4 de diciembre 2025 - 11:21hs

Donald Trump ya había confirmado que mantuvo una conversación telefónica con Nicolás Maduro, pero sin dar más detalles al respecto. El dictador venezolano confirmó ahora la llamada de hace 10 días, que aseguró fue en un "tono de respeto" y "cordial". En medio de la tensión bilateral y la presión del presidente de EEUU para que deje el poder, el líder chavista dijo que le daba la bienvenida al diálogo y que siempre buscará la paz.

"Hace unos 10 días, aproximadamente, de la Casa Blanca llamaron al Palacio de Miraflores y tuve una conversación telefónica con el presidente Donald Trump. Sobre eso ha hablado la prensa mundial", declaró el miércoles, en su primer comentario público sobre el tema.

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"Puedo decir que la conversación fue en un tono de respeto. Inclusive puedo decir que fue cordial (...). Digo más: si esa llamada significa que se están dando pasos hacia un diálogo respetuoso, de Estado a Estado, de país a país, bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz", acotó.

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Maduro recordó su época de canciller de Hugo Chávez y explicó que hasta hoy no se había referido al asunto por "prudencia" y porque hay temas que, a su juicio, deben permanecer en silencio "hasta que se den".

¿Qué se discutió en la conversación?

Trump ya había confirmado el domingo pasado la conversación, de la que no quiso dar detalles. "No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica", precisó entonces. El miércoles, el mandatario estadounidense aseguró que su conversación con Maduro fue breve: "Le dije solo un par de cosas". "Es mucho más que una campaña de presión", afirmó, según recogió la agencia AFP.

Según trascendió en diversos medios, Trump le puso un ultimátum directo a Maduro, que se cumplía el viernes pasado. Descrita como un intento de última hora para evitar una confrontación directa, el mensaje de EEUU fue contundente: Maduro y sus principales aliados deben dejar Venezuela para permitir el restablecimiento de la democracia o enfrentarán graves consecuencias.

La oferta de Washington incluía un salvoconducto, inmunidad frente a cargos federales y asilo en un tercer país para Maduro, su esposa Cilia Flores y su hijo. Sin embargo, la conversación llegó a un punto muerto rápidamente, según dijeron fuentes familiarizadas con el asunto al Miami Herald.

Nicolás Maduro y Donald Trump.AFP

Las fuentes indicaron que el estancamiento se debió a que el régimen planteó tres exigencias inaceptables para Washington. En primer lugar, Maduro solicitó una "amnistía global por cualquier crimen que él y su grupo hubieran cometido", lo que fue rechazado. En segundo lugar, "pidieron retener el control de las fuerzas armadas, similar a lo que ocurrió en Nicaragua en el 91 con Violeta Chamorro. A cambio, permitirían elecciones libres". Esta propuesta también fue rechazada.

El tercer punto de fricción fue el timing: Washington insistió en la renuncia inmediata de Maduro, una condición que Caracas rehusó. Las fuentes enfatizaron que las condiciones de salida segura "no permanecerán disponibles por mucho tiempo", intensificando la presión sobre el líder venezolano.

La presión de Trump sobre Maduro

Estados Unidos desplegó en agosto una flotilla de buques de guerra en el Caribe, a la que se incorporó en noviembre el portaviones más grande del mundo, el USS Gerald Ford, para combatir al narcotráfico. Venezuela, de todos modos, sostiene que esa operación busca derrocar a Maduro.

El despliegue militar fue presentado públicamente como parte de una "operación antinarcóticos", en el marco de la cual fueron destruidas más de 20 embarcaciones que supuestamente traficaban drogas en aguas internacionales, con un saldo de al menos 83 muertos. Expertos cuestionan la legalidad de estos ataques, que han sido cuestionados por la ONU, que los calificó de "ejecuciones extrajudiciales". Maduro además niega cualquier vínculo con el narcotráfico y acusa a EEUU de "fabricar" una guerra en su contra.

"No nos podrán sacar jamás" del camino de la revolución, advirtió el gobernante venezolano este lunes ante una marcha de simpatizantes. La administración Trump, al igual que una larga lista de países, considera a Maduro un presidente ilegítimo que se reeligió mediante un fraude electoral. En paralelo, lo acusa de liderar un cartel narcoterrorista y aumentó a 50 millones de dólares la recompensa por información que lleve a su captura, la más alta jamás ofrecida por un jefe de Estado en ejercicio.

Nicolás Maduro 1-12-25 - AFP

La conversación entre Maduro y Trump ocurrió días antes de que Estados Unidos designara formalmente al Cartel de los Soles como organización terrorista extranjera. Según Washington, Maduro lidera esta presunta estructura criminal vinculada al narcotráfico. La designación busca otorgar al ejército estadounidense una base legal más sólida para eventuales acciones de fuerza, incluidas operaciones en territorio venezolano contra objetivos vinculados al presunto cartel.

Trump dijo la semana pasada que "muy pronto" comenzarán los esfuerzos por tierra para frenar a narcotraficantes venezolanos.

En medio de las maniobras militares, autoridades aeronáuticas estadounidenses emitieron una alerta por el incremento de actividad militar en el Caribe, lo que llevó a ocho aerolíneas internacionales a suspender operaciones desde y hacia Venezuela al argumentar razones de seguridad.

Tras la alerta, Washington suspendió brevemente los vuelos de la aerolínea estadounidense Eastern Airlines con deportados venezolanos. Las deportaciones se retomaron el miércoles con la llegada de 266 repatriados desde Estados Unidos.

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