“Sin inmigración, la población de Estados Unidos comenzaría a reducirse en 2033”, indicó la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), adelantando siete años su estimación para ese umbral. En su último informe, el organismo destaca el posible impacto de las políticas migratorias restrictivas de Donald Trump, que buscan frenar la llegada de inmigrantes.
El reporte de la CBO advierte que las muertes anuales en EEUU superarán a los nacimientos dentro de sólo ocho años. Las tasas de natalidad más bajas convirtieron a la inmigración neta en el principal impulsor del crecimiento poblacional. El año pasado, la oficina estimó que la población estadounidense empezaría a reducirse recién en 2040.
Los datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza muestran que los cruces en febrero fueron un 94% menores en comparación con el año anterior, en medio de la política de mano dura de la administración Trump con los inmigrantes
La inmigración neta "contribuiría al aumento de la población total en los próximos años e impulsaría la proporción de personas en edad laboral, lo que podría ayudar a mantener la participación en la fuerza laboral", dijo la CBO en su informe, publicado el jueves pasado.
Desaceleración del crecimiento económico
Además, las últimas proyecciones del organismo no partidista destacaron la preocupación por la ralentización del crecimiento económico en las próximas décadas. Se prevé que la economía estadounidense crezca a un ritmo medio anual del 1,6% en los próximos 30 años, lo que supone un descenso respecto a la media del 2,5% registrada en las tres décadas anteriores. Esta ralentización se atribuye al envejecimiento de la población, a la menor expansión de la población activa y al menor aumento de la productividad.
Se estima que la población activa pase de 171 millones en 2025 a 185 millones en 2055. Sin embargo, la tasa de crecimiento anual de la población activa descenderá al 0,1% en la última década del periodo de previsión, muy por debajo de la tasa del 0,8% registrada en las tres últimas décadas.
Una población decreciente podría tener profundos efectos negativos en la economía, ya que el crecimiento depende de agregar trabajadores y aumentar su productividad. La caída de los niveles de población podría causar un estancamiento en el nivel de vida y crear dificultades para pagar las deudas, así como los programas de financiación como el Seguro Social, que depende de los impuestos de la nómina.
De todas maneras, la CBO advirtió que estas previsiones son inciertas. “A lo largo de muchos años, incluso pequeños cambios en las tasas de inmigración neta, fertilidad o mortalidad podrían afectar enormemente a los resultados más adelante en el periodo de proyección”, dijo en el informe.
Techo de deuda
El informe también pronosticó que el Gobierno corre el riesgo de incumplir el pago de parte de su deuda de 36,6 billones de dólares tan pronto como en agosto, salvo que el Congreso eleve el techo de deuda.
"Si el límite de deuda se mantiene sin cambios, la capacidad del gobierno para obtener préstamos mediante medidas extraordinarias probablemente se agotará en agosto o septiembre de 2025", declaró la CBO.
El organismo también indicó que si las necesidades de endeudamiento del gobierno son significativamente mayores que las proyectadas por la CBO, los recursos del Tesoro podrían agotarse a finales de mayo o en algún momento de junio, antes de que se reciban los pagos de impuestos que vencen a mediados de junio o antes de que estén disponibles medidas extraordinarias adicionales el 30 de junio.
La proyección de la CBO para la fecha límite ofrece a los legisladores una estimación aproximada del tiempo que tienen para elevar o suspender el techo de la deuda y evitar una crisis de este tipo.
Los republicanos de la Cámara de Representantes han presionado para incluir el aumento del límite de la deuda en la legislación para promulgar la principal prioridad del presidente Donald Trump: extender sus recortes de impuestos de 2017, muchos de los cuales vencen a fin de año.
Los legisladores han llevado en repetidas ocasiones las negociaciones sobre el aumento del límite de endeudamiento del Gobierno hasta el último minuto, una tendencia que ha sacudido los mercados financieros y ha llevado a las principales agencias de crédito a rebajar sus calificaciones sobre la solvencia del Gobierno federal.
La CBO advirtió que, por ahora, el riesgo de una crisis fiscal “parece bajo”, pero no es posible cuantificar de forma fiable el peligro.
Que dijo el secretario del Tesoro
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Scott Bessent, secretario del Tesoro de EEUU
AP
El informe asume que expirarán varias legislaciones, como los recortes impositivos de 2017. Sin embargo, la Casa Blanca y los republicanos dijeron que serán renovados o incluso ampliados, además de sugerir que habrá mayores recortes del gasto federal y un aumento en los ingresos por los aranceles.
Por eso, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, insiste en que la administración Trump puede afrontar sin problemas los desafíos sobre la deuda, el gasto gubernamental y el crecimiento económico.
Según la agencia AP, Bessent ha abogado por un plan “3-3-3”, que implica reducir el déficit presupuestario federal al 3% del PIB, impulsar el crecimiento anual del PIB ajustado a la inflación al 3% y producir el equivalente de 3 millones de barriles adicionales de petróleo por día en 2028.
El secretario del Tesoro desacreditó la calificación de las CBO y consideró que era una "locura". “Estuve en el negocio de la inversión durante 35 años y creía entender cuán loca es la calificación de la CBO", dijo Bessent a CNBC a principios de este mes. “Y ahora que estoy del otro lado, puedo decirte que es realmente una locura. Y muy poco probable que nos llevemos algún crédito en la calificación de CBO por los aranceles”, señaló.