Venezuela recuperó este año el primer lugar de la lista como el país con mayor inflación interanual de América Latina, desplazando a Argentina al segundo puesto. Para abril de 2025, el país gobernado por Javier Milei mantuvo la posición, pero con una mejor perspectiva, en medio de la desaceleración de la inflación, que se ubicó por debajo del 50% por primera vez en casi cuatro años.
En tanto, Cuba y Bolivia son las otras dos naciones latinoamericanas que registran una inflación de dos dígitos, aunque en el caso de la isla se trata de valores de marzo, pero que muestran una reducción considerable frente a la cifra de alrededor del 30% de un año antes.
El caso Venezuela: "la tormenta perfecta"
El país gobernado por Nicolás Maduro enfrenta una situación complicada, en medio de la depreciación del bolívar, que ha generado un aumento de los precios y llevó la inflación en abril al 172%, según datos extraoficiales aportados por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que recogió la agencia Bloomberg.
Pedro Palma ha analizado exhaustivamente los episodios de crisis que recurrentemente caracterizan a la economía venezolana. Desde su vasta experiencia, advierte que tras la estabilización en el fondo, posterior al colapso de los últimos años, el vértigo está de vuelta.
En marzo pasado, el expresidente de la Academia de Ciencias Económicas y director de la consultora Ecoanalítica, Pedro Palma, anticipó que la inflación del 2025 sería de tres dígitos. Así se lo dijo a El Observador USA. Describió un escenario en el que un país frágil, dependiente del poco petróleo que produce, sentiría el impacto de la suspensión de la licencia a Chevron. "Este golpe resultará en más inflación, una devaluación más profunda de la moneda y, en el mejor de los casos, crecimiento cero en lugar de recesión", afirmó el especialista Palma.
"En Ecoanalítica estamos previendo una inflación de tres dígitos, que puede estar en un rango entre 120%-150%", aseguró sobre la inflación interanual a fines del 2025. Palma dirige la consultora más prestigiosa de Venezuela.
Tras años de crisis, los venezolanos han perdido la confianza en la moneda y la demanda de dólares supera a la oferta. Este desajuste se acrecentó después de que la administración de Donald Trump, que considera ilegítima la reelección de Maduro y lo acusa de introducir de forma intencional criminales en Estados Unidos, anunció sanciones que amenazan con reducir el ingreso de divisas.
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En un informe publicado a principios de abril, economistas e investigadores de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), una de las más prestigiosas del país, prevén una inflación superior al 200%, una caída del 20% de las exportaciones de hidrocarburos y una contracción económica de 2,05% a finales de 2025.
"Se está dando una tormenta perfecta", dijo el economista venezolano José Manuel Puente, profesor de Economía del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y del IE-Madrid, a BBC, y estimó que la situación política del país y el resultado de la controvertida elección presidencial de 2024 están teniendo un impacto negativo en la economía de Venezuela.
Argentina y la desaceleración inflacionaria tras la "motosierra" de Milei
En Argentina, la inflación registró una desaceleración en abril después de dos meses al alza y se ubicó en el 2,8% mensual, lo que llevó el incremento de precios interanual al 47,3%, según datos del Instituto de Estadísticas (Indec). A partir de un programa económico ultraortodoxo que incluyó un severo ajuste fiscal y una reducción del gasto público de 4,7% del PBI, el gobierno de Milei redujo la inflación anual del 211,4% en 2023 a 117,8% al final del año pasado.
El programa incluyó la liberación del denominado "cepo" cambiario, y un nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional por 20.000 millones de dólares, que se suman a otros 22.000 millones de otros organismos multilaterales.
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El presidente argentino, Javier Milei, celebró la desaceleración de la inflación
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El mandatario ultraliberal celebró el último dato de inflación a través de sus redes sociales y cargó contra periodistas y economistas que auguraban que el índice podía dispararse luego de que el 14 de abril se liberara parcialmente el control de cambios que regía en el país desde 2019.
Desde entonces, el dólar se rige por una banda de flotación entre 1.000 y 1.400 pesos, lo que atizó temores de que se situara en el extremo más alto y catapultara la inflación. Sin embargo, la moneda estadounidense se ha mantenido estable en torno a los 1.150 pesos.
Las perspectivas de la región
En Brasil, en cambio, se sigue observando una aceleración, desde valores muchísimo más bajos: el índice pasó de 5,48% interanual en marzo a 5,53% en abril.
El aumento del costo de vida ha impactado en parte en la caída de la popularidad del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo gobierno tomó una serie de medidas para contrarrestar el alza, que hasta ahora no han conseguido atajar la inflación, como la eliminación de impuestos de importación sobre productos como la carne y el azúcar.
México, la segunda economía de Latinoamérica después de Brasil, también registró un aumento del índice, que se ubicó en el 3,93% interanual en abril, en comparación con el 3,8% del mes anterior, en su tercer mes consecutivo de aumento. De todas formas, la cifra se encuentra dentro del objetivo del banco central, que la ubica en el 3% +/- un punto porcentual.
En otra de las economías grandes de la región, Chile, se mantiene el proceso de desinflación y el índice se ubicó en el 0,2% mensual en abril, para un 4,5% interanual. Para este 2025, el Banco Central estima que el índice de precios al consumidor (IPC) cierre en torno al 3,6%.
En cambio, en Colombia el dato de abril fue algo peor de lo esperado: subió de 5,09% a 5,16% interanual, cuando se preveía que baje a 5%. De todas formas, el país sudamericano experimenta desde enero una moderada recuperación económica, luego de un periodo de alta inflación y crecimiento mesurado tras la pandemia de covid-19.
En Uruguay, los precios de bienes y servicios subieron 0,32% en abril, con lo que la inflación en los últimos doce meses se ubicó en 5,36%, una desaceleración en relación al 5,67% interanual de marzo, que se mantiene en línea con el rango establecido por la autoridad monetaria, de 3% a 6%.
Mientras tanto, los tres países dolarizados de la región tienen deflación: El Salvador, Panamá y Ecuador. Cerca de ellos está el registro de Costa Rica, donde el índice de precios es apenas positivo en términos interanuales.