no sólo los ha dejado prácticamente fuera de servicio, sino que, además, ha humillado públicamente a su principal enemigo por la sofisticación de los métodos utilizados y el nivel de infiltración que mostró su servicio secreto, el Mossad.

Se trató de un mensaje directo de Netanyahu para Teherán de cara a sus futuros movimientos en la región, ya que le ha demostrado que ha sido capaz de combatir en varios frentes al mismo tiempo y salir victorioso, lo que ha fortalecido su imagen en la región, que había quedado debilitada tras la masacre del 7 de octubre del año pasado.

Por esa razón, la única carta que le queda por jugar a Irán es un enfrentamiento directo con Israel, algo que, hasta ahora, no se había dado a gran escala, si es que desea seguir adelante con su objetivo de liderar la política de la región.

“Hezbollah es el proxy de Irán más fuerte. Desactivarlo es debilitar a Teherán en Oriente Medio. Los beepers hicieron la diferencia”, afirmó el exgeneral de división de las Fuerzas de Defensa de Israel, Yaakov Amidror, durante la conferencia “La masacre del 7 de octubre, un año después: La guerra en Gaza y la escalada con Hezbolá, la mano derecha de Irán, ¿qué viene ahora?”, organizada por la Asociación de Prensa de Europa e Israel (EIPA, por sus siglas en inglés), la unidad de la Asociación Judía Europea (EJA), en Bruselas el pasado 30 de septiembre.

La victoria tiene que ser muy visual

La incógnita que aún queda por develar es qué nivel de intensidad tendrá la respuesta israelí tras el ataque recibido desde Irán: si será similar al realizado en abril o, en cambio, si cumplirá con su amenaza de destruir las instalaciones atómicas, porturarias y petroleras de su principal enemigo.

Desde las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), su jefe de Estado Mayor, teniente general Herzl Halevi, sostuvo que elegirán cuando pagará Teherán por el ataque y le demostrarán que cuenta con capacidades de “ataque precisas y sorprendentes, de acuerdo con la guía del gobierno”.

A sabiendas de la respuesta que se avecina, Irán salió a presionar a la opinión pública internacional para que frene una posible represalia israelí. “Más temprano esta tarde, ejercitamos la legítima defensa bajo el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, apuntando únicamente a sitios militares y de seguridad responsables del genocidio en Gaza y el Líbano. Lo hicimos después de ejercer una enorme moderación durante casi dos meses, para dar un espacio a un alto el fuego en Gaza. Nuestra acción ha concluido a menos que el régimen israelí decida incitar a nuevas represalias, En ese caso, nuestra respuesta será contundente y más poderosa. Los facilitadores de Israel ahora tienen la mayor responsabilidad de controlar a los belicistas en Tel Aviv en lugar de involucrarse en su locura”, resaltó su canciller Abbas Araghchi, en un mensaje que publió en la red social X.

“Estamos preparados para ir una guerra directa con ellos. La victoria tiene que ser muy visual para que los demás vean lo que les va a ocurrir si nos atacan –explicó el ex asesor de seguridad nacional del primer ministro de Israel –. Perdimos muchos soldados y aún están los secuestrados en Gaza y la economía está mucho peor, pero nuestra situación estratégica es mucho mejor que antes del 7 de octubre”.

El objetivo es desmantelar buena parte del anillo de fuego compuesto por el Líbano, Siria, Irak, Yemen, Gaza y Cisjordania, que Teherán desplegó alrededor del Estado judío para hostigarlo con miles de terroristas dispuestas a sacrificarse en nombre de la yihad.

La guerra contra el fundamentalismo

La campaña que han llevado cabo las FDI a lo largo del último año en la Franja de Gaza y Cisjordania prácticamente ha desactivado la capacidad militar del grupo terrorista Hamás, a pesar de que aún no han conseguido rescatar a los 97 rehenes que todavía permanecen secuestrados desde el 7 de octubre.

“Hamás no es más relevante en Gaza para lanzar misiles, porque ya no tendrá la capacidad para bombardear y atacar a Israel. Quedan algunos miles de sus seguidores para hacer operaciones dentro, para atacar soldados. Pero no son preocupantes para la seguridad israelí”, explicó Amidror.

La mayor preocupación reside en cómo evitar que el grupo terrorista vuelva a controlar el territorio, lo que implicaría para Israel volver a tener un problema de seguridad en el suroeste de su territorio. La solución es compleja porque, hasta el momento, no existe ningún liderazgo que pueda ocupar ese lugar ni dentro ni fuera de la Franja.

“Con Hamás en el poder político o militar, no hay futuro para la población de Gaza. Nadie va a invertir allí desde el exterior para su reconstrucción. La autoridad palestina es una alternativa, pero tiene que encarar serias reformas. Si hoy hubiese elecciones, las perderían. Hay problemas de liderazgo y corrupción”, resaltó el embajador de Israel ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea, Haim Regev, en el mismo evento.

Los palestinos quieren que Mahmud Abbas se vaya

El investigador principal del Washington Institute, el palestino Ghaith al-Omari, concuerda con este análisis.

“La autoridad palestina es la única alternativa que hay en este momento para gobernar. Todos saben sobre sus problemas, su corrupción. El 90% de los palestinos quiere que Mahmud Abbas se vaya. Tienen que reconstruirse sobre otra base. No hablo de democracia. Esto es Oriente Medio. Europa debe ejercer presión sobre la autoridad palestina. Si quieren dinero, tienen que hacer reformar y no cosméticas”, agregó durante la conferencia.

Un panorama muy diferente es el que enfrenta con Hezbollah en el Líbano ya que Israel estuvo preparando las operaciones que se realizaron en las últimas semanas a lo largo de cinco años. Eso lo llevó a alcanzar un nivel de infiltración y precisión letal, pero al mismo tiempo descuidar y subestimar lo que ocurría en Gaza.

“No comprendimos cuán fuerte es la yihad en grupos como Hamás, ISIS, Hezbollá. Lo ignoramos. Ese fue el gran error. El problema de Gaza fue que hubo una decisión de focalizarse en el Líbano. El resultado es que el nuevo líder de Hamás, Yahya Sinwar, quizás siga vivo y Nasrallah no”, destacó Avidror.

La precisión de los ataques y la velocidad con la que ha eliminado a la cúpula militar de Hezbollah y dejado fuera de combate a buena parte de sus principales miembros ha sorprendido a propios y ajenos, y le ha permitido lanzar la campaña terrestre para terminar de destruir la capacidad de ataque del grupo terrorista. Nadie se anima a arriesgar cuál será la duración que tendrá esta operación.

“El Líbano tiene que ser limpiado de toda fuerza de Hezbollah. No vamos a terminar hasta limpiar cada zona donde tiene operaciones que puedan ser destructivas para los edificios del norte de Israel –detalló el ex asesor de seguridad israelí-. El objetivo va a ser debilitarlos para no tener que preocuparnos por ellos en el futuro, para que no puedan volver a crecer y convertirse en un monstruo. Es algo muy difícil”.

A diferencia de lo que ocurre en Gaza, no está muy claro cuál es el futuro que le depara a esta organización terrorista en lo que respecta a su poder político dentro del Líbano si pierde toda su capacidad militar e Irán quedara debilitado.

“El nuevo liderazgo de Hezbollah seguirá atacando a Israel por la situaación en Gaza y por el mero hecho de existir. Pero tiene una oportunidad para seguir existiendo como fuerza en el Líbano si acepta lo que se le proponga cuando acaben los combates”, destacó el experto en guerra urbana de la Academia de West Point, John Spencer, durante el evento.

Al Omari, concuerda y agrega que el “Líbano tiene la oportunidad de realizar cambios ya que Irán está atravesando una situación muy difícil”.

Todo dependerá de la posición en la que quede Teherán, del resultado en la elección presidencial en los Estados Unidos y quién procure quedarse con el liderazgo en Oriente Medio.

Los desafíos para el futuro

La masacre del 7 de octubre y la guerra que está llevando adelante contra Irán y sus proxis han dejado una enseñanza para Israel, a pesar de que aún el conflicto no ha llegado a su fin.

Según Amidror, hay cinco lecciones que han aprendido a lo largo de este ultimo año de combates. La primera es que “Israel debe dejar de depender de otros en lo relativo a armamentos”, tras haber sufrido los congelamientos de envíos de equipamientos bélicos del Reino Unido, Alemania y otros cuando más los necesitaba.

La segunda es que el país debe contar con una organización defensiva inicial más fuerte que la que tiene en la actualidad para ofrecer una resistencia hasta el momento en que lleguen las fuerzas de seguridad. “Cada comunidad en la frontera tiene que ser más fuerte. Lo tuvimos en el pasado, pero se degradó en los últimos años. Lo tuvimos en el pasado”, asegura Amidror.

A esto, se le suma la necesidad de “disponer de un sistema antimisiles más potente que la actual cúpula de hierro”. Para eso, está trabajando en proyecto para reemplazar los misiles inteceptores con rayos láser.

Amidror destaca que Israel también precisa contar con “un ejército más grande” para afrontar las futuras guerras y, además, tener “una capacidad mayor para operar en el extranjero en lugares como Yemen o Teherán”.

Finalmente, sostienen que las FDI deben desarrollar herramientas estratégicas para realizar una guerra preventiva, cuando sea necesario y, así, evitar nuevos ataques sorpresa como los del 7 de octubre o los bombardeos desde el Líbano en el norte del país.

“Israel debería haber atacado a Hezbollah dos o tres años atrás. El 7 de octubre cambió nuestra legitimidad llevar adelante una guerra preventiva en el futuro. Cuándo y dónde es lo que habrá que ver”, concluye.

(*) Hernán Dobry es periodista y Magister en Relaciones Internacionales

Temas:

7 de octubre Israel Irán Guerra medio oriente Bruselas Hamás Hezbollah

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