La princesa Amalia de los Países Bajos, heredera al trono y primogénita del rey Guillermo y la reina Máxima, ha sido víctima de una grave violación de su intimidad.
Recientemente, se han difundido varios vídeos y fotografías pornográficas con imágenes de la princesa manipuladas mediante inteligencia artificial, conocidos como deepfakes.
Estos contenidos fueron publicados en la plataforma MrDeepFakes, un sitio especializado en la creación artificial y distribución de este tipo de material pornográfico.
Aunque la página fue cerrada en mayo de 2025, los vídeos continúan circulando y han acumulado más de dos millones de reproducciones a nivel mundial.
Un sospechoso de 73 años
Las autoridades neerlandesas han identificado a un hombre de 73 años como principal sospechoso de haber generado y distribuido estos contenidos. La policía también está investigando la posible participación de otros individuos en esta red de explotación digital.
En los Países Bajos, la creación y difusión de deepfakes con fines sexuales sin consentimiento es un delito grave que atenta contra la dignidad y la privacidad de las personas.
Reacción social y la necesidad de legislación
Este caso ha generado una profunda indignación en la sociedad entre la que la casa real tiene mucho apoyo.
Expertos en derechos digitales y colectivos feministas han señalado la necesidad de reforzar la legislación y las políticas públicas para prevenir y sancionar este tipo de abusos. En España, por ejemplo, la Fiscalía ha solicitado que los vídeos sexuales con caras suplantadas sean considerados delitos, reconociendo el daño psicológico y reputacional que causan a las víctimas
Sin respuesta de la Casa Real
La Casa Real de los Países Bajos aún no ha emitido un comunicado oficial sobre este asunto. Sin embargo, se espera que, una vez concluida la investigación judicial, los reyes Guillermo y Máxima lideren una campaña para sensibilizar a la sociedad sobre los peligros de los deepfakes y promover el respeto a la intimidad y la dignidad de todas las personas.