1 de mayo 2025 - 10:10hs

Venezuela perdió 55,3 millones de años de escolaridad cuando más de 4 millones de trabajadores abandonaron el mercado laboral.

Esta cifra astronómica es un cálculo hecho por el economista Omar Zambrano para llamar la atención sobre los hallazgos del estudio titulado "Crisis económica y el colapso del acervo de capital humano venezolano".

Zambrano se propuso un ejercicio inédito: estimar el impacto que la duradera crisis económica de Venezuela ocasionó en sus trabajadores, el sector de la población que dispone del conocimiento y la experiencia para recuperar la capacidad productiva del país.

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Venezuela perdió 75% del tamaño de su economía entre 2013 y 2021, una de las contracciones económicas más severas registradas en la historia moderna. Y al menos 7,7 millones de personas emigraron durante la última década.

El reporte analiza cómo la depreciación de los salarios y la ola migratoria llevaron a más de 4 millones de personas en edad de trabajar a salir del mercado laboral, incluidos los trabajadores más jóvenes, más calificados y con mayor experiencia.

En esta entrevista con BBC Mundo, Zambrano explica cómo se debilitó la capacidad productiva del país y qué estrategias pueden implementarse para sumar a los que se fueron a la tarea de construir una nueva trayectoria de desarrollo para Venezuela.

Omar Zambrano
Cortesía de Omar Zambrano
El economista venezolano, Omar Zambrano, estimó que 4,1 millones de personas abandonaron el mercado laboral venezolano en los últimos años.
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BBC

Uno de los principales hallazgos del estudio es que Venezuela se quedó sin más de 4 millones de personas en edad de trabajar, quienes representan un tercio de la población que participaba en el mercado laboral. ¿Qué significa esto para el país?

Ese es el centro analítico del estudio. Lo que hicimos fue tratar de cuantificar lo que ya se observaba en el mercado laboral venezolano, producto de la ola gigantesca de migración.

El foco estaba en la cantidad de venezolanos que habían salido del país. Las agencias internacionales hablan de 7 u 8 millones (de personas). No hay demasiada claridad sobre el número exacto, pero sabemos que es la ola migratoria más grande de la historia de Venezuela y una de las más grandes de la historia del hemisferio occidental. Pero nadie había medido cuál era la correspondencia de eso en el mercado laboral venezolano.

De todos los números que sacamos, el hallazgo de que 4,1 millones de personas salieron del mercado laboral es probablemente el más impactante. ¿Por qué? Porque la producción de un país se organiza alrededor de la gente que sale a buscarse la vida mediante un trabajo.

Lo que pasó en Venezuela entre 2012 y 2019, el período que identificamos como el colapso del capital humano, fue que los trabajadores comunes perdieron todo incentivo para trabajar, como consecuencia de esa crisis económica tan profunda que tuvimos.

El principal incentivo para trabajar es ganar dinero. Pero en esa época, producto de la crisis hiperinflacionaria, el salario se devaluó de tal manera que no valía nada en los peores años de la crisis, como 2015, 2016 y 2017.

En un contexto donde los salarios se derrumbaban de esa manera, nadie tenía incentivos para estudiar, porque la gente estudia con la idea de lograr mejores empleos y salarios. Si esa mejoría desaparece, la gente abandona la universidad.

Protesta por salarios bajos en Venezuela.
Getty Images
Los venezolan protestan contra la devaluación del salario.

¿Cómo se relaciona la migración con esa lógica de que ya no merece la pena trabajar ni estudiar por el deterioro de la retribución?

Los años en los que operó este mecanismo coinciden con el pico de migración, sobre todo entre 2015 y 2019. Es la época en la que empezamos a ver a los caminantes que salían hacia Colombia, Ecuador, y Perú.

Lo peor de la crisis fue que la hiperinflación se comió el salario en una economía que aún no estaba dolarizada. En este contexto, cuando el salario no vale nada, el uso de tu tiempo en cualquier otra actividad es mucho más valioso. ¿Para qué vas a trabajar si tienes que pagar transporte?

Ir a trabajar implica dejar de cuidar a tus hijos en casa o atender otros temas. La gente decía que lo que ganaba no alcanzaba ni para pagar el pasaje. Era mucho más rentable hacer colas para obtener algo de comer que ir a trabajar.

Durante esa época, la inseguridad alimentaria extrema y el hambre eran evidentes. Tenías que decidir entre hacer una cola de 48 horas para ver qué llegaba al mercado o ir a trabajar. Y la gente simplemente abandonó sus trabajos.

Hay que decir también que la economía se ha recuperado un poco desde entonces. A partir de 2021, se dolarizó la economía y el gobierno liberalizó un poco los controles de cambio y de precios, lo que ha llevado a un pequeño resurgir de la economía venezolana.

Se han recuperado los salarios un poco y eso ha detenido también el flujo de migrantes.

Migrantes venezolanos en Brasil
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Miles de migrantes venezolanos han salido a través de las fronteras en busca de refugio, como este grupo que huyó a Brasil en septiembre de 2024.

¿Cuál es el perfil de esas 4,1 millones de personas en edad de trabajar que abandonaron el mercado laboral venezolano? ¿Qué sabemos de ellos?

En promedio sabemos que mucha de esa gente se fue del país. También hay otra porción de gente, que no sabemos exactamente cuánto fue, que sin salir del país se desincorporó del mercado laboral.

La participación laboral femenina cayó mucho más, precisamente porque no solo no valía la pena trabajar, sino que era mucho más valioso destinar el tiempo a buscar comida, alimentos, medicinas o a cuidar a alguien en casa porque el padre o la madre se fueron del país. Y eso lo hicieron en su mayoría las mujeres.

Muchísima gente se volvió cuidadora del hogar, aunque antes trabajaban.

Los más jóvenes se fueron y también una porción importante de los más calificados. Aquellos que tenían algo de capital humano, es decir, algo que pudiera ser valioso en el mercado laboral de otros países, se fueron.

Cuando uno observa las cifras, ve que casi todos estaban en su edad más productiva, definiéndolos como gente que tenía menos de 50 años, y muchos con estudios universitarios o al menos con bachillerato. Eso agrava las cosas, porque no solo se fueron muchos, sino que se fueron los que tenían más capital humano.

Alimentos en Venezuela
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Millones de personas emigraron de Venezuela durante los últimos años en medio de la escasez de bienes básicos, como alimentos.

El estudio registra la pérdida de numerosos puestos de trabajo debido al cierre de las empresas, pero al mismo tiempo las compañías que quedan no consiguen personal calificado para trabajar. ¿Cómo se explica esa paradoja?

Eso está pasando aunque Venezuela no ha iniciado un proceso de recuperación.

Venezuela estuvo 8 años en colapso económico y luego empezó a crecer a tasas relativamente modestas. Sin embargo, algunas empresas tienen problemas para encontrar personal porque se fue demasiada gente.

En esta última ola, que señalamos como el colapso del capital humano, se fue muchísima gente, pero antes ya había empezado a migrar la clase media alta y la clase empresarial. Las primeras olas eran incluso de gente más formada.

Cualquier proceso que se pueda pensar de recuperación económica de Venezuela debe considerar el tema del capital humano. Después de este estudio, tenemos la certeza de que eso será una barrera o restricción con la que vamos a chocar fácilmente.

Así como se dice que hay que arreglar el sector eléctrico porque no aguanta un proceso de recuperación, o el sector petrolero porque no se le ha hecho mantenimiento a la infraestructura, lo mismo debemos pensar sobre el capital humano.

El capital humano que tenemos será insuficiente para sostener un proceso de crecimiento a largo plazo.

Entre las estimaciones del estudio hay un dato muy llamativo. La población económicamente activa que abandonó el mercado laboral en estos años sumaría 55,3 millones de años de educación, que se perdieron o se desincorporaron de las labores productivas. ¿Qué supone esto para un país como Venezuela?

Ese es el número que ha dado más de qué hablar. Calculamos el perfil promedio de la gente que se salió del mercado laboral y el promedio de años de educación. Esto no es más que la sumatoria de los años de educación que tenía cada uno de ellos.

Cuando multiplicas 4,1 millones por 12 años o más de educación en promedio, te da esos 55,3 millones de años acumulados.

Esa es la sumatoria total de años que tenía la gente que se fue del mercado laboral en los peores años. Es simplemente un ejercicio para percibir la cantidad de educación que se nos fue.

Educación en Venezuela
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Venezuela perdió millones de años de educación acumulada entre los trabajadores que abandonaron el mercado laboral.

El estudio también habla de la pérdida de 97,8 millones de años de experiencia laboral potencial acumulados. ¿Esta tendencia se puede revertir? ¿Cómo puede el país recuperar este capital humano, si tantas personas que emigraron y llevan años instaladas en otros países probablemente no puedan o no quieran volver?

Yo soy relativamente optimista. La intención del estudio nunca ha sido pintar una realidad irreversible para regodearnos en lo mal que estamos.

Hay mucha gente talentosa y formada que queda en Venezuela y hay gente que se sigue formando en las universidades. Sin embargo, hay que enfatizar que con las capacidades actuales no podemos estar así.

Soy optimista porque la diáspora venezolana es relativamente reciente. Según la literatura sobre migración, esto significa que no ha echado suficientes raíces en los lugares de acogida y muchos venezolanos aún no están bien insertados en los mercados laborales.

Es posible que parte de esta diáspora regrese si Venezuela revierte el proceso de decaimiento y se enrumba en un crecimiento sostenido.

También creo que Venezuela debe preparar políticas específicas de recuperación de capital humano, como atraer a la diáspora que se fue, ofreciendo incentivos fiscales, subsidios, descuentos en impuestos o en la adquisición de vehículos y casas. Hay muchas experiencias en otros países para atraer a la gente que se fue.

Con las condiciones políticas y económicas que existen en este momento, ¿el gobierno del presidente Nicolás Maduro tiene forma de revertir esta tendencia? ¿Se pueden tomar medidas a largo plazo desde ahora?

Parte del problema es que el sistema público de educación está trabajando a menos de media máquina y eso tiene un impacto en la formación de la nueva generación.

El Estado venezolano está en una situación financiera comprometida y los salarios públicos son mucho menores que el promedio de la economía. Esto ha afectado a los funcionarios públicos del sector de la salud y la educación. Hay que buscar una solución para la educación pública, que atiende a la mayoría de los venezolanos.

Mural en Caracas
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La economía venezolana depende de las ventas de petróleo.

Desde el año 2021 se ha registrado una leve recuperación económica, pero ¿cuáles son los rasgos de la población económicamente activa en este momento en Venezuela?

La economía ha estado creciendo a tasas moderadas, pero ha sido limitada en términos territoriales y sectoriales.

La actividad económica se concentra en sectores urbanos, especialmente en ciudades medianas y grandes. Lo que se ha recuperado es el comercio de bienes, pero no otros sectores como el petrolero, manufacturero, agroindustrial y construcción.

La recuperación es desigual y el comercio, aunque genera empleo, es poco productivo y no suele ofrecer salarios altos.

¿De qué recursos dispone la economía venezolana para crecer, pese a la ausencia de más de 4 millones de trabajadores?

Tras un proceso de decrecimiento, la economía venezolana terminó siendo relativamente pequeña.

Puede seguir creciendo a tasas moderadas, pero no puede aspirar a un crecimiento robusto a largo plazo con la cantidad de capital humano perdido.

Es como tener algo de gasolina, pero no suficiente para un viaje largo.

¿Qué incentivos tienen los jóvenes venezolanos que permanecen en el país para estudiar y trabajar en este momento?

Mientras no se recupere el empleo en los sectores más productivos, muchos jóvenes tienen pocos incentivos para incorporarse al mercado laboral.

Las tasas de desempleo son altas y trabajamos el tema de los "ni-nis", aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan. Eso es un signo de que el mercado laboral no está ofreciendo incentivos.

Aunque los salarios se han recuperado un poco, siguen siendo muy bajos en términos internacionales. La propensión a migrar sigue siendo alta. Muchas familias aún tienen planes de irse.

Compra de ropa en Caracas
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Durante la crisis hiperinflacionaria, los salarios en Venezuela no alcanzaban para comprar productos básicos y el consumo se deprimió.

¿Cómo ha perjudicado a los pensionados y jubilados la salida masiva de trabajadores?

La salida de una porción importante de trabajadores deja el sistema de pensiones sin financiamiento, aunque eso no significa mucho, ya que el sistema de pensiones no ofrece una cobertura suficiente.

El efecto más importante es el cambio en la estructura de los hogares. Muchos hogares quedaron bajo el cuidado de abuelos porque los miembros más productivos se fueron.

Algunos pensionados tienen la suerte de recibir remesas de los migrantes, lo que sirve como un alivio en este contexto de crisis.

Venezuela no es el único país que ha vivido una crisis migratoria masiva. ¿Qué se puede aprender de las experiencias de otros países que han recuperado a sus trabajadores calificados?

Hay experiencias de migraciones masivas donde la diáspora se convierte en un factor importante en la recuperación económica, no solo porque algunos regresan, sino porque actúan como agentes de transferencia de experiencias y tecnología.

Un caso interesante es el de Albania, donde muchos migrantes que regresaron, trajeron conocimientos y experiencias adquiridos en otros países.

La diáspora venezolana ha cambiado completamente el perfil demográfico del país y aunque no regrese, puede convertirse en agente de cambio y embajadores de su país en los lugares donde están viviendo.

Siempre hay oportunidades y los venezolanos pueden regresar a hacer negocios, dar clases o asesorías. La diáspora está demasiado vinculada con Venezuela como para que se pierda totalmente.

Peatones en Caracas
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La economía venezolana se ha recuperado levemente desde 2021.
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BBC

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FUENTE: BBC

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